El amor no es una obligación

Capítulo 30

Diego: estoy completamente seguro que será de esta manera. Además, sé que en el pasado no fue el prometido que siempre habías querido.

Helena: entiendo perfectamente que nuestro compromiso era una imposición para ti. Eso era precisamente lo que me decían tus ojos cada vez que estábamos juntos.

Diego: se perfectamente que necesitare pedirte perdón de muchas maneras. Aunque me digas que no lo haga eso es lo que hare todos los días.

Helena: si estas decidido no tengo nada más que decirte. Sera mejor que pidamos nuestra cena y no puedo creer que este detalle que tuviste conmigo me haga feliz.

Diego: es que no soy como los demás hombres. Porque solo quiero ser el hombre que te amara para siempre y una simple palabra no bastara para demostrarte cuanto te amo.

Helena: sabes que con eso no basta. El amor se puede demostrar de diferentes maneras y tu decidirás como hacerlo, así que estaré encanta de ver lo que harás.

Diego: solo debes de sonreírme y esto te lo digo porque me gusta que me sonrías. Además, para mí es como un hermoso recuerdo que guardo en mi mente.

Helena: siempre debemos de recordar cosas lindas. Ahora si llego el momento de cenar o prefieres que sigamos con nuestra conversación.

Diego: después de que hayamos terminado de cenar te daré el hermoso obsequio que compre para ti. Seguramente te sorprenderás cuando te lo de.

Helena: los obsequios son demasiado lindos cuando te los da la persona que amas. Pero únicamente debemos de centrarnos en cenar en este momento.

Él mira a su prometida y después de unos minutos pide la cena. Nada más que su hermano no dejaba de verlos y Michael lo único que hacía era cuidar a su única hermana, ellos empiezan a cenar cuando el mesero les sirve su cena para después dejarlos solos. Ellos disfrutaron su cena tranquilamente y cuando terminan Diego no podía dejar de ver a su prometida.

Diego: cada momento que estamos juntos te veo más hermosa. Simplemente necesitamos pasar más tiempo como este, ya que es algo necesario.

Helena: el único que no quería hacer nada de esto eras tú. Solamente que tus sentimientos cambiaron y ahora piensas de manera diferente.

Diego: quiero que entiendas que me gustas tal y como eres. El amor no es un sentimiento que se siente por decisión propia y nosotros lo sabemos.

Helena: tienes razón. El amor jamás debe verse como una obligación y si la persona que amamos no siente lo mismo es mejor dejarla ir.

Diego: te recuerdo que el amor que sentimos es real. Sabemos que ya no debes de preocuparte por mis sentimos porque tengo pensado decírtelo siempre.

Ella sonríe ante su respuesta y cada una de ellas la hacía feliz. Helena solo debía de escuchar su corazón que le decía que la ama, aunque no sabía de qué manera, porque el amor era el único sentimiento que no se podía medir.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.