El Amor Secreto Del Ceo

Él, es mío.

Estando ya en tierra estadounidense, me dirijo al hotel en el que estaré por solamente 48 horas.

Me sentía demasiado confiada, tenía la clara idea de tener todo bajo control y así mismo, poder hablar con ella y darle lo que pedía, tratar de entenderla porque ante todo; el diálogo.

Me descansé un poco, llamé a mamá urgentemente porque necesitaba un consejo de mujer a mujer y quién más que mi padre para apoyarme aunque mi padre también era alcahuete, pero obviamente él me mataría si supiera el porque estoy aquí en San Francisco.

—Sabes hija que puedes contar con nosotros para lo que desees y en cuanto lo desees, pero se me hace injusto que quieras arreglar esto a tu modo sin decirle nada a él.

Sabía que mamá entraría por ese lado lógico y que si bien, ella podía entenderme, también se pondría de lado de Taki.

—Mamá, yo se que… —ella me interrumpió, con esa mirada que solo ella podía hacer cada que estaba modo mamá gallina.
—No sabes nada Ariadna, te fuiste sin saber que es lo que realmente está pasando en ese matrimonio y además; solo por tus obstinados impulsos estás ahí… ¿yo por que no sabia esta situación?—preguntó.

—mamá, ya estoy grande, es solo que las cosas se dieron así, y ya estoy por volver a Madrid para entregar mi tesis y quedarme de nuevo en Tokio, si quiero ser feliz, debo enfrentarla a ella.
—Eres igual a tu padre, no hay quien te quite esas ideas de la cabezota.

Empecé a reír, pero ella si estaba molesta, era obvio, nadie querría un hombre con pasado para su única hija, pero él era único, era mío.

Terminé de hablar con ella dejándola tranquila y no delatando a Emilio, pero le pedí que si Taki llamaba o algo, respondieran que estaba en Manchester, junto a mi primo. Ella no quería pero aceptó a la larga, nos despedimos y empezó entonces el plan de ayuda para mi chico.

(***)

Le envio mensajes a Taki, diciéndole que estoy bien y que ya mañana regresaría por la noche, o en su defecto, por la madrugada de lunes, él está triste de estar solo, lo noto en su semblante pero esto es por sí bien.
—Te amo, no lo olvides..
—También te amo y te necesito… profundo, como siempre.
—Eres una pervertida.

Sonrío y le envío un beso, pidiéndole que descanse, me ducho y me pongo un conjunto de traje formal, dejando ver el toque elegante que mamá tenía para estos diseños, obvio, sin preocupación lucía sus diseños.

Salí rumbo a la oficina donde Taki llevaba sus trámites y en especial, este.

Llegué a la recepción y una bella chica me atendió, me sonreía a cada momento con un toque dulce y pícaro, ya sabia yo por donde iba, pero se moriría en cuanto yo hablara.

—Llegamos, Señorita hermosa, aquí puede esperar al equipo de trabajo del señor Nakamura.
—Muchas gracias, eres muy atenta.
—A una mujer bella como usted, no se le puede negar nada—dijo en modo de flirteo, comencé a reír y entonces hablé.
—Soy la futura esposa del señor Nakamura, lo digo para no crearte algún tipo de ilusión conmigo, entiendo tu modo de coqueteo, pero no es que no seas mi tipo, me gustan los hombres….

Ella se encendió como una bola de fuego, su rostro era totalmente rojo de la vergüenza, pero no dijo nada más y salió de esa sala de reuniones.

A los minutos entra uno de los abogados, Armand Clark, se presenta conmigo y por consiguiente, a los demás miembros del séquito de abogados que llevaban el caso de la separación de Taki, les expuse el caso y ellos empezaron a hablarme sobre lo que él había venido a hacer hace unas semanas atrás, entregándole la mitad de su empresa a esa mujer, el dinero que pedía que era absurdo… ¿Quién necesita diez millones de dólares en menos de un mes? Era algo patético, pero también algo muy raro.

—Menos mal, el señor Nakamura-San, padre del señor Taki, vino a impedir eso, nosotros hacemos lo que el cliente solicita, pero esta vez, todos estábamos en desacuerdo, no podíamos permitir que el señor Nakamura renunciara a la mitad de sus bienes, no es justo.

—Entiendo, y por lo mismo, hoy estoy acá. Necesito que citen a la señora Akira, yo negociaré con ella de ahora en adelante.

Ellos asintieron y yo saque el arma indicada para esto y, esto hacia a que amara más a mis suegros, porque hasta hace unos días, el señor Nakamura descubrió que en una de las proformas del contrato del matrimonio, habla sobre la infidelidad, si alguna de las dos partes fuese infiel, pierde los derechos absolutos sobre los bienes que se hayan construido en matrimonio, y, también estaba firmado por Akira.

Flashback:
—Hija, ¿estas segura que harás esto sola?
—Si señor, necesito librar a Taki de esto y ahora que tengo estos documentos legales y la firma de los cuatro, validándola un año después, podemos analizar algo que haya en el contrato, alguna proforma que nos arroje algo. No lo sé.

El papá de Taki comenzó a leer detenidamente el documento, cuando empezó a gritar en chino, diciendo que Dios y sus ancestros eran los que estaban ayudando a su hijo en esto y que no sabrían como pagar este favor y milagro.

—¿Qué pasa?
—Mira lo que dice el renglón 12.5, sobre los bienes hechos en matrimonio y el renglón 11, sobre la infidelidad, aunque pruebas no hayan muchas, podemos hacer que ella cante, confiese lo que pasó con… con mi otro hijo y que esa abusadora quede expuesta.

—Esto es… esto es ¡maravilloso!

Me levanté del sofá y abracé a mi suegro, mientras su mamá terminaba de arreglarme el vestido que casi rompo el día estaba molesta con Taki.

—Salgo el fin de semana a San Francisco, ya esta decidido, siempre les estaré informando, gracias por la confianza.

Terminé comiendo galletas y tomando té con ellos, me fui a casa y escondí los papeles con mucho cuidado y sigilo.

Fin flashback

Ahora todo tenía sentido, su estado y que la llamaran de emergencia para que llegara a negociar con “Taki” dando el último veredicto y esperando tener buena recepción de su parte.




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