Me recargo en la barra de la cocina mientras sigo con mi mirada sobre cierto pelinegro sentado en el sillon de mi sala.
Ve a su alrededor con algonde curiosidad pero aún así no menciona nada,así cómo no lo hizo en todo el camino de regreso aqui.
¡Ni siquiera sabe dónde vive!.
Tampoco es cómo qué este pensando mucho en estos momentos. Tanto qué lo traje a mi casa sabiendo qué mi mamá y mi hermano se encuentran durmiendo en los cuartos de arriba.
Mientras no se despierten todo bien...supongo.
Salgo de la cocina y me dejo caer a un lado de Nick él cuál pone su mirada en mi.
-Oye-dice él a mi lado y volteo a verlo.
Sus ojos están algo rojizos debido al alcohol qué ha tomado y se ve completamente diferente a su yo normal.
Creo qué no cabe recalcar lo mucho qué odio lidiar con personas ebrias.
He creado una incomodidad con eso debido al ver amis padres así la mayor parte de mi infancia al tener que soportarlos día a día.
Aún así Nick no tiene culpa de ello y si acepte ayudarlo creo eso es lo que debo hacer.
-¿Dime?-doy un trago a mi agua mientras observo al suelo y distingo algunos pequeños trozos de vidrio qué quedaron.
-¿Me has secuestrado?.
Frunzo el ceño al escuchar aquello y niego de inmediato.
-No.
-¿Segura?.
-Si.
-Bueno. Te creo.
Me levanto nuevamente del sillón y entro a la cocina dejando el vaso de vidrio en el cual estaba bebiendo agua.
Escucho al pelinegro suspiras mientras qué su mirada está puesta sobre el suelo.
Vuelvo a ir a la sala buscando mi celular entre los sillones,pero no logro encontrarlo.
Levanto los cojines de los sillones mientras escaneo cada parte de ellos buscando mi celular.
-Oye tú-lo llamó y él alza la vista viendome-¿No has visto mi celular?.
Él ve a un lado de él y veo el color blanco de mi funda justo a un lado de sus piernas.
Tan mal no está por lo que veo.
Camino hacia el sentándome a su lado y yo desbloqueo mi celular mi celular lista para mandarle un mensaje de auxilio a Lía.
¿Ella lo aceptará en su casa?.
Tampoco es cómo qué el mismo recuerde dónde ha dejado su celular y no tengo cómo lllamar a alguien.
Y no pienso meter mis manos en sus bolsas,seria incomodo para él.
Supongo.
-No entiendo porque hice ésto de nuevo-lleva sus manos hacia su rostro cubriéndose.
-¿Qué cosa?-pregunto confusa.
-Yo había dejado de hacer ésto hace tiempo-puedo identificar algo de tristeza en su tono de voz-pero supongo que si ella vuelve, todo vuelve.
Bien ya no estoy entendiendo nada.
Tampoco es cómo qué sea decifradora de mensajes.
No digo nada y él sigue con la mirada en el suelo.
-No entiendo porque si todo estaba bien vuelve ella y me vuelve a hacer sentir así. No me gusta recordar.
Sigo escuchando con atención todo lo qué dice y apago el celular deshaciéndome de la idea de llamar a Lía.
-¿A qué te refieres con ella Nick?-le pregunto pero él no responde.
-¿Por qué sigues hablándome?-responde con otra pregunta esta vez viéndome.
-Pues si estas hablándome no creo qué deba quedarme calla..
-No-me interrumpe-hablo de otros días,de todos estos días.
Al analizar sus palabras relajo mi expresión y respondo lo más calmada posible.
-Hablo con todos. No veo qué tendría de malo hablarte de ti.
Y entonces me levanto del sillón cuando entiendo a donde va está conversación. Se lo qué le pasa,se lo mal qué está. Pero qué lo admita justo ahora...
No sé qué decir..,esta alcolizado.
Siento su mano rodear la mía obligándome a mirarlo.
-¿Ya sabes a lo qué me refiero no?.
-No todo.
-¿Cómo lo supiste?-inquiere él aún con su mano sobre la mía.
-Todo lo qué me contaste era como si tuvieras la vida perfecta. Y nadie la tiene Nick. Ahí cayó tú mentira.
Puedo decirle la verdad,lo qué yo sé y supe. Supongo qué mañana no recordará nada.
No logro decifrar mi mirada,lo qué está sintiendo ahora.
-Yo...te hable-comienza él y hace una pausa-va a sonar raro pero soñé qué lo hacía.
No digo nada y solo lo observo esperando a que siga hablando.
-El día del mensaje....no fue un error.
Me quedo estática al escuchar aquello.
Y entonces pasa lo qué suele pasar con la mayoría de las personas alcolizadas.
Comienzan a decir la verdad,a un extraño.
-Sabia qué eras tú,no Ryan.
Siento cómo mi corazón late contra mi pecho.
Mi respiración es algo agitada y sigo viendolo atenta.
Se ve vulnerable.
Demasiado vulnerable.
-Pero lo empecé con una mentira porque no tuve el valor de decirte qué sabía qué eras tú. No sabía cómo hablarte.
-¿Por qué quieres hablarme?-inquiero-¿Querías ser mi chófer y ayudarme a no atorarme en el tráfico?.
Una leve sonrisa de forma en sus labios y él conecta sus ojos con los míos.
Sus ojos cafés me observan desde abajo con algo qué no logro decifrar en ellos.
-Solo lo soñé Miller.
-Ya.
-Pero creo qué te debo pedir perdón desde ahora-me suelta la mano por fin y yo me quedo frente a él.
-¿Perdón?,¿Por qué?.
-Por lo qué pueda pasar.
Debo ver mi confusión ya qué él continúa.
-No es mi intención, créeme. No sé cómo porque lo hago pero...siempre termino alejando a las personas qué entran a mi vida.