Comienza.
Un par de gotas ácidas empapando las páginas con sátiras, son lágrimas que delatan una mente callada.
Pero grita.
Una época dramática, irónica, y romántica, donde dos infinitos se juntaban para forjar una nada.
Debilita.
Odiaba la semántica, las propuestas sarcásticas, la separación válida, las mentiras inéditas, las verdades a la mitad.
¿Por qué te escribo sin mirar?
Ya supe lo que iba a pasar.
Nunca hubo la necesidad de separarnos al igual que un par de aves que, recuperando algo de viento se divorcia el sentimiento que en algún momento hizo que ambas volaran.
Y me irrita.
Las palabras ya no encajan con lo que quiero decirte, quizás para ti es un chiste, pero juro que es verdad.
Ya no puedo ni mirar las cosas que más me encantaban, por pensar que ya no existen porque te fuiste sin más.
Un corazón vagabundo, un poema medio escrito, sentimientos muy profundos fue lo que te pude dar.
Y maldición, me atormenta tu decisión, sigo sentado en el sillón con una soga en la garganta y pensando "no llores más."
Y respira.
Porque nada va a cambiar. Tú ya te fuiste y te llevaste el retrato de un alma que murió ipso facto en el intento de amar.
El sufrimiento se encargó de hacerle un buen funeral. Le prometió cero contacto a cambio de felicidad.
Y se quedó a la mitad, porque esa alma que no entiende que es peor seguir llorando frente a aceptar y soltar.
Se volvió muy egoísta, también se volvió nihilista, por querer de vuelta todo lo que no supo apreciar.
Y hoy volvimos a vernos, usando vestidos y ternos; no contentos con lo nuestro, pero sin ganas de más.
Tu hacías un luto por tu amor, yo comprendía tu decisión, y sin embargo no te daba la razón porque pudimos funcionar.
Estaba claro que un día nuestras miradas volverían al lugar donde solían ver el espectro lunar.
Pero temo que ese día nunca llegue, porque sabes que te extraño y no te lograré olvidar.
Aún espero que regreses con dos flores en las manos, diciendo que me extrañaste, como yo te había extrañado.
Yo sonrió finalmente, con mi sueño realizado; y te hablo con sentimiento, te abrazo de diccionario.
Mientras tanto puedo verte nada más en unos sueños; en los tantos recuerdos que me atormentan a diario.
Puedo jurar que te siento, tus besos siempre son tan cálidos, no extraña que ahora se los des a otro, queriendo olvidar mis labios.
Y me invita.
A olvidarte un poco más. A ser algo más realista. Porque no sé si te esperaré y tú nunca volverás.
Y por fin pude aceptarlo; listo para hacer mi vida. Quiero romper el contrato, ya quiero dejarte en paz.
Como se rompió en sonrisas, unos ojos cristalinos, que brillaban solo al verte. Dios sabe que te amarán.
Pero la noche hizo el amor con los momentos más contentos, y entendí que no me amaste, solo amaste mi amará.