El Ángel que bailaba con el Diablo 2

Capítulo 7

Aquel momento íntimo entre Noré y Anaciel se vio interrumpido por Rustem, quien entró volando por el balcón - Anacieeeel!!!- exclamó en tono jocoso con los brazos abiertos.
- Rustem! - dijo ella y el pequeño Diablo la abrazó con fuerza.
- Apenas llegas y ya andas de atrevido mocoso...- murmuró molesto Noré intentando separarlo, tomándolo por detrás de su saco.
- Déjalo Noré, no está haciendo nada malo - le pidió ella.
- Pero Anaciel...- se sintió anulado él.
- Ya oíste a la dama, dejanos en paz, ¿Qué no ves que ya tenemos un vínculo especial? - dijo con burla el pequeño.
- Ahhhh!!!??? - se molestaba aún más el Diablo.
- ¿Y qué ocurrió Rustem? - preguntó Anaciel. 
- Mira, traje la joya para ti preciosa - dijo enseñanado una hermosa gema azul.
- ¡Eres genial Rustem!, muchas gracias - agradeció ella.
- Lo sé, lo sé. ¿No crees que me merezco otro beso por cumplir mi promesa? -
- Por supuesto que no - respondió veloz Noré.
- Tú no te metas, esto es entre ella y yo -
- Te voy a...-
- Noré...- dijo Anaciel en un tono amable pero reprendiéndolo.
El joven Diablo se sentía derrotado por su hermano menor, debía controlarse o haría que ella se terminara molestando con él.
- De verdad muchas gracias Rustem - continuó Anaciel mientras se arrodillaba para estar a su altura - No tenías la obligación de ayudarnos y aún así lo hiciste, eres muy amable - terminó, acariciando gentilmente su cabeza.
El pequeño Diablo estaba sorprendido, no podía dejar de mirarla a los ojos, le parecía tan bonita que se ruborizó y seriamente respondió - No... fue nada...- .
- Ah, ya regresaste Rustem...- comentó Vittorio quien se había retirado para cambiarse de ropa y traer consigo su elegante espada, llamándo así atención de Anaciel - Que hermosa es esa espada Vittorio! - dijo mientras se ponía de pie y se acercaba a él.
Noré aprovechó ese momento de distracción de ella para advertir a Rustem 
- Escuchame bien enano, si Anaciel se molesta conmigo por tu culpa te juro que te haré comida para mis perros -
El pequeño sonrió burlón - Tus amenazas no me llegan Noré, ya verás que cuando crezca ella me preferirá a mi - respondió provocándolo.
- No sabes las ganas que tengo de...- murmuró el Diablo apretando su puño.
- Ustedes dos... ya dejen de jugar... pónganse serios...- dijo Vittorio - Rustem... ¿tienes la joya? -
- Aquí está - y se la entregó.
- ¿Sabes utilizarla verdad? - preguntó Noré.
- Sí... conozco el hechizo que la activa -
- ¿Tú no Noré? - indagó Anaciel.
- Sí, pero no la conozco del todo. Vittorio es más estudioso de la magia, tiene mayor conocimiento de hechizos que yo -
- Increíble Vittorio - lo halagó ella.
- No es para tanto... Loxur es el mayor conocedor de magia de aquí... Por su autoridad tiene acceso a los grimorios más antiguos... por eso debemos verlo -
