Odio los fines de semana.
Siempre lo he dicho y lo diré.
Bueno antes no era así.
-No creí que debas tomar tanto-mi hermano pequeño observa a mi mamá la cual esta en la barra de la mesa bebiendo directamente de una botella de cerveza.
Ella no le responde solo sube más el volumen de la música provocando que yo haga una mueca ante eso.
-¿Qué?-exclama mi mamá viendome-¿A ti también te molesta la música como a tú papá?.
Ni siquiera respondo a su pregunta. Prefiero evitar una posible discusión.
Y para ello tengo que ignorarla.
Mi papá salió no hace más de una hora y no a llegado aún.
No lo culpo,siempre que ni mamá comienza a tomar se convierte en una persona totalmente diferente.
Y el prefiere evitarla.
Siendo sincera no veo porque algunas personas ven el alcohol como su "escapatoria".
Nunca lo entendí.
Y por algo lo odio.
Más bien,odio a las personas bajo el efecto de alcohol.
Subo a mi habitación cerrando la puerta a mis espaldas y al entrar veo a una pequeña figura debajo de más sábanas de mi cama.
¿Cómo llego ahí?.
Levantó con cuidado las sábanas y un par de ojos verdes me observan temerosos.
-¿Qué estás haciendo ahí bonita?-la tomo entre mis manos y ella maúlla como respuesta.
Es casi del tamaño de mi mano,solo que algunos centímetros mas grande.
La subo más arriba de la cama acostándome a su lado.
Me coloco los audífonos y desbloqueo mi celular yendo a la aplicación de WhatsApp y veo algunos estados.
Por lo que veo todos salen de fiesta o con su pareja o amigo.
Vaya..
Yo en cambio prefiero estar encerrada rodeada de libros.
Waos.
Sigo pasando los estados uno por uno viendolos con desinterés hasta que mi puerta se abre de golpe y veo a mi mamá entrar a la habitación.
-¿Pasa algo?-digo quitándome los audífonos.
-¿Me llevo sueter?-pregunta mi hermano asomándose por el umbral de la puerta y ella asiente.
-Llévate lo que quieras-le responde ella y cuando su mirada cae en mi sonríe-Oye cariño..
-¿A donde van?-inquiero mientras me quito los audífonos.
-A algún lugar del mundo-dice ella y comienza a reir.
No digo nada y la veo esperando a que se vaya.
Como dije,me molesta hablar con personas ebrias.
Simplemente es..fastidioso.
Y ella y mi padre no son la excepción.
-Ponte suéter-dice luego de unos segundos y camina hacia la puerta.
-¿Para que?,frío no hace.
-Afuera si.
Frunzo el ceño confundida.
-Que yo sepa no iré afuera.
-¿No iras a la fiesta conmigo?-.
Mierda.
No se de que fiesta habla.
Paciencia Alysa,paciencia.
-¿De que fiesta hablas?.
-A la que me acaban de invitar justo ahora-sonrie.
Cuando entiendo por fin siento una leve presión en el pecho.
Ella siempre hace lo mismo.
No le basta con tomar y ponerse ebria en casa,sino que también se va en busca de más cerveza con sus amigas o sabrá Dios a donde.
Mi hermano pasa por enfrente de la habitación ya con un sueter puesto.
-No te puedes llevar a Dariel-le digo y ella frunce el ceño al oír esto.
-¿Por qué no?,el quiere ir.
Si pero el siempre quedra ir a donde tu estés.
-Ya es tarde,¿Qué fiesta hay casi a las dos de la mañana?
-Mmm-murmura ella-tú también.
-¿Yo también que?.
-¿También piensas que me voy a ir con alguien?,¿Quien te dijo esa estupidez?,¿Tú papá?.
No digo nada.
Solo me quedo confundida sin entender nada.
-¿De que habla...
-¿También piensas que la que está mal soy yo?,¿Qué hay de tú ppapá?.
Me quedo aún más confundida.
-No se porque solo ves mis defectos y no los de él, no es un santo tampoco. Me reclamas a mi por ir a una fiesta a las dos de la mañana pero..¿Y él?. Ni siquiera sabes donde está.
Me sorprendería esta actitud repentina en ella pero al contrario,ya es algo normal siempre que hay alcohol en su sistema.
-Se fue porque no te soportaba,no hay mucho que decir sobre él-digo ya algo cansada de la situación y eso parece enojarla.
Pero me da igual.
Ya me acostumbre.
-Como siempre de su punto lado-suelta enojada.
-No estoy del lado de nadie-digo frustrada -ahora por favor sal de mi cuarto que tengo que dormir.
Se queda de pie mirándome y veo el enojo claro en sus ojos.
Me levanto de la cama caminando hacia la puerta invitandola a salir.
-Sabes...-dice ella mientras me ve de pies a cabeza-eres igual a tú papá.
-¿Se supone que esa es una ofensa?.
-Si. Porque al verte a ti lo veo a él y no hago más que odiarte.
La observo en silencio sin decir nada.
-Ah-exclama-y no nos esperes. No creo llegar temprano.
Cierro la puerta apenas sale de la habitación y sostengo la manija de metal con fuerza.
Un nudo en mi garganta se forma pero trato de calmarme.
-Esto no me puede afectar-me digo a mi misma mientras recargo la frente en la puerta-no es nada..
Si no es nada.
¿Por qué duele?.
La música se detiene y seguido de esto la puerta se escucha abrirse.
Se han ido.
Camino nuevamente hasta mi cama y me siento en ella.
Me quedo viendo el suelo fijamente hasta que mi visión comienza a nublarse.