El Amor Secreto Del Ceo

El fin del secreto

Ari

Estoy en un tremendo lío, invite a Massie a la casa después del trabajo, obviamente yo no he ido por semana y días, y tampoco he hablado con nadie a menos que fuese Taki y Emilio, y me siento pésima amiga, porque Massie no tiene la culpa de lo que esta pasando con Edward, así que prometí por ahora no decirle nada, más que solo lo necesario, Xian, ha dejado la casa impecable antes de irse, ya que el papá de Taki estaba demasiado urgido en tener a su esposa ya disponible en casa y pidiéndome disculpas por el tropel de anoche, dándome un abrazo y diciéndome que me quedara tranquila, y eso me hacia sentir muy bien recibida, como en casa.

Agradecí el gesto, me despedí de ellos y ya Xian me había dejado mucha comida preparada para mí y para Taki, así que me serví comida, pero vi que habían unos deliciosos borrachos, de almíbar de naranja, mis favoritos, así que los tomé y me engullí con tanta ansia demente algo de mi tierra, me sentía en casa.

Puse la televisión y una carrera de fórmula Uno me hizo pasar la tarde, contemplar el amor que se tenía la pareja más famosa de los últimos tiempos, ver a su hijo correr para Ferrari, era lo mejor.

Quería ser como esa pareja de enamorados, los esposos Swinton, en su esplendor y a pesar de los años, lucían tan bien, y, orgullosos de los logros de uno de sus hijos.

En ese instante pensé en Taki y en nuestro futuro, le envié un WhatsApp, con una selfie acompañada de un beso, también diciéndole que iba a invitar a Massie y que le avisaría en cuanto ella se fuera para que él viniera y durmiéramos juntos, por el implante y acoplándome a él, no podíamos tener relaciones aún, y me encantaba que me comprendiera tan bien, y él aceptó.

Me duché y me puse un vestido de los que amaba, cómodo y un par de keds, lista para esperar a Massie y poder ponernos al día, las prácticas Taki las había alargado más tiempo, obviamente también por mí.

Las horas pasaron, y por fin llegó la tarde, el timbre sonó y era mi amiga, abrace a Massie con mucho amor, la extrañaba y, aunque no nos habíamos conocido tanto, confiaba en cierta parte en ella, le tenía preparada comida, conversamos de cómo iba todo en la oficina, reímos hasta llorar por las actitudes que Tory tenía llegando a la empresa, ya que la tenían como mensajera de otra empresa de consolas, y lo peor, era cuando Massie le hacía la imitación y las caras, fue una tarde muy jocosa la verdad.

—Y entonces… ¿Cuándo regresarás?
—Ya mañana, créeme que me hace falta llegar a la oficina y hacer lo que tanto me gusta, ya me siento mucho mejor.
—Eso espero, porque el jefe ni siquiera se ha aparecido constantemente, es extraño que el robot amargado no nos vigile como lo hacía antes. ¿Crees que tenga una novia o algo parecido?

Me quedo divagando porque se supone que Taki ha ido todos estos días al trabajo de hecho, hoy tendría que estar allá.
—Pues… tal vez si tenga a alguien, no lo sé. Además, no es amargado, yo veo que solo es serio y adicto al trabajo, pero por algo será ¿no crees? Hay que darle el beneficio.
—Pues si, pero bueno. Ahora… ¿por fin me contarás quien es ese hombre que te tiene colada?

—Sabía que preguntarías por eso, no se te escapa nada Massie.

Empezamos a reír, pero de tanta risa y comida, mi vejiga necesitaba desvaciarse, me disculpe con Massie y entre al baño, mientras que se me había ido el tiempo, así que tomé el teléfono para avisarle a Taki, pero su voz resonó en la casa, como si estuviésemos solos, y sude frío, ahora Massie se enteraría de lo que tan bien guardado he tenido por meses… ¡Carajo!

—Mi amor, ya estoy en casa… necesito hoy devorarte como un demente sexual... —exclamó, mientras yo estaba queriendo salir del baño, o, pidiendo que la tierra me tragara.

Sólo se palpaba el silencio incómodo, el arsenal que se ocultaba con tanto sigilo, había sido disparado en contra de nosotros mismos.

—¿Ari, que está pasando aquí? —gritó Massie, con voz de miedo, de urgencia, de necesidad y de traición.

Inmediatamente Taki explicó su mentira, pero ella no le creyó ni una sola palabra, porque sabía que ese hombre no mentía y no sabía hacerlo y yo, menos.

—Ari, ¿por qué no me habías dicho esto…? —preguntó en cuanto yo salí y me plante a la par de Taki.

—Esto no es un error, prometo contarte todo con calma, pero… siéntate, por favor.

Ella asintió y dejó lo que estaba haciendo, mientras Taki se quito el sudadero, me dio un beso en la frente y se sirvió un whisky, mientras que le sirvió a Massie un buen trago de vodka y a mí, un refresco de cereza que Xian había hecho.

—Toma Massie, no temas.

Ella asintió y me escucho atenta… sabía que repetir mis errores no sería bueno y aunque lo hecho, estaba ya hecho, ella merecía saber la verdad y el tiempo en el que ambos estábamos juntos, no podía negarlo más.

Desde el incidente del avión, en el Izakaya y luego en la empresa, en cómo habíamos determinado dejar esto atrás, pero como el sentimiento nos había ganado y reino el amor en nosotros, empezando en una relación de entrega mutua y exclusividad, para pasar luego a un noviazgo formal, mientras que él estaba solamente escuchando y viéndome embelesado, amaba como sus ojos me escrutaban, analizando la situación y dejándome expresar todo lo que nos había pasado y, la parte más profunda de esto… Edward y la intromisión de su matrimonio y como también quiso dañar nuestro vínculo.

—¡Wow! Eso estuvo demasiado fuerte para solo un vodka—acotó

Los tres reímos y Taki trajo a la mesa ratona el vodka para servirle a Massie.

—Esto lo tenían tan guardado, y es para menos, obviamente al momento que los demás se enteraran de esto, dirían que los beneficios que en cierta parte Ariadna goza, serían por compartir cama con el jefe… sin conocer la verdad de esto.

—Por eso no había dicho nada, además, creo que lo manejamos bien, no podríamos exponernos así tampoco—exprese.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.