- Entiendo -
En ese momento entró Garono con una máscara en sus manos - Señor Noré, aquí está lo que me pidió, una máscara especial para la señorita -
- Gracias Garono - la recibió él.
- ¿Qué es eso? - preguntó ella.
- Escucha Anaciel, no voy a mentirte, las cosas se pueden complicar cuando vayamos al primer reino. No sabemos que planea hacer Hazar, y no puedo no llevarte conmigo por que debes estar presente ante Loxur para deshacer el pacto. Nuevamente estarás expuesta a la atmósfera del infierno, así que mandé a hacer esta máscara que cubrirá tu respiración, así estarás más protegida. Debes hacer todo lo que te digamos para no exponerte a más peligros, te protegeré con mi vida, lo prometo - le dijo mirándola seriamente a los ojos. 
- Noré...- suspiró ella.
- Yo también iré! - interrumpió Rustem.
- No gracias - respondió cortante Noré.
- No te estoy pidiendo permiso Diablo estúpido, iré por ella. No puedo confiarte la seguridad de mi posible futura esposa -
- ¡¿Qué estás diciendo mocoso?! -
- Lo que escuchaste, no será la unica, pero si la más especial -
- ¿Planeas enamorarte de muchas mujeres Rustem? Je je - preguntó risueña Anaciel.
- ¿Enamorarme? , ¿Quien habló de amor?, mi amor será sólo para ti hermosa Anaciel. Aunque si me dices que sí ahora te prometo que serás la única, y ya ves que cumplo mis promesas -
- ¡Ya es suficiente enano!, ¡Te voy a matar! - reprochó celoso Noré.
- Como desearía convertirlos a ambos en piedra a veces... Cuando están juntos se vuelven insoportables...- resopló Vittorio.
La joven ángel sólo sonrió, pensaba en lo agradable que eran aquellos diablos que estaban dispuesto a ayudarla - Muchas gracias... - irrumpió ella en la discusión. 
Los tres diablos se sorprendieron - se los agradezco a los tres de verdad... -
- No nos des las gracias hermosa, todos tenemos nuestros motivos para hacerlo, incluso Vittorio - dijo audaz Rustem.
- ¿Así? ¿Cuál? - preguntó mirando a Vittorio como esperando una respuesta.
- ... Mantener el equilibrio de nuestros mundos, evitar un conflicto mayor... - respondió con astucia el Diablo, evadiendo el aprieto en que lo había puesto el pequeño - además le di mi palabra a Noré de que lo ayudaría...-
- Sabía que tu también eras muy amable Vittorio - sonrió ella.
Él hizo un pequeño silencio al verla - ¿Están listos para irnos?... - preguntó.
- Sí, ponte la máscara por favor Anaciel. ¡Belzet, Zero, vengan! - dijo Noré llamando a las bestias.
- ¿Vendrán con nosotros?...-
- Sí, creo que serán de ayuda -
- Bien... recuerda que la joya sólo nos dejará en la entrada al reino... debemos subir por el Sendero de la Rosa para llegar al palacio...-
- Entiendo - terminó Noré mientras tomaba la mano nerviosa de ella.
Vittorio invocó la magia de la joya y automáticamente aparecieron en el reino del Orgullo.

