Ha pasado una semana después de nuestro encuentro, Taki a salido de viaje de trabajo desde el día siguiente en que habíamos dormido juntos, prometiéndome volver a una cita conmigo, para afianzar lo que sea que tenemos, y yo, feliz, feliz de estar en el trabajo de mis sueños con el hombre de mis sueños… Ese japonés ha puesto mi mundo de cabeza, y ha venido a recordarme lo que es tener una motivación para sonreírle al mundo, aunque esa ya la tenía pero por algún motivo la había perdido de a pocos.
—¿En qué tanto piensas Ari? —pregunta Edward, sentándose frente a mí en la cafetería del trabajo.
—¿Dónde está Massie?
—Ella fue a comprar algunas cosas fuera de aquí e invitar a Diego a salir con ella.
—¿Qué no estaba colada por ti?
—Creo que sí, pero sería algo tonto darle esperanzas a alguien a quien no sientes ni el más mínimo de atracción…
Me quedo pensando en lo que ha dicho pero yo, ya he cerrado esa etapa y se la dejé clara, pero de inmediato noto que él, sigue insistente en eso.
—Tienes razón, no sé debe de dar esperanzas a quien no se le amerite…
—Ese hombre especial en tu vida… ¿cómo te trata?
—creo que estas metiéndote en terreno hostil.
—¿Hostil?
—Sí, hostil.
—¿Es celoso?
—No, no lo es porque no tengo motivos para que él dude de mí… tema cerrado—digo, dándole una sonrisa enorme.
La verdad no sé que es lo que él necesita de mi y de no parar de lanzar indirectas sobre que yo le gusto, realmente sé identificar ese tipo de cosas. No me hago más mala leche, me levanto de la silla y solamente como una galleta con un jugo, ya no me dieron ganas de comer, así que subo tranquilamente a la oficina y me pongo a terminar de hacer un diseño en 3D para el nuevo proyecto de la empresa, ya que debo mostrárselo a Taki y si le gusta, lo sacara al mercado por lo alto, afianzando más mi talento y aprovechando que él necesita un proyecto para seguir impulsándose delante de dos compañías grandes de consolas y videojuegos en todo Japón.
(***)
—Bueno jóvenes, el señor Nakamura no estará durante dos días más, así que está noticia me toca darla a mí, necesitamos propuestas, para esta semana tenemos que lanzar un videojuego nuevo en el mercado, uno que tenga ese potencial en ventas y se dispare como espuma, que siga creciendo el imperio Nakamura, somos una empresa de prestigio, a puro pulso del señor Nakamura, si ustedes logran hacer un videojuego de talla grande y que valga la pena en gráficos, obtendrán un bono especial, las pasantías serán fáciles y el trabajo ya lo tendrán asegurado, así que, tienen plazo para el viernes, ¡Qué gane el mejor!—Marco se dio la vuelta y empezaron los demás a hacer grupos.
Sabía que Massie se uniría a mí, pero Edward se pego como goma de mascar, así que decido trabajar sola, quiero que todo marche bien, en esto de ser competitiva, siempre saco la casta.
Debo demostrar que soy una buena pieza para la empresa, así que me pongo a investigar la mente sobre brujas y magos, también sobre lo que vendía en el mercado y dándome una idea de mercadeo, la economía era fundamental en este tipo de mercado, nadie me cuestionó mi gestión, ni como estoy haciendo las cosas, es más; la gente actua con miedo al ver como me pongo con esto.
Apenas es martes y yo tengo ya recopilada la información, he diseñado ya las mecánicas, diseñé los niveles y cada uno con un reto manejable de obtener monedas para skines y elementos vitales en el mismo universo, ahora debía diseñar a los personajes y el contenido para ensamblar y listo, pedir los permisos para la representación y los demás temas legales para demostrar mi proyecto entablado.
(***)
Ya se llegó el viernes, sé que Taki llega hoy, así que me arreglo más linda de lo acostumbrado, mi cabello rosa ha crecido un poco más, dejando al descubierto el color miel de mi raíz, considere en teñirlo, pero aún aguanta un poco más, quería tener chance para demostrarle a Taki que soy una mujer fuerte, inteligente y también bonita, el puede tener todo en una sola, calmar su necesidad y calmar las mías.
Un pantalón formal beige, blusa de mangas cortas blancas y un saco del mismo color del pantalón, eran los de la buena suerte, yéndome a trabajar como toda una profesional, no sin antes haberle hecho unas diez llamadas a mamá y corroborar que mi vestimenta era la mejor para el tema, ella sonreía y sabía que su hija estaba enamorada, no sabía que era ese poder místico que las mamás tenían para olfatear ese tipo de reacciones o sucesos en sus hijos, pero mamá y la abuela tenían eso, más que mi difunto abuelo Saulo, que logre conocerlo y compartir con él hasta los doce años.
—Con esto sé que tendrás una buena presentación y una hermosa cita de amor—espeto mamá con una sonrisa grande en su rostro.
—¿tú crees?
—Sin las preguntas, sé que la tendrás… ¿te estás cuidando?
—¡MAMÁ, POR DIOS!
—Es algo normal que tengas vida sexual activa y que yo lo sepa, sólo… no te embaraces rápido y protégete por las enfermedades que hay en estos tiempos.
—mamá, esto es incomodo.
—Lo sé, pero ya estas advertida, no quiero nietos multicolor
—Mamá ¡Basta!
Ella empezó a reír, y reí con ella, sabía que me conocía y por la cara de demente sexual que me cargaba, era más que obvio.
Me despido de ella y me enfilo hacia el trabajo, voy feliz, ya he terminado mi primer videojuego y he hecho uno bueno, ninfas, caballeros y dragones en una guerra hostil, en un escenario que transportaba a querer encontrar ese tesoro perfecto, sabía que ganaría, era lo que el mercado buscaba y yo, de la mano de Taki, se lo daría al mundo.
(***)
—Estuvieron increíbles los gráficos, Ariadna, pero entre el tuyo y el de Edward y Massie, elegimos el de… —Taki entró a tiempo a la sala de juntas, iban a dar la deliberación de ambos proyectos, mis amigos y el mío, eran los que habían clasificado entre los mejores y potenciales, el japonés se sentó y pidió contexto de lo que estaba pasando, nos pidieron una hora para poder discutir esto, yo sabía que mi proyecto merecía la pena, pero la curiosidad me llegaba y no resistía, aunque también estaría feliz por Massie y Edward.
Editado: 02.10.2024