-Alysa..
-No.
-Alysa.
-No.
-¡¿Pero por qué no?!.
-¡Que no me voy a poner esa cosa tan horrenda Mateo!,¡Ni siquiera es negra!.
El castaño me mira haciendo puchero mientras pone ojos de cachorro triste.
Se lo que hace. Pero su cara de niño bueno no serviría en estos casos.
-Te voy a sacar de mi habitación Mateo-me dejo caer en la cama y el castaño se tira a mi lado a los pocos segundos.
-Dijiste que no porque no es negra,¿Si fuera negra te la pondrías?.
Logro localizar la camisa blanca con letras doradas en la cuál dice "Tengo al mejor primo" y la otra en conjunto con "Yo soy el primo".
Ni siquiera se de donde saco esas estúpidas camisas.
-Ni aunque me pagaran me pongo eso.
-¿Por qué?,¿Tan feas están?.
-No es por eso,pero te estás alagando a ti mismo-giro mi cabeza aún lado y el hace lo mismo viéndome-¿Quién te dijo que eres el mejor primo?.
Apenas digo esto y se levanta de la cama indignado.
-¡¿No soy tú mejor primo?!-pone los brazos en jarras enojado-¡Pero somos casi hermanos!,¡Nos hemos criado juntos!.
-Por desgracia.
-¡Siempre te cumplo tus caprichos!.
-No me has comprado mis cien libros.
-¡Caprichos de comida!.
-Aah bueno. Esos si.
Saca la funda de su celular tirandola al suelo y luego de esto sale de la habitación.
Mateo es mi motivación para no tener novio.
Escucho el sonido de sus zapatos al bajar cada escalón de las escaleras y no me queda de otra que levantarme para ir y reírme de su berrinche.
-Cupy-un pequeño maullido se escucha desde la puerta de la habitación y veo a la pequeña gata blanca que me observa con curiosidad-¿Y Mateo?.
Como si la gata pudiera contestar.
Pero en mi mente dijo:
Allá abajo haciendo su drama.
Bajo las escaleras con un poco mucho de flojera y en cada escalón pienso en lo mucho que extraño la uni.
Tercer día de vacaciones y ya quiero volver.
No me culpen,era mi única vida social.
Al llegar a la cocina casi que abro la boca de la impresión al ver la imagen que tengo frente a mi.
-¿Y ella que te dijo?-mi mamá le pregunta sonriente al castaño sentado frente a ella.
Mi papá solo observa con algo de diversión hasta que su mirada cae en mi y luego de unos segundos los tres voltean a mi como si yo fuera la causante de todos sus males.
-¿Por qué no aceptas el regalo que te hizo tú primo Alysa?-pregunta mi mamá y pongo los ojos en blanco divertida.
-¿Ya se vino a quejar de eso?-me siento a su lado recargando los brazos sobre la barra de la cocina.
-Solo les informe de tu mal comportamiento-me dice el castaño a mi lado,¿Verdad tío?.
-Si te veniste a quejar-informa mi papá.
-¡Ves!-señaló a mi papá-él siempre dice la verdad.
-Qué chismoso-murmura mi mamá y mi papá la observa indignado.
Mateo sigue discutiendo con ellos y yo veo a la pequeña Cupy caminar dentro de la cocina.
¿Por qué..todo se ve tan normal?.
-¿Tan mal esta la camisa?-pregunta mi mamá y Mateo niega de inmediato.
-¡Esta hermosa!-chilla él.
-Dice "Tengo al mejor primo" en letras doradas-mi papá hace una mueca de asco mientras que mi mamá comienza a reir.
-¡No da risa!-me quejo-pudo haberme regalado un chicle y yo lo aceptaba,pero eso no.
-No seas grosera Alysa-mi mamá se sienta frente a mi-aceltale el regalo a tú primo.
Hay tres pares de ojos viéndome fijamente y después de algunos segundos así, me rindo.
-Bien..
El castaño a mi lado se levanta del banco y sube rápidamente las escaleras,en cinco segundos está de nuevo a mi lado mientras me entrega la camisa que me trajo como "regalo". Yo diría tortura.
-¿Esa es..-mi papá ni siquiera logra terminar la frase ya que esta demasiado ocupado aguantandose la risa.
-El regalo-completa Mat orgulloso.
-Esta linda-le dice mi mamá y yo la veo con los ojos entrecerrados.
Mentirosa.
-¿Qué vamos a comer?,tengo mucha hambre...-mi hermano menor entra a la cocina y se calla apenas ve la camisa que tengo entre mis manos-¿Qué es eso?.
-Su regalo de cumpleaños.
-Mi cumpleaños es en Octubre.
-Regalo adelantado entonces-dice Mateo sonriente.
Mi hermano se queda unos segundos procesando algo en su pequeña cabezota ya que veo como se le ilumina la mirada como niño traviesos y entrometido.
-Qué probabilidad hay...
-Ah no-me levanto de la silla pero mi primo me agarra del brazo deteniendome.
-De que salgas con Mateo ahorita mismo con esas cosas puestas-completa él y yo niego.
-Ninguna. Adiós.
-¿Tienes miedo de perder?-me reta mi papá y yo alzó una ceja.
-Yo nunca pierdo.
(.....)
Bien.
Siempre pierdo.
Pero admitamos que esa frase se vio con mucho poder cuando la dije. Me hizo ver segura de mi misma.
Y por un momento creí que tenía esa suerte qye nunca suelo tener. Qué ilusa verdad.
-¿Cómo te sientes?-pregunta Mateo a mi lado mientras mete las manos a las bolsas de su pantalón.
-Como si estuviera en una exhibición de un circo.
-¿Por qué dices eso?.
Señaló con la mirada al grupo de personas que van por la acera de la calle mientras leen el estampado de la camisa que ambos traemos y luego de eso ríen.
-Quizás les guste nuestras camisas-se encoge de hombros y yo sonrió.