- Ya puedes abrir los ojos Anaciel - dijo amable Noré. 
Anaciel lentamente los abrió y quedó impactada con el panorama. Estaban parados en un camino que se dividía en dos, uno en descenso, este claramente llevaba a la población demoníaca del lugar, desde aquella altura se notaba. En tanto el segundo era en ascenso y no se podia divisar su destino, el inicio del mismo estaba marcado por enredaderas de rosas rojas como la misma sangre.
Ella estaba nerviosa, no podía distinguir claramente que sentía, si era ansiedad o miedo. Noré lo notó y trato de llevar calma a su corazón - No tengas miedo Anaciel, confía en mi...- le dijo con una profunda mirada. 
- Siempre...- respondió conmovida, apretando fuerte su mano.
- Bueno... allí está, el Sendero de la Rosa, debemos subir por él...- comentó Vittorio.
- Sí, Anaciel sube al lomo de Zero. Eso evitará que te esfuerces de más - dijo Noré. 
- Esta bien - respondió ella y la tomó por la cintura para ayudarla a subir al enorme perro.
- Ahora si, vamos - terminó él y partieron.
A medida que avanzaban, a los costados del camino se apreciaban inmensas enredaderas de rosas rojas, cientos de ellas, parecían eternas y vibrantes - Que hermoso... - comentó Anaciel - ¿Por qué hay tantas rosas en este lugar? -.
- Las rosas son un símbolo de orgullo y vanidad - respondió Rustem, quien iba volando a su lado - pero en este lugar representan una prueba -
- ¿Una prueba dices? -
- Así es, las almas y demonios que vagan por aquí deben resistir la tentación de tomarlas, de lo contrario serán maldecidos. "Nadie tiene derecho a tocar a la orgullosa Rosa", profesa su maldición -
- Es increíble, este lugar esta lleno de misterios... -
- Sí, así que por favor ten cuidado de no herirte con ellas - le pidió Noré mientras desenfundaba su espada para estar preparado.
- ¿Sus espadas son especiales? - preguntó ella.
- Son un regalo de nuestro padre... un símbolo de autoridad como príncipes - respondió Vittorio.
- ¿Tú también tienes una Rustem? -
- Sí pero no la traje conmigo, aún no soy muy bueno con ella, prefiero defenderme con mis poderes - 
- Entiendo, la espada de Vittorio me recuerda a la que lleva mi hermano, es muy delicada - comentó Anaciel.
- ¿Tú hermano?... ¿Quién es tu hermano? - preguntó Vittorio intrigado.
- Zarasel - sonrió ella.
- Zarasel?... ¿el Guardián Zarasel? - 
- Así es -
Rustem y Vittorio quedaron en silencio por un momento, impactados por tal revelación - Lo siento, sé que mi hermano es un poco hostil pero es bueno - se disculpó ella al ver sus expresiones.
- No te disculpes, sólo nos sorprendió un poco - dijo Rustem.
Vittorio murmuró con Noré que iba a su lado - ¿Tú sabías de esto? - le preguntó.
- ¿Qué me dices?, me acabo enterar hace poco también - respondió Noré.
- De todos los ángeles que hay tenías que enamorarte de una sucesora y ahora no sólo eso, si no que también es hermana de un guardián?... a ti si que te gustan los problemas, verdad?... - dijo irónico Vittorio.
- ... iré adelante por si acaso - terminó Noré y se adelantó, caminando así delante de Zero.
- ¿Puedo hacerte una pregunta Rustem? - dijo Anaciel.
- Claro, la que quieras -
- ¿Por qué eres el único que puede volar?, ¿Acaso no heredan todos la misma magia de su padre? -
- Así es, pero somos todos hijos de distintas madres -
- ¡¿De verdad?! -
- Sí, es cierto que de nuestro padre heredamos la misma magia, pero nuestros dones particulares provienen de nuestras madres. Mi madre desciende de las Arpías, por ello poseo estas alas que ves -
- Arpías?... Increíble, ¿Y tu Vittorio? - preguntó ya curiosa.
- Mi madre desciende de Medusa...-
- Entonces ese parche que llevas...- 
- Sí... mi ojo izquierdo esta maldito con el poder de mi ancestro, a eso se debe este parche... puedo convertir en piedra a todo lo que veo con él -
- Ahora entiendo por que decías de convertirlos en piedra a ellos dos - rio Anaciel.
- Hazar es hijo de una Vampiresa, por eso manipula atraves de la sangre, la madre de Kalir desciende de Charibdis y la de Salomón de la Hydra. En cuanto a Loxur y Noré, bueno ya debes saber lo de Noré -
- ¿Saber qué? - preguntó ella.
Rustem y Vittorio hicieron un breve silencio, y con una mirada cómplice entre ambos, el pequeño astutamente desvió la conversación - No es importante, de todos modos no puede compararse conmigo, cuando crezca seré imponente ja ja - 
- Estoy segura que sí - 
- ¿Cómo te sientes?, ¿Estás mareada? -
- Me siento bien, creo que la máscara funciona -
Continuaron hablando ellos, mientras Vittorio se acercó a Noré - Veo que no le has dicho todo de ti...-
- Eh? - dijo él, quien no había escuchado la conversación.
- ¿Por qué le ocultas eso?...-
- Acaso se lo dijeron?! - se sorprendió. 
- No, pero pude notar que no lo sabe...-
- No hay necesidad de que lo sepa -
- Me parece absurdo, eventualmente lo descubrirá...-
- No si puedo evitarlo -
- ¿Tanto te acompleja?...-
Noré volteó hacía atrás para ver a Anaciel un instante y continuó - ... ¿De verdad crees que una criatura tan hermosa como ella pueda aceptar algo así? -
- Creo que la subestimas... no parece ser alguien así...-
- Tal vez... Pero no puedo evitar dudar...- dijo por último con un dejo de tristeza en su rostro.

