El amor que no llegó a tiempo

Falsas ilusiones

Marie dice que la universidad es como un desfile: si no destacas, nadie se detiene a verte.

Hoy decidí usar un vestido celeste que nunca había usado. No porque quisiera destacar... sino porque soñé que Jhony me miraba.

Y bueno, los sueños son lo único que él y yo compartimos.

---

Llegué temprano. Me senté al fondo, como siempre, pero por primera vez en meses, me solté el cabello. Me puse un poco de brillo en los labios. Nada fuera de lo normal. Solo lo suficiente como para sentir que quizás... solo quizás... si pasaba por mi lado, me notaría.

La clase empezó. La clase terminó. Y justo cuando salía, alguien chocó su mochila contra la mía. Me giré, por reflejo.
Era él. Jhony.

-Uy, perdón -dijo sonriendo-. No te vi.

Me quedé quieta. Muy quieta.

-No pasa nada -logré decir, con una voz que ni yo reconocí.

Él me miró por un segundo. Uno. Tal vez dos.

-¿Eres nueva? -preguntó.

Mi corazón se detuvo.
¿Qué se supone que debía decir? ¿Qué llevo viéndolo desde la preparatoria? ¿Que conozco sus risas, sus gestos, sus silencios?

-No... llevo tiempo aquí -respondí, forzando una sonrisa.

Jhony asintió.
-Ah, vale. Bueno, nos vemos.

Y se fue.

Así, como si nada.

---

Me quedé parada con la mochila a medio cerrar. El corazón galopando. La mente atrapada en sus cinco segundos de atención.

Marie me escribió justo en ese momento:
"¿Clase aburrida?"

Y yo respondí:
"Jhony me habló."

Ella tardó tres segundos en contestar:
"¿Qué dijo?"

"Que si era nueva."

Marie no dijo nada más por unos minutos. Luego, un solo mensaje:

"Por favor, no te ilusiones."

Pero ya era tarde.
Porque mi cabeza ya había hecho una película entera con solo ese cruce de palabras.
Habíamos hablado. Él me había mirado. Me había sonreído.

¿Importaba que no me recordara después?

Sí.

Pero mi corazón, ese necio, no pensaba igual.

---

Esa noche, abrí de nuevo el archivo "Cosas que no puedo decirle a Jhony" y escribí:

"Hoy me hablaste. Y aunque no sabías quién era yo... para mí, fue el mejor momento desde que te conozco."

Cerré la laptop.
Sonreí, con un nudo en la garganta.

A veces, el amor duele más cuando te responde... y aún así no te ve.

No sé en qué momento decidí hacerlo.

Supongo que fue el silencio. El cansancio de hablarle a Marie con las mismas palabras de siempre.
O el miedo de que todo lo que siento por Jhony se pudra dentro de mí si no lo saco de alguna forma.

Así que abrí un blog.

Anónimo.

Sin fotos. Sin nombre. Sin ubicación.
Solo palabras.

Lo llamé:

"Lo que nunca sabrás."

Y escribí la primera entrada esa misma noche.

---

> Entrada 1: Lo que nunca sabrás

Te cruzaste conmigo hoy.
Me miraste a los ojos durante cinco segundos.

Me hablaste.
Me preguntaste si era nueva.

Yo fingí que no te conocía.
Aunque mi corazón te conoce de memoria.

No me recordarás mañana.
Y eso está bien.
Porque al menos hoy, por un momento, existí.

---

No pensé que alguien fuera a leerlo. Lo escribí para mí. Para mi propio desahogo.
Pero a los tres días, alguien comentó.

"Me siento igual."

Y luego otra persona.
"Escribes lo que yo nunca me atreví a decir."

Sin buscarlo, encontré compañía en el anonimato.

Personas que también amaban en silencio. Que también vivían en la sombra de alguien que no los miraba.

---

Mientras tanto, Jhony seguía siendo... Jhony.

Lo vi salir de clase con Valeria.
Lo vi reír en la cafetería.
Vi cómo le puso una flor en el cabello mientras todos aplaudían por su "espontaneidad".

Yo fingí que no me importaba. Pero esa noche, escribí otra entrada.

---

> Entrada 2: Ella sí es suficiente

No estoy celosa de ella.
Solo duele saber que existe alguien a quien sí puedes mirar.

Duele saber que tú sí sabes su nombre.
Que sí la recuerdas.
Que sí te importa.

Y yo... soy solo otra cara en el salón.
Otro suspiro sin dueño.

---

Marie me encontró escribiendo y no me preguntó nada. Solo me dejó una taza de café y me acarició el cabello.

-¿Te sirve al menos escribir todo eso? -preguntó.

Asentí.

-Sí. Es como gritar en una cueva vacía... pero alguien escucha.

Marie sonrió con tristeza.

-Solo prométeme algo: no te conviertas en una historia que se olvida a sí misma mientras espera que otro la recuerde.

---

Esa noche, una entrada mía se volvió viral.

Más de mil personas la compartieron.
El título era:

"Qué se siente ser invisible para alguien que es todo para ti."

Los comentarios no paraban.
Todos querían saber quién era la autora. Todos se sentían identificados.
Nadie sabía que era yo.

Y Jhony... seguía sin mirarme.



#4875 en Novela romántica
#1773 en Otros

En el texto hay: tragedia, autoestima, amorimposibledeolvidar

Editado: 21.06.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.