Narrador omnisciente
A veces el amor sufre de obstáculos que son netamente necesarios para poder trascender barreras, para poder fortalecerse y regresar lleno de energía y de amor duradero.
Nos vivimos preguntando en la vida el propósito por el cual estamos hechos, por lo que hemos sido enviados a este mundo lleno de muchísimas aventuras, situaciones difíciles y que algunas de ellas han marcado el proceso de esta; el detalle aquí seria ¿Por qué nos vivimos cuestionando esta parte de esta? Simplemente, creo y considero que debemos priorizar una de tantas cosas; amar sin presión y sin pedir nada a cambio y sí, si la vida te devuelve por lo menos una parte sin que tú lo esperaras... es ahí donde sabes que el propósito tuyo era amar sin condición alguna y repartir un poco con el mundo y los seres que necesitan de ti en su vida.
En este caso, Taki y Ariadna habían pasado, por tanto, por algo difícil desde el inicio y habían reforzado lazos de esperanza, de confianza y de complicidad, algo muy difícil de encontrar en este trayecto llamado vida, pero, que esta singular pareja había logrado completar y ahora dedicarían parte de su vida a hacer de este mundo una mejor estancia para ellos y el fruto del amor puro que había crecido entre ellos.
Un inicio complicado para una sociedad que espera que el mundo se perfeccione a tal manera de no importar los sentimientos del otro, del ser humano que se refugia en el sentimiento del deseo y no hablando de deseo sexual ni carnal, sino el deseo de ser comprendido, amado y protegido ante tanta indiferencia y soledad.
La soledad en parte filosófica es un privilegio y se dice que, “en esta vida debes aprender a sentirte completo estando solo, si dominas eso, lo dominas todo”, esa era la base de amar para no sufrir, aprender a corregir tus inseguridades, a tener amor propio y soltar para no volver a ver esos demonios que te han atado en un pasado.
Ambos enamorados habían superado un poco este tema, aun les faltaba saber que a la vida no la enseña nadie, que todo caía por su propio peso y, prosperar estando lejos.
La vida volvió a unirlos demasiado fuerte, un lazo de sangre inquebrantable y que les ayudaría a terminar de madurar, de sentirse plenos y de confiar sin hacerse esclavos de su propio amor tratando de averiguar quién había sido el verdugo de la situación, a perderse para luego encontrarse, y así había sido.
Después de su mini luna de miel en el yate y de pasar amándose piel con piel todo el transcurso del fin de semana, la feliz pareja volvió a casa, recargados de amor y felices de compartir con la familia una propuesta de matrimonio que aun no era la oficial, porque Taki Nakamura tenía algo muy especial que darle a su amada sakura, y tenía que pasar un tiempo para que este se llevara a cabo, la familia felicito alegremente a la pareja de enamorados y festejaron así el anticipo del triunfo que se saboreaba a escasos meses o quizá hasta años.
–Adoro sentirte tan mio, por fin– Ariadna estaba atrapada entre los brazos de su amado, viendo como sus hijos empezaban a gatear para después echarse a la andada.
–El tiempo lo acomoda todo, amor– El joven empresario se sentía completo, aunque no del todo.
Habían pasado ya dos meses y ambos habían acordado regresar a Japón en un tiempo estipulado, aunque la promesa de vivir en New York se había aplazado por la comodidad que habían tenido en Roma, pero que ya era tiempo de volver, así como a la madre de Ariadna le había tocado dejar sus raíces en Florencia para crecer en el ámbito empresarial al lado de su esposo.
–Los niños van a adorar Tokio y el bullicio de la ciudad, aquí es demasiado tranquilo y siento que me estoy volviendo loca.
–Amor, calma, aun sigo acomodando las cosas, nos movemos con el tiempo y te prometo que de este primer año no pasará, además, esta es la primera navidad que pasaremos juntos en familia, y yo, amo a toda tu familia.. Es más, mis padres también anhelan venir a Roma para estar todos juntos.
Se que quieres trabajar de lleno y lo entiendo, solo déjame acomodar las cosas para nuestra llegada, quiero que tú y mis hijos estén cómodos y más que todo, estén seguros y sin que nadie les haga daño.
Ella le dedicó una mirada de ternura, enrollo sus dedos con los de su amado y siguieron contemplando a los rollizos que tenían como hijos, conversaban todo el tiempo y Taki ya tenía todo listo en Tokio, pero la navidad había sido dolorosa para ellos hace ya un año, y él quería cambiar eso, quería que esta vez fuera todo diferente, todo especial.
Kayo y Marco habían sido su mayor apoyo y los aleros que el japonés necesitaba para terminar por fin con la espera de la propuesta oficial de amor, de una manera original y digna para su bella y extraña flor de cerezo que para él cada día se ponía más hermosa, florecía con más dulzura y con ansias de comerse el mundo.
–¿entonces necesitas que lleguemos en un mes?
–Así es, ella deberá jugar un nivel diario hasta que llegue el ultimo nivel disponible, el nivel veinticinco será el que debe testear, la mantendré ocupada hasta ese día, espero no se lo imagine.
–Claramente no lo notará y créeme, hermano, esto será aparte de la muestra de tu amor, algo que la mayoría de gamers quiera vivir con sus futuras parejas.
Los amigos estaban felices del gran paso que Taki estaba a punto de dar, haciendo más que participe a su futura mujer como Dios mandaba y ese pequeño impulso de hace casi un año y meses de los que llevaban juntos le había tomado elaborar una de las propuestas más ingeniosas del tiempo, encargándose de los gemelos que cada día estaban más grandes y robustos.
(***)
esa noche del treinta de noviembre, los amigos y socios de Taki aterrizaban en Roma, emocionados de llevar con ellos algo tan importante que cambiaría la vida de su amigo y de la empresa, además obtendrían la aprobación de una de las mentes más capacitadas de todo su departamento creativo y que les había brindado tiempo de gloria con la bilogía de sus juegos a través del tiempo.
Editado: 02.10.2024