Mientras tanto en el segundo infierno, Salomón se encontraba en el palacio de Hazar, observando a Noré y los demás atraves de la bola de cristal.
Permanecía impasible, como siempre, hasta que llegó Kalir - Veo que decidiste venir - dijo Salomón.
- Claro, no rechazaría la invitación a semejante espectáculo ja, ja, ja - rio irónico.
- Toda esta situación es tan absurda, sin embargo ahí está Noré, con ese corazón débil que tiene, desesperado por esa criatura al igual que el idiota de Hazar -
- Eso es lo que lo vuelve interesante, no crees?... ¿Quién piensas que ganará? -
- Hazar ya no obedece límites, pero si Noré continúa con esa falta de ambición perderá, siempre evita darlo todo... de esa forma no merece ganar -
- Estoy de acuerdo, pero conociendo a Hazar creo que no podrá evitarlo ja, ja. Noré tendrá que demostrar de que es capaz... Nos vamos? - terminó Kalir con una sonrisa delirante.

Anaciel y los demás continuaban avanzando, estaban a punto de llegar al Palacio de Loxur. Se encontraban a apenas unos metros de alcanzarlo - Ya estamos cerca, mira Anaciel! - le dijo Rustem.
-...- ella no respondió.
- ¿Anaciel?... estás bien?...- preguntó de nuevo el pequeño.
Noré y Vittorio voltearon a verla - ... Noré...- dijo temblorosa, sin moverse.
- Anaciel, ¿Qué ocurre? - se acercó el Diablo.
- Me siento extraña...- susurró extendiendo su mano para tomar la de él y repentinamente aparecieron sobre ella los grilletes y cadenas que la ataban al pacto, obligándola a desaparecer violentamente frente a Noré antes de que pudiera siquiera tocarlo, los tres príncipes quedaron impactados.
Al mismo tiempo las enormes puertas del palacio de Loxur se abrieron, pero quien apareció tras ellas fue Hazar, cargando a Anaciel en sus brazos - ¡Hazar! - dijo con rabia Noré, trató de acercarse, pero cuando intento moverse sintió que algo sujetaba con fuerza su tobillo, eran unas manos monstruosas que salían de debajo de la tierra, lo mismo le sucedía a Vittorio.
- ¿Sorprendido de verme?, Loxur no se encuentra aquí - comentó sarcástico Hazar.
- Desgraciado, por eso haces lo que se te da la gana verdad?! -
- Veo que traes compañía - sonrió - De ti no me sorprende Vittorio, siempre estuviste del lado de Noré, pero tú Rustem... apartate no quiero perjudicarte -
- Sólo liberala Hazar, esto ha ido demasiado lejos... ocasionarás una guerra - dijo el pequeño.
- No puedo... ya no puedo dejarla....- respondió, mientras Anaciel lo observaba con ojos llenos miedo y sin poder moverse.
Inmediatamente una horda de demonios salió desde el interior del palacio para arremeter directamente contra los tres diablos. 
- ¡Anaciel! - exclamó desesperado Noré, mientras Hazar cerraba las puertas, llevándose a la joven ángel consigo.
- ¡Sueltame Hazar! ¡Esto es una locura! - le pidió mientras él se adentraba más, cargando con ella.
- Nunca... nunca más te dejaré ir... te quedarás conmigo por lo que me resta de vida... - le dijo mirándola con ojos desesperados pero con un dejo de tristeza en ellos.

