El Amor Secreto Del Ceo

Límite de riesgo

Ari
Para el día lunes, darían las cifras sobre las primeras ventas del videojuego, la empresa estaba en vilo, tienen miedo que la rueda de prensa, la sesión de fotos y toda la inversión no se recupere en este primer lapso, pero la sorpresa fue tan grande, que todo mundo grito al ver las cifras, Nakamura’s Legacy Co, había sobrepasado las ventas, los números seguían creciendo y esto era gracias a mi esfuerzo.

—¡Bien hecho, preciosa! —expresa Edward, tomándome en brazos y elevándome alto, dejándome expuesta a que todos vean, me baja y planta un enorme beso en mi boca, el que inmediatamente alejo y le doy una bofetada por atrevido.
—¿Por qué me rechazas tanto? ¿Acaso no ves que me muero por ti?
—Edward, este no es el momento ni el lugar, además, te he dicho que tengo novio, ¿Qué parte no entiendes?

Estoy molesta, mi felicidad y emoción se han tornado en enojo e ira.

Massie me toma de la mano y empuja a Edward, llevándome al baño, en donde seco mis lágrimas, no me doy cuenta en que momento comencé a llorar, así que respiro profundamente.
—Perdónale, es un chico enamorado. —expresa ella con sentimiento.
—Lo entiendo pero no le da derecho de hacer este tipo de cosas y menos en la empresa.
—Lo sé Ari, y en serio me enoja, hablaré con él.

Me lavo la boca, lavo mis labios y me tranquilizo, nos vamos de ahí y prometo que estaremos en mi casa para estar juntas toda la tarde, de todos modos ya las pasantías terminarían esta semana, y que mejor que estar juntas desde ahora.

Él no estaba, por ningún lado, entonces me senté en mi escritorio y seguí con lo que estaba haciendo, organice muchas cosas y me puse a crear más mundos para ese videojuego, entre más largos los mundos, mejor.

La aventura era la que no debía de faltar en este tipo de contenidos, pero por un momento se me nubló la vista, me recosté en el escritorio y me quedé dormida.

(***)

Abro los ojos, me siento cansada, débil, así como cuando te da una gripe enorme, poco a poco me levanto y veo que estoy en mi cama, mientras Taki duerme en una silla, se nota algo cansado, la noche vestía el ambiente y se escuchaba la voz de una mujer madura, quien hablaba con alguien afuera.

—Ellos no pueden estar juntos, ¿sabes lo que eso implica?, ¡Por Dios, mujer! —acota un hombre de voz también madura.

—No me importa, Taki-chan, merece ser feliz, no sabes como me siento al saber que es correspondido, que es amado y que este ilusionado de nuevo, no quiero volver a perder a mi hijo, no quiero que viva en un pasado oscuro lleno de odio, de rencor y de sentimientos vanos, quiero que mi hijo vuelva a ser quien es ahora, quien ha sido toda su vida, o al menos a lo que era cuando tenía diecisiete años… —entre lágrimas, ella da un grito desgarrador, haciendo que Taki se levante y me mire despierta.

—¡Uff! Gracias al cielo estas bien. —dice, acercándose a mí y dándome un suave y delicado beso, como si fuese a romperme.

—¿Qué está pasando?—pregunté.
Él soltó un largo suspiro y me tomó de la mano, sentándose en el borde de la misma.
—Te quedaste dormida en el escritorio, y cuando Cassie trato de levantarte, tu no respondías y hervías en fiebre, dije que te llevaría al médico, y en cambio te traje a tu casa, llame al médico y ya te vino a chequear—me acarició el rostro y deposito un beso en mi boca, gemí en ese momento y él sonrió—, tienes fiebre aun y es por que estas resfriada, así que esta vez debes quedarte en casa reposando.
—¿Resfriado?—pregunté.
—Sí, el doctor dijo que era porque tenías debilitado el sistema inmune y es por que no haz comido como se debe y… hemos quemado mucha energía estas últimas semanas—se acerca a mí, y me besa la frente.
—Eres un picaron, pero creo que estoy bien, no pasa nada.
—De aquí no te mueves, yo te cuidare y… mis papás están aquí afuera en tu sala… perdóname por traerlos, pero ellos llegaron a la oficina sin ser invitados y en cuanto Cassie entró en pánico, salí y dije que te llevaría al médico y bueno, ya sabes la historia.
—No te preocupes, pueden estar aquí todos los que quieran, pero… veo que genero polémica con tus padres, ¿ellos saben lo nuestro?—dije temerosa.
—Si, pero en sí, piensan que estabas de visita en la empresa, no saben que trabajas directamente en la empresa, según ellos somos socios… por eso mi padre está en conflicto, de él surgió también la regla de nada de relaciones con personas del trabajo.
—¡Dios mio! Y estoy a punto de terminar ya las pasantías, es esta semana Taki, ¿Qué va a pasar?
—Tranquila, alargue las pasantías otra semana, necesito también analizar quienes se quedan y quienes no, todos son muy buenos.
—Esta bien, seré totalmente una buena actriz con tus papás respecto al tema del trabajo… gracias por cuidarme Taki.
—¿Ves este anillo?—preguntó cuando me tomo de la mano y contempló el anillo de promesa que me había regalado cuando me pidió ser su novia.
—Sí, y me encanta verlo en mi mano.
—Bueno, para ti eso es una promesa… para mí es un compromiso y eso significa que estaré contigo en las buenas y en las malas, en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad… esto es serio Ariadna, eres mi delirio.
Sonreí y una lagrima se salió de donde no debía, dejándome más vulnerable y sonrojada, para este hombre yo era alguien muy importante en su vida y él también la era en la mía, no sé cómo expresar todo esto con él.
—Te amo, y es en serio… —le di un abrazo largo y lleno de amor, pero no podía hacer a que se enfermara, lo aleje un poco.
En cuanto el se puso de pie, la misma señora que estaba en el restaurante la vez que fui a traer a León al aeropuerto, entró con una bandeja con una deliciosa sopa, el olor era gratificante y abrió mi apetito, con una sonrisa enorme, apoyo la bandeja en mis piernas e hizo una reverencia de saludo.
—Hola linda, ¿cómo te sientes?
—Hola, muchísimas gracias por cuidarme, me siento un poco mejor… en serio estoy muy agradecida.
—No tienes nada que agradecer, yo debo agradecerte mucho, no sabes cuanto.
Me quede pensando, porque no sé porque me debía agradecer, aparte de lo poco que pude escuchar hace unos minutos atrás antes de hablar con Taki.
—Soy Xian Huan, la madre de Taki, pero tu puedes decirme Xia—me dedico de nuevo otra sonrisa enorme, ella en verdad estaba feliz.
—Mucho gusto Xia-San, soy Ariadna Santander, y en serio estoy gustosa de conocerla, Taki me ha hablado mucho de usted.
—Gracias por cuidar también de Taki, pero ahora come, sino se enfriara y de nada servirá, come por favor, Taki, ¿podemos hablar?—expresó.
Taki asintió y salió detrás de ella, mientras yo me dediqué a comer y a tratar de sentirme mejor, sabía que su padre se negaría a que Taki nuevamente tuviera una relación con “una socia” del trabajo, porque primero y ante todo estaba la situación financiera, obviamente yo no necesitaba dinero, siempre crecí con muchas comodidades gracias a mis padres, los viajes no faltaban y mi fondo de ahorros era muy amplio, la verdad que si no gastaba aquí en un auto, era porque no pretendía quedarme a vivir fijo en Japón, aunque si me dieran el trabajo, obviamente hasta compraría este loft, porque me encanta.
Termine de comer y me sentí repuesta, traté de salir de la cama a bañarme pero en la misma, me sentí débil, mareada y casi me caigo, entonces como pude, me senté en el sofá en el que estaba Taki, y recordé que había dejado atrás mi cita con la ginecóloga, me asuste y la llamé, agendando de nuevo cita para hoy, porque la verdad estaba en pánico, no había sangrado en estos días y no quería creer que estuviera embarazada, porque la inyección no fallaba.
Correría un doble de riesgo, si el papá de Taki no me aceptaba, obviamente Taki debía dejarme y si estaba embarazada arriesgaría mis prácticas…




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