Káiser recuerda muy bien que Fredy dijo que estaría siempre por el parque, además de recordar muy bien cómo es su motocicleta y su chaqueta de cuero negro con un polo de color blanco. Se alista para el viaje pues aún es de día y puede encontrarlo. Al salir de la casa empieza a recordar el recorrido y de repente consigue guiarse, la gente lo miraba extraño pues no es muy común ver a un gato correr en plena tarde por la calle, tras haber recorrido un largo tramo decide descansar unos momentos, cierra los ojos y de repente escucha el gruñido de un perro, empieza a ladrar. Káiser se confía pensando que todos los perros tienen su correa para que no se vayan a cualquier lugar, sin embargo se dio cuenta de que estaba equivocado. Empieza a correr con todas sus fuerzas pensando que el perro lo quiere morder y hacerle daño. Mientras huye mira los techos y decide saltar para poder escapar, para su mala suerte, son bastante altos para llegar, se escucha otro ladrido, de otro perro más grande, se siente más asustado pues su vida corría peligro.
_ Meow, mi viaje no va a finalizar acá.
Nota que está siendo acorralado en un rincón del vecindario, al sentirse tan amenazado, no tiene más opción que pelear, así que saca sus garras y siente que en su pata izquierda tiene una concentración de fuerza bastante grande. De repente ve que los perros están brincando y se da cuenta que están jugando, aun así no confía mucho, logra ver un árbol y decide correr con todas sus energías, los perros están a punto de alcanzarlo, hasta que de un salto consigue llegar a las ramas de dicho árbol. Al sentirse a salvo los perros siguen ladrando de alegría, Káiser simplemente les saca la lengua y se retira.
El viaje continua por los techos de las casas, al pasar las horas, escucha el sonido de varias motocicletas, siente que es una señal, así que hace el intento de seguirlas, luego de repente ya no escucha dicho motor, por lo que pensó que ya se habían alejado demasiado, pero resulta que sucede todo lo contrario, Káiser por fin llegó al parque y ve muchos motociclistas, se encuentra contento y a la vez confundido, pues hay muchos vehículos similares, se acerca más y más, todos lo observan y le sonríen, sin embargo hay una persona que se aleja, resulta tener la misma chaqueta de Fredy solo que ésta, está desgastada, a pesar de ello no sabía si era él pues no se había quitado el casco. Los demás motociclistas se acercan al felino para identificar su nombre. Se ve que en el collar dice lo siguiente: ‘’Káiser’’
_ Pero que nombre tan genial, de seguro te has perdido Káiser.
El felino busca seguirle el rastro a la persona de chaqueta negra, lo ve parado en su moto, y de repente esa persona se quita el casco y no era Fredy, el motociclista, pero a káiser le parece familiar ese rostro, pues tiene un cierto parecido a Fredy
_ Wow, me traes recuerdos de mi hermano, a él le encantaba ayudar a los animales. De repente estornuda. Desde que decidió ayudar a un gato negro no lo he vuelto a ver, lo único que tengo es su chaqueta y en memoria a él, compré una moto igual a la de mi hermano. Nuevamente estornuda.
El motociclista nota que el gato se encuentra angustiado, pues este sabe muy bien que él es el hermano de Fredy.
_ Veo que necesitas ayuda
_ Chicos luego los alcanzo, llevaré a su hogar al felino.
_ Está bien, alistamos los motores
Para el motociclista no es nada fácil ayudarlo, pues cada vez estornuda con más y más frecuencia, justo en el momento en el que levanta al gato, siente que debe llevarlo al monte Perusa. Lo coloca en el asiento y pregunta lo siguiente:
_ ¿Dónde quieres ir?
El felino mueve la cabeza en dirección del monte Perusa. Se queda asombrado pues el gato puede entender sus palabras así que lo coloca en la mochila y lo lleva su casa.
_ Primero iremos a mi casa antes de llevarte al monte Perusa, es muy lejos y debes viajar cómodamente.
Al llegar a casa empieza a buscar una mochila grande para poder contener al gato y que este pueda ver el recorrido, le hace unos ajustes para que los dos tengan un buen viaje, el hermano del motociclista empieza a colocarse los implementos de seguridad, cascos y rodilleras.
_ Pues tú también necesitas un casco, dejame ver, justo tengo uno de tu medida. Recuerdo muy bien cuando Fredy lo compró porque quería hacer un muñeco a escala y a pesar de que en ese entonces no me gustaba mucho las motos, me pareció una idea genial.
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Editado: 29.09.2019