Fuera del palacio, los tres príncipes, junto con Belzet y Zero, se enfrentaban cuerpo a cuerpo con los demonios que estaban totalmente fuera de si - ¡¿Qué rayos está pasando?! Se supone que son los sirvientes de Loxur, si él no está aquí ¿Por qué nos atacan? - preguntó agitado Rustem.
- Lo son, pero mira esas marcas de garras en sus cuellos... Hazar los está manipulando con su magia de sangre - respondió Vittorio mientras clavaba su espada en el pecho de uno.
- Maldición!!! no puedo perder tiempo aquí, tengo que entrar ya! - exclamó Noré.
Vittorio se colocó espalda contra espalda con él y le sugirió - Noré, usaré la magia de mi ojo, pero al ser muchos el efecto sólo dura un corto tiempo. Tú aprovecha para entrar, nosotros nos quedaremos a destruirlos -
- Entendido -
El Diablo levantó su parche y con la maldición de su ojo izquierdo convirtió a la mayoría de los demonios en piedra mientras sus hermanos lo protegían por detrás. 
- Ahora Noré!, Ve!. Luego te alcanzaremos - dijo Vittorio ya colocándose el parche de nuevo.
- Sí!, Zero ven conmigo, Belzet quédate con ellos - le ordenó a los perros y corrió en dirección al palacio abriendo la puerta con gran violencia.
Ya dentro, se detuvo un segundo a ver lo enorme que era, sabía que cada segundo contaba así que por eso llevo a uno de sus perros con él para ayudarlo a buscarla - Zero, busca el rastro de Anaciel - le ordenó.
Nuevamente más demonios comenzaron a aparecer pero Noré los enfrentó con determinación a medida que avanzaba siguiendo el camino que Zero iba marcando.
Hasta que en un momento apareció ante él Salomón, quien había sido testigo de todo desde el inicio - Salomón! - se sorprendió Noré - ¿Qué haces aquí?, ¿Cómo entraste? -
- ¿Quien crees que nos invitó a pasar? - respondió irónico. 
- Tú también te interpondrás?...-
- No, sólo soy un mero observador, he venido a advertirte que si no dejas de subestimar a tu enemigo nunca ganarás esta pelea -
- ¿Qué quieres decir? -
- Sabes perfectamente a lo que me refiero -
- Ese no es tu asunto -
- Tómalo como un consejo. Sí no vas enserio perderás. Hazar irá por todo - dijo por último Salomón, Noré apretó los dientes y continuó su camino.
Al príncipe de la Codicia le gustaba decir verdades incómodas, provocando así ,indirectamente, confusión en los corazones de los demas.
Mientras tanto, en otra parte del palacio, Hazar había llevado a Anaciel a la sala de rituales de Loxur, colocándola sobre un altar lleno de rosas, pero estas eran blancas.
- Te traje rosas blancas, las que tanto te gustaban...- le dijo mirándola profundamente, quitándole la máscara para acariciar su rostro.
- Sigues confundido...- respondió ella quien comenzaba a sentir pena por él al ver la desesperación en sus ojos.
- Deja de decir eso... yo no estoy confundido, sé quien eres, te conozco y por eso no puedo soportar ver como tratas a mi hermano... por que todo ese amor era para mi... esa dulzura me pertenece... ningún otro hombre tiene derecho a tocarte... fuiste mia una vez, ¿Por qué no quieres volver a serlo?...-
- Puede que en mi vida anterior haya sido Anna... pero en esta soy Anaciel, yo no nací para ti, yo elijo a quien amar...-
- ... Si tan sólo te hubiese encontrado antes que Noré... estoy seguro que me hubieses amado de nuevo...-
- No puedo responder a eso... pero puedo decir que hoy mi corazón le pertenece al él... Noré me ama de verdad...-
- Yo también lo hago... ¿por qué no puedes creerme? -
- Por que tú quieres forzarme a que te quiera, y un corazón que piensa de esa forma nunca puede sentir amor de verdad... -
Hazar se mordió los labios, y con un gesto de resignación dijo - .... Te mostraré que estás en un error, Noré no es mejor que yo... Sabes? Los recuerdos de todas las vidas pasadas residen en el alma, sólo se necesita algo que conecte directamente con ellos para despertarlos, en este caso mi sangre. Luego de beber la posión que la contiene despertarás siendo Anna... dame la oportunidad de enamorarte otra vez...-
- Puedes hacer lo que quieras conmigo, convertirme en un demonio, tenerme encerrada para siempre, matarme... pero pelearé hasta la muerte para no olvidar a Noré... por que él nunca me ha dejado sola...-
- Ya lo veremos... - dijo y con un chasquido de sus dedos la obligó a dormir - Perdóname... no quiero hacerte daño... pero no puedo controlar estas emociones que despiertas en mí...-
En ese momento el corazón de Hazar era una tormenta de sentimientos, de verdad no deseaba hacerle daño pero al mismo tiempo sentía que ya no podía volver atrás, haría lo que sea por tenerla.
Levantó delicadamente la cabeza de Anaciel, abrió la pequeña botella e hizo que ella bebiera la posión estando inconsciente. 
- Regresa a mi, Anna...- murmuró Hazar y no pudo resistir la tentación de robar con un beso la calidez de sus labios.
En ese preciso instante Noré pateó con violencia las puertas de la sala, logrando así abrirlas, sólo para alcanzar a ver como Hazar terminaba de besarla.
Una gota de sangre se deslizaba por debajo de la boca de Anaciel - Hazar... que has hecho...- dijo impactado Noré, mientras apreciaba con horror como las puntas de las blancas alas de su amada comenzaban a teñirse de negro y sus rozagantes mejillas a palidecer ante sus ojos...

Continuará...



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En el texto hay: angel, amor, diablo

Editado: 18.01.2024

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