El Ángel que bailaba con el Diablo 2

Loxur: Capítulo 10 (Final)

Loxur comenzó a buscar a Petra abiertamente, sabía que no sería algo fácil pero una inesperada confesión de Ursen le haría ver lo complejo en verdad de la situación...

El día que se había dictaminado la ejecución del consejero el Diablo había asistido junto con Karos para tener una última conversación con este

- ¿Hay algo más que debamos saber? - indagó el Príncipe directamente.

- Creo que ya saben bastante... debo decir que ni siquiera yo podría haber imaginado que había recibido la sangre de un humano... Ahora entiendo por qué no pudimos seguir su rastro...

- ¿Seguir... su rastro dices?... ¿De qué estás hablando? ¿Tú buscaste a Petra? - preguntó el Diablo sorprendido.

Ursen esbozó una pequeña sonrisa - ¿Acaso creyó que simplemente me conformé con que ella se había quedado en el mundo humano?... No, tenía que hacerla desaparecer de una buena vez, así que a los días del hecho decidí enviar por ella pero no la encontraron, estaba seguro de que no había muerto así que seguí insistiendo hasta que hace un tiempo atrás mis asistentes la encontraron saliendo de un pueblo humano llamado Sator...

El Diablo sintió que un frío le corrió por la espalda 
- ¿Qué hiciste?... ¡Dime que le has hecho infeliz! 

- Por desgracia nada, mis asistentes la acorralaron pero ella se defendió y logró escapar... debo admitir que la subestimé, se ha vuelto bastante salvaje...

- ¡¡¡Maldito infeliz, voy a matarte con mis propias manos!!! - exclamó Loxur, estaba dispuesto a romper la celda y matar a Ursen pero fue retenido por Karos y los demás guardias.

- ¡Contrólese Señor! ¡Él ya está condenado, no pierda su tiempo con él! - dijo Karos.

En ese momento el consejero soltó un carcajada al ver la desesperación del Diablo
- Ese es mi único consuelo joven Príncipe... mi venganza hacia usted... nunca podrá si quiera acercarse a ella, ahora que sabe que la buscan para matarla en cuanto sienta la presencia de un demonio huirá de ellos una y otra vez... 

Loxur apretó los dientes y se dio la vuelta ya para irse

- Matenló de una vez - ordenó. 

Pero mientras iba hacia la salida el consejero finalizó con burla

- Buena suerte buscando esa maldita criatura Joven Príncipe... la necesitará...

Al llegar a su palacio el Diablo estaba furioso, debía comprobar si lo que Ursen dijo era verdad

- Karos llama a los perros, averigua si lo que ese maldito dijo es cierto o sólo otro de sus engaños.

- Enseguida Señor.

Pero lamentablemente luego de confirmar con los perros del infierno supo que todo era verdad, el consejero había usado sus servicios para buscar a Petra y matarla.
El Príncipe no podía dejar de mortificarse, el sólo imaginar lo que ella había sentido al verse sola y rodeada de demonios dispuestos a matarla lo enloquecía.

- Karos... le fallé... después de esto presiento que no podré encontrarla nunca más...

- Señor no se desanime, usted no tiene la culpa de esto.

- Aunque así fuese Petra debe sentirse completamente sola... escondida de los humanos, huyendo de su propia raza y de los cazadores de demonios... podrá intentar vivir en los pueblos pero jamás bajará la guardia... 

- Puede que eso sea cierto pero no deje de buscarla Señor... ¿O acaso ya decidió renunciar a ella?

- Jamás.

- Entonces enfoquese en encontrarla primero, luego tendrá tiempo de explicarle todo.

- Tienes razón, ordena a los perros que sigan buscándola.

- Sí señor.

Así, Loxur exigió a sus sirvientes que siguiesen tras el rastro de Petra. Los dias pasaban y no había noticias sobre ella, el Diablo regresó a sus actividades pero sin disimular su pesar por no saber nada de la joven.
Uno de esos días se encontraba entrenando con sus pequeños hermanos, los mismos no se habían enterado de nada de lo sucedido, se impresionaron con las marcas en su cuerpo y no evitaron preguntar, Loxur no les ocultó la verdad

- Wow! ¡¿Entonces peleaste con un Guardián Divino?! - se sorprendió Kalir.

- Así es.

- ¿Y como era él? ¿Era fuerte? - preguntó Hazar.

- Un infeliz eso es lo que era, si no hubiese tenido mis poderes de Minotauro sellados lo habría matado de un sólo golpe.

- ¿Y que pasó con tu novia? ¿Dónde está? - indagó Noré.

Loxur apenó su mirada - Ella me salvó la vida esa noche... pero ahora está perdida y hace mucho tiempo que no puedo encontrarla...

- ¿Si no puedes encontrarla es por qué está huyendo no es así? - continuó Salomón.

- Así es.

- ¿Pero por qué huye? No lo entiendo - dijo Kalir.

- Tu no entiendes nada porque no tienes nada en la cabeza... es obvio que huye por que está asustada... - resopló Vittorio.

- ¿Y la sigues buscando? - preguntó Hazar.

- Claro que la sigo buscando pero ya no sé donde más hacerlo.

- ¿Y si en lugar de buscarla mejor la esperas en su lugar favorito? - sugirió Noré.

Loxur se sorprendió - ¿Qué dijiste?

- Debe tener algún lugar donde quiera volver aunque sea una vez más ¿no es así?.

- Pero si siente que la están buscando ella no va a volver - comentó Salomón.

- Ah! ¡Entonces es como jugar a la escondidas! - intervino Kalir.

- ¿A qué te refieres? - preguntó Loxur.

- Claro, por que cuando juegas a las escondidas te mantienes oculto hasta que sientes que te dejan de buscar, entonces sales y puedes regresar a la zona segura, ¿o no? - sonrió.

El Diablo mayor quedó impactado con aquella conversación con sus hermanos, inesperadamente encontró lógica en las inocentes conclusiones de los pequeños.

- Tienes razón Kalir, no lo había pensado así.

- Vaya hasta que por fin dijiste algo coherente... - comentó Vittorio.

- ¿Pero cuanto tiempo tiene que esperar a que salga de su escondite? Para ella esto no es un juego, tiene miedo - dijo Hazar.

- Es verdad, ¿Tú la esperarías Loxur? - preguntó Salomón.

El príncipe reflexionó un momento y respondió 

- Sí, yo la esperaría toda la vida...

- ¿Tanto la quieres? - preguntó Hazar.

- Sí, literalmente le debo mi corazón...

- Eso suena muy intenso... - deslizó Vittorio.

- Por naturaleza los Diablos somos intensos, pero ya lo descubrirán ustedes mismos cuando se enamoren.

- Me parece preocupante, no sé si quiero perder tanto el control...

- Yo ya tengo una prometida y no me siento tan loco - comentó Kalir.

- Kalir tu ya naciste loco... forma parte de tu naturaleza... - dijo Vittorio.

- Bueno ya terminó la conversación, ahora pónganse a entrenar de una vez.

- ¡Sí! - dijeron a coro y continuaron practicando.

Loxur quedó pensando en todo lo que comentaron sus hermanos, aun así siguió buscándola un tiempo más pero cada vez que parecía que se acercaba Petra nuevamente desaparecía como si se esfumase en el aire y era otra vez iniciar desde cero, realmente ella no bajaba la guardia para nada y constantemente se mantenía huyendo. 
Aquella situación inevitablemente afectaba el corazón del Diablo, lo desesperada, pero un día un recuerdo cruzó su mente, la petición de Amelí aquella primera vez que hablaron, "Tenle paciencia".
Esas palabras junto con la sugerencia de Noré lo hicieron llegar a una sola conclusión que lo arrastró hasta la tumba de Amelí.
Ya en el lugar Loxur nuevamente fue invadido por la nostalgia, dejó una manzana en aquella tumba y murmuró 

- Amelí... tu eres la única que puede hacer a Petra regresar... ayúdame a verla una vez más, prometo que tendré paciencia, sólo traela de vuelta...

Decidió quedarse un tiempo más allí, se sentía extraño pero a la vez tranquilo, comenzaba a entender el tipo de conexión que describían los humanos con ese ritual que le era ajeno.
Al irse pasó por la cueva del Reino de la Pereza, verificó que no hubiese otra Lamia y finalmente se retiró a su Palacio, ya en él tomó le comunicó su decisión terminante a Karos

- Karos... suspende la búsqueda...

El sirviente se sorprendió - ¡¿Qué?! ¡¿Está seguro Señor?!

- Sí, finalmente lo entendí, no tengo que presionarla buscándola, tengo que esperarla a que ella quiera regresar...

- ¿De verdad lo hará Señor?...

- Sí, estaba tan desesperado por volver a verla que no me detuve a pensar en lo que ella sentía... en lo asustada que podía estar por todo lo que había pasado, en la confusión que podría tener al haber experimentado ese ataque por parte de Ursen... lo único que hice fue perseguirla una y otra vez y terminé alejándola cada vez más de donde ella amaba estar... Al final ese maldito de Ismael tenía razón... la seduje y me metí en su vida hasta enamorarla pero no pude protegerla de lo que me rodeaba... 

- Estoy seguro que la Señora no se arrepiente de haberlo conocido.

- Ni yo a ella Karos, Petra es el amor de mi vida... por eso la esperaré todo lo que haga falta, ella lo dejó todo por mi... es justo que la espere hasta que desee regresar...

- Entendido Señor... - dijo por último el sirviente y se retiró a impartir las órdenes de su amo.

Así fue como Loxur tomó la decisión de no buscar más a Petra, y dejar que ella regresara cuando se sintiese segura, no importaba el tiempo que esto implicara, había formado una promesa en su alma, Petra sería la unica mujer capaz de ser esposa del futuro Rey.

Los años pasaron, inevitablemente la falta de su amada afecto el carácter del Diablo, se volvió más estricto, severo, pero en la intimidad su corazón se conmovía con el simple aroma de una manzana al recordarla.
Todos a su alrededor se preguntaban cuando sería el momento en que el Príncipe abandonase aquella idea y contrajese matrimonio con otra mujer, pero él siempre tenía la misma respuesta, Petra era la única mujer que aceptaría en su vida.
Con ir a la cueva y ver que no había señales de una nueva Lamia era suficiente para conservar intactas sus esperanzas, y había tomado la costumbre de visitar la tumba de Amelí esperando encontrar a Petra algún día allí, mientras tanto siempre dejaba una manzana como ofrenda.

Muchos años más pasaron, Loxur ya no llevaba la cuenta, simplemente dejaba que el tiempo transcurriera. Su aspecto había cambiado, se veía más imponente, de físico enorme y cuernos crecidos, lograba intimidar a cualquiera.
Sus hermanos ya habían crecido, incluso uno nuevo había llegado, los reinos se dividieron y él comenzó a tener más tiempo para dedicarse a sus propios asuntos pero sin dejar de supervisar a los demás príncipes, era una tarea ineludible como futuro Rey.

- Dime Karos, ¿hay alguna novedad que deba saber sobre mis hermanos? - preguntó mientras revisaba unos libros en su biblioteca personal.

- Bueno todo parece estar tranquilo aunque el Señor Noré va muy seguido últimamente al mundo humano, creo que sostiene una relación con una mujer de allá.

- ¿Otra vez con humanas?, estos mocosos siguen sin aprender, Hazar aun no se recupera de su relación con una hace varios años ¿y ahora Noré también?. Los Diablos no estamos preparados para aferrarnos a seres que mueren tan fácilmente...

- Lo sé Señor, pero ellos ya son adultos deben aprender sólos.

- Es cierto, mejor me concentro en apuntalar a Rustem que aún es pequeño... ¿Algo más?

- Su padre envío a preguntar cuando verá a las candidatas para usted.

- Otra vez con eso... que insistente es mi padre, ya sabes que decirle.

- Sí señor, iré a enviar el mensaje - dijo mientras se daba la vuelta para irse.

- Karos - lo llamó.

- ¿Si?

- En todos estos años el único que no me ha preguntado por qué no me caso con otra mujer fuiste tu... ¿Por qué?

- ¿Por qué lo haría Señor? La