Ellos tiempo después llegan y cuando lo hacen Diego ayuda a su prometida a bajarse. Él toma su mano y la acompaña hasta la puerta de su casa, ella se despide de el con un beso en la mejilla y su hermano se va hasta que él también lo hace. Helena entra a su casa y ve a su madre que la estaba esperando.
Matilde: me imagino que tuviste una bonita cita. Seguramente tu padre se iba a molestar si llegabas tarde y menos mal que al fin lo hiciste.
Helena: fue especial y sobre todo linda. Pero ya me quiero casar con él y sobre todo me siento demasiado ilusionada con mi boda, eso definitivamente me hace feliz.
Matilde: se ve que lo estas. Ahora tu felicidad debe de ser lo más importante y estoy segura de que tu prometido se encargara de que así sea.
Helena: el me ama y eso lo puedo sentir. Además, me gusta saber que él no se casará conmigo por obligación, sino que lo hará por amor.
Matilde: no debes de preocuparte por nada. No quiero que escuches los comentarios mal intencionados de la sociedad y tu padre como siempre se hará cargo de eso.
Helena: la sociedad nunca cambiara de opinión. Solamente que antes me afectaba saber lo que los demás pensaban de mí, ya que toda mi vida he sido rechazada por ser diferente.
Matilde: tu padre sabe perfectamente cómo piensan ellos y también tus abuelos hacen lo mismo. El prometió protegerte y eso es lo que está haciendo.
Helena: mi padre y también mi hermano han hecho lo mejor que han podido por mí. Seguramente esa es la razón por la cual me respetan.
Matilde: ellos saben perfectamente lo que estaban haciendo. Solamente que ahora debes de irte a dormir para que puedas soñar con tu nueva vida.
Helena: muchas gracias, madre. El día de mañana podemos seguir hablando y sobre todo necesitamos hablar de nuevo de mi boda.
Matilde: sabes que no debes de preocuparte por los preparativos de tu boda. Porque todo saldrá bien y ya deberías estar dormida a esta hora.
Helena: como siempre tienes razón. Pero esto que siento es algo maravilloso y te prometo que no dejare que nadie me haga sentir mal.
Matilde: si alguien lo hace tu padre se encargare de eso. Además, tienes una familia que te quiere y que te protegerá de toda la sociedad.
Helena: siempre me dices palabras que me hacen reflexionar, madre. Necesitare agradecerte por no rechazarme al ser completamente diferente.
Matilde: no eres diferente y jamás tuve una razón para rechazarte. Recuerda que eres mi hija y sobre todo que te quiero por serlo.
Ella le sonríe a su madre y se despide de Matilde para irse a su recámara. Helena cuando llega se acerca a su cama para tomar su pijama y se la empieza a ponerla. Ella después de que termina se acuesta en su cama y a los pocos minutos se queda dormida.