CAPÍTULO 4: CAMBIO DE PLANES

Sentado a la orilla de un árbol, fumando una pipa, Ajax realizaba la vigilia nocturna. La tribu de los lobos y las ninfas ya se encontraban lejos del gran árbol, dirigiéndose más al norte hacia Orión.

La líder de las ninfas se le acerca detrás de él, tan pensativa y preocupada le preguntó:

—se muchas cosas, pero en mis visiones no puedo ver nada sobre mi casa, "El gran árbol".

—Tú sabes mucho y yo poco, cuando me dirás qué diablos significa este amuleto —le respondió Ajax.

—Mira, una vez tú dios Lupus fue traicionado, no sé por quién, pero debemos llevar ese amuleto a la montaña del lobo —le dijo mientras se le acercaba cada vez más y se sentaba a su lado.

‹‹El me contó, que fue ahí donde lo traicionaron y lo encadenaron en otro plano existencial, digamos que, en una prisión, ese amuleto contiene el poder del dios Lupus y tú lo llevas como collar en tu cuello, por eso los demonios lo buscan tanto ya que esa fuerza puede ser utilizada como un portal, para que las criaturas del infierno lleguen a la superficie. Los demonios no pueden estar mucho tiempo aquí, durante unos meses morirían desintegrados y hechos cenizas, necesitan un poder así tanto como un portal y como para protegerse, así ellos estarán aquí de manera permanente››

—Y por qué no lo liberaste tú desde un comienzo en vez de ofrecérselo a mi padre —evocó Ajax.

—Aun no era el tiempo, en una visión Lupus me ordenó que fuese así —le dijo Minerva.

—No entiendo a los dioses y sus planes, nosotros somos los instrumentos de sus tontos juegos —reflexionó tirando círculos de humo al aire, el joven ya no sabe que más decir.

—Es enserio, que iremos a Orión —preguntó ella.

—No —dijo él.

—Entonces Ajax, ¿qué hacemos aquí? —volvió a preguntar Minerva.

—Nuestra gente se irá e igual tu pueblo, iré con tres hombres a la montaña del lobo —le expresó él.

—Iré yo, debo participar en esto —le insistió ella viéndole sin parpadear.

—Estás segura de esto Minerva.

—Claro, sin mí de seguro no llegarías lejos —le respondió ella riéndose.

Así fue como pasaron la noche, planeando lo que harían al día siguiente. El alba llegó con su glorioso paisaje, todos se alistaron para marchar hacia Orión.

—Barkel, ven necesito decirte algo —le dijo Ajax —. Tu ahora guiaras a nuestra gente hacia Orión, busca mercenarios para que peleen a nuestro lado.

—¿Y a donde iras tú? —preguntó.

—Iré hacia la montaña del lobo, con Minerva, Welno, Darlo y ese mago, Necesito encontrar respuestas.

El líder de la tribu de los lobos dejó a su amigo más confiable que guiara a su pueblo hacia un lugar más seguro tanto como para la tribu y para las ninfas. Así fue como tres lobos, una ninfa y un mago emprendieron rumbo hacia la montaña del lobo, donde una vez el dios Lupus fue traicionado.

Los cinco guerreros viajaron desde el valle de las flores, hasta el bosque de las almas, pasando el rio Natkali. Era un bosque con árboles negros y llenos de telarañas, huesos humanos por todos lados, en la entrada del bosque, había un camino y estaba resguardado por tres calaveras con túnicas, una de color blanco, y otras dos de negro.

― ¿Qué buscan en el bosque de las almas? –les dijo la calavera de túnica blanca.

―Solo estaremos de paso ―le respondió Welno.

― ¡Deben pagar! ―habló la de túnica de negro, levantando su mano para recibir el pago.

Dando vueltas en el aire, cayó una moneda de oro en la palma de la mano huesuda de la calavera lanzada por Ajax.

―Sean bienvenidos al bosque de las almas ―gratamente los dejaron pasar las calaveras.

Así entraron los guerreros a este bosque maldito, en el habitan comunidades de muertos, todos con reglas que cumplir, no son amigables con los extranjeros ni tampoco los reciben en sus casas, en sus bares o que merodeen como que si estuvieran en sus hogares. Los forasteros solo están de paso y ya, la razón por la cual este bosque tiene ese nombre es porque estas personas en vida fueron muy malas y realizaban rituales sin control, provocando que sus almas quedaran atrapadas en ese lugar.

Los cinco viajeros sabían muy bien, que pasar el bosque de las almas, les garantizaría llegar en dos días menos, ya que este bosque es extenso, y tratar de rodearlo, llevaría mucho más tiempo. Después de un día de marcha, por fin vieron luz, ya que en el bosque la oscuridad predomina, solo los caminos están señalados con velas infernales esas que nunca se apagan o se gastan.

Salieron de ese horrible bosque; sin embargo, a lo lejos divisaron perros infernales siendo montados por guerreros "Carneros" criaturas con extremidades largas, garras y cuernos, su piel es negra como el carbón, llevan armadura roja como la lava. Huyeron de ese lugar, pero los carneros no le perdían el rastro a Ajax, Minerva, Welno, Darlo y sin olvidar al mago montando un pony, había al menos, seis criaturas infernales persiguiéndolos.

Los cinco guerreros penetraron un bosque de apariencia virgen, al entrar el aire era diferente, era más puro, la fauna y la flora se apreciaba y se sentía más real, más fuerte, más con vida, se toparon con una gran pared de piedra de al menos cuarenta metros de alto, los carneros los rodearon, esos demonios acariciaban la victoria por unos segundos.