Taki
En un tiempo conservé una esperanza muy, pero muy tonta de que Akira regresaría a mí, perdonar lo que había hecho con Edward y que solamente sería un tropiezo más, que saldríamos de esta situación, lo confieso.
En la vida o más bien, en ese tiempo se me había hecho algo difícil socializar y hasta si me caía una aventura la rechazaba o follaba, pero luego me sentía culpable, hasta que llegó el mejor momento que había sido descubrir las verdaderas intenciones de aquella mujer que me había defraudado.
Pase de cama en cama, follando mujeres de mi interés y no con cualquiera, hasta que me calmé, me enfrasqué en el trabajo y de eso nació Nakamura´s Legacy Co.
Hoy, al retroceder el tiempo, agradezco a la vida por el momento en el que me encuentro ya que, si esa mujer y el loco de mi medio hermano no hubiesen hecho eso, hubiera vivido toda mi vida engañado, viviendo un martirio y siendo infeliz.
Hoy, una noche de navidad, le propuse matrimonio de una manera especial a mi bella novia, a la madre de mis hijos y que, hoy por hoy, seguíamos luchando por nuestra felicidad, juntos trabajando como equipo, como una pareja enamorada y todos los días manteniendo la llama de la pasión viva.
Nuestra familia se había agrandado, ya no éramos solo Taki, Ariadna y los rollitos de sushi, éramos toda la familia de mi futura esposa y mi familia, mis amigos e incluso este bendito país.
De las veces que lamenté que un día habido sido feliz y me habían arrebatado “mi felicidad”, hoy entendía que solo me habían brindado la oportunidad de iniciar de cero, de creerme que lo que sentía hacía esa chica era amor y no sólo había sido una aventura prohibida.
Recordé aquella noche en el Izakaya, cuando nuestras miradas se conectaron inmediatamente y nuestra mirada era la que hablaba por nosotros, llevándonos a hacernos uno solo en esa cama, a darnos el bálsamo para curar nuestras heridas del pasado, porque ella también debía sanar varias cosas y lo fuimos haciendo poco a poco; yo llevándola al límite y ella haciendo a que rompiera las reglas para ser feliz.
No me arrepentía de nada, no me daban ganas de llorar de nostalgia, sino de la felicidad de ver como todos festejaban en la proposición de nuestro amor, de lo que solo ella me hacía sentir.
–Quien diría que estuviéramos así hoy por hoy.
–Nadie que no nos conociera dudaría en que hemos hecho de todo para estar juntos, que hemos logrado asentarnos y comprendernos como una pareja que, aun trabajando en su solidez, estamos más enamorados y locos que nunca.
Estábamos bailando un vals, mientras que el primo de Ari hablaba con Sídney, mis padres cuidaban de los bebés y mis suegros y los abuelos bailaban en el salón, todo era felicidad en ese instante, quería congelar el tiempo para seguir así, sin que nada ni nadie nos apartara de ese abrazo eterno, “another rain” era la pieza que nos acompañaba en ese momento, mientras nuestras miradas seguían expresándose muchas cosas de amor, porque esto si era amor.
–Te imaginas lo que hubiera pasado si no nos hubiéramos conocido en ese avión…
–O en ese Izakaya, o no irme contigo al ático… no sé qué sería de mi vida y de mi corazón sin ti, de mi vida sin mis hijos, si todo esto no hubiese pasado Taki Nakamura, no sé qué estaría haciendo con mi vida.
–estuviéramos sumergidos en lo que éramos antes; nada.
–Cada día agradezco más mi impulso de viajar a Japón, de amar mi carrera y de apasionarme por lo que hago, porque si no hubiese sido por eso, no estaríamos aquí, festejando nuestro compromiso.
La vi con total admiración, la abracé y terminó el vals, pasamos a cenar, todos contentos y dedicándonos brindis por nuestra felicidad, Kayo se disculpó con nosotros ya que atravesaba un momento complicado con su corazón, definitivamente no preguntaríamos por ahora por su historia con ese piloto, pero más adelante, cuando ella haya sanado, estaremos dispuestos a escucharla y apoyarla, así como lo hizo conmigo cuando la encontré como una amiga y me ayudó a avanzar para el bien de Ariadna y el mío, sin saber la sorpresa doble que me esperaba aquí en Italia.
Todos nos despedimos y cada uno volvió a sus habitaciones, dejando todo así para que mañana los colaboradores tomaran el control de la casa, los dos llevamos a nuestros pequeños a dormir, estaban rendidos de tanto intentar caminar y es que eran persistentes como su madre, muy optimistas y eso era hermoso contemplarlo porque en esas personitas pequeñas, podíamos ver que era la mezcla de dos seres que se amaban hasta el tuétano y que cada uno llevaba la mitad de nuestra esencia.
–“Duerme, duerme mi pequeñito, duerme, duerme mi amor, que es hora de reír junto a las olas del mar”–.
Escuchar a Ariadna arrullando a los pequeños, era para morirse de amor, había elegido a la mujer perfecta.
Esa noche hicimos el amor hasta amanecer, reafirmando todos nuestros planes, nuestros deseos más sinceros y planeando un futuro lleno de metas por cumplir.
(***)
Se llegó febrero, aun estábamos esperando celebrar el primer año de los gemelos, en marzo viajaríamos a Tokio para mostrarles la casa en la que viviríamos después de la boda y de la luna de miel que nos habían regalado los chicos, Ariadna quería una boda pequeña, pero no había contado con los amigos de su papá, los amigos de la universidad y muchísima gente eran alrededor de ciento cincuenta invitados y la boda seria en noviembre. Todo estaba marchando bien, El juego original seria lanzado el catorce de febrero, día del amor en algunos países y estados, completado a varios mundos y gracias a las modificaciones de mi prometida, quien estaba feliz y orgullosa de haber sido pieza clave y de inspiración para ese trabajo, la prensa esperaba ya mi regreso a Japón para entrevistarme y saber lo que había pasado en un año, el cual yo seguía trabajando en mi empresa pero desde lejos, nadie sabía el motivo por el cual el CEO de Nakamura´s Legacy Co, se había distanciado tanto del ojo público, trayendo consigo a una bella familia.
Editado: 02.10.2024