Ari
Por fin me presente ya al trabajo, aunque Massie iba odiando al mundo por la resaca que se andaba manejando, pero yo no había tenido la culpa, o bueno, si Jaja.
Ya la otra semana se definirá quién entrará por fin con una plaza fija a Nakamura’s Legacy Co, porque aunque yo sea la novia del CEO, obviamente no puedo aprovecharme de eso, y tampoco lo haría, ya que he dejado bien marcado mi lugar en esta empresa y todos saben que es por mi talento, no por nada más, así que segura de mi misma, actuo normal, aunque Edward ya no es el mismo, y yo tampoco puedo ser la misma, ya que tengo presente que mi novio ha tratado de hacer las cosas bien y este chico no había aprendido nada de nada durante esos años, aunque él fuese menor de edad, la mala maña con los años no se le había quitado.
Tocar lo ajeno no era nada bueno, y aunque me sentía así por estar con un hombre casado, sé que pronto se podría llegar a un acuerdo con esa loca, me meto al sistema a averiguar más sobre ella y dónde vive ahora, tengo planeado hacerle una visita, quiero arreglar con ella muchos temas, pero el que me tiene en vilo, es sobre los bienes que tienen juntos, no es por interés, sino porque a él le ha costado mucho construir el imperio que tiene hoy en día, y para eso estoy yo, para protegerlo y hacerlo sentir seguro, porque ya le he dicho que yo soy su hogar y debo cumplir mi función, el que él tenga un hogar de verdad y aprenda a confiar en mí.
—¿Qué haces?—dijo Massie, quitándose las gafas de sol que llevaba y tomándose el tercer café del día.
—Viendo unos asuntos, chica. ¿Cómo llevas el tema de la resaca?—me río fuerte y todos voltean a ver.
—¡Cállate, Ari! Nadie sabe que vengo de fiesta.
—¿En serio? ¡Massie, por Dios! Todos saben que vienes de resaca.
Empieza a querer reírse pero le duele demasiado hasta el cerebro, yéndose a sentar y recostar un poco en lo que yo sigo averiguando el tema que me tiene pendiente, pero Marco entra a la oficina general, haciendo a que todos nos pongamos de pie, recibiendo a Taki.
Solo de recordar lo que hemos hecho anoche, me pongo demasiado caliente.
Cerré las pestañas de lo que estaba buscando, cuando él pasa por mi lugar, serio y frívolo, ya me he acostumbrado a que su faceta de jefe gruñón, la tendrá aquí siempre, aunque le costara la vida.
—Bueno, jóvenes ilustres, la otra semana, el día viernes, estaré ya dando el veredicto de como estuvieron en sus prácticas, desde ya les doy las gracias por sostener en buen pie la imagen de Nakamura’s Legacy Co. Para nosotros ha sido un gusto enorme tenerlos aquí y compartir conocimientos, experiencias y hacer amistades, realmente por ustedes es que Legacy se ha mantenido en un buen status a nivel Tokio, e internacionalmente. Así que, los quiero preparados el otro viernes y espero no me odien, aquí todos somos justos y recuerden que, para los que no se queden, llevan buenas recomendaciones y se tratará de ponerlos a las mejores empresas del país o incluso, solo con que la carta de recomendación y la referencia de Nakamura’s Legacy este en sus hojas de vida, cualquier empresa se peleará por tenerlos en su equipo. Eso es todo, feliz día—expresa, mientras los demás estan casi muertos del miedo.
Yo también tengo miedo, pero debo luchar más por mi estadía, así que comienzo a diseñar más cosas, a maquetar instructivos y planear otro juego para el futuro, sé que sería la secuela de este primero que he lanzado y es que no es solo lo administrativo, sino que tengo que siempre estar en el área de barrido y limpieza, porque así aprendería más.
(***)
Los días han ido pasando, nuestras horas se han limitado nada más al trabajo, y eso tiene estresada a Taki, ya que ahora que podía tener todo el tiempo y mi cuerpo para él, el tiempo era muy limitado y estuvimos esos días quietos, sin hacer nada, solamente besos provocadores en la oficina, tentaciones de vez en cuando en ese horario laboral y con las ganas enormes de bajarle esa ansiedad a mi japonesito guapo.
—¿en que trabajas?—se acercó Edward, viendo mi trabajo.
—la secuela de mi videojuego…—dije incomoda, aunque debo soportarlo porque era mi amigo a la larga, ósea, compañero de trabajo y para mi suerte, hijo de mi futuro suegro.
—¿crees que puedo ayudarte?
—Bueno, no veo porque no, está bien.
Él empezó a ayudarme a modificar unos códigos que estaban mal digitados y empezamos a armar unos mundos mejorados, con mejores gráficos y mucho más movibles que los anteriores, fue tanto la química trabajando, que la hora se nos había pasado, en cuanto iba a moverme para salir de ahí, me aprisiona en la silla, tomando mi mano y besándola, para todo esto, Taki esta viendo todo, me levanto como puedo de la silla, queriendo caminar hacia la oficina de Taki, pero él está furioso, y Marco me llevó a su oficina, dejando a Edward en mi computador.
—Sabes que aquí no es para reñir, mucho menos para problemas sentimentales, deja que se le pase la loca a ese hombre testarudo y hablan en casa.
—Es que ese es el problema, que ya casi no pasamos tiempo juntos, el está en otra cosa y yo igual y ya no quiero estar así, ¿sabes que me pasa cada que pasa esto? Me dan ganas de olvidarlo pero… solo faltaría un detalle…
—¿Qué detalle Ariadna?
—Dejar de amarlo como lo hago, haciéndome sentir como un souvenir que solo lo está tratando de hacer feliz, la distancia no es buena para ambos y eso me genera ansiedad, queriendo no despegarme de él un solo instante.
—Te entiendo Ariadna, pero esto es mejor así como lo llevan, sin algo tan con compromiso.
Que Marco me dijera eso, ha hecho que mi corazón se sienta peor, exponiendo mi lado más loco y vulnerable, temiendo ser engañada y que él me haya mentido durante ese tiempo.
—¿Crees que no me vuelvo loca por él y que él no siente lo mismo por mí?
—A ver Ariadna, cálmate… sabemos que eres el delirio y el amor secreto de ese hombre, pero obviamente aveces debe haber un balance y esto se está tornando tóxico.
—No lo creo, pero tengo miedo.
—¿ Miedo de que? —pregunta Taki entrando a la oficina de Marco.
Editado: 02.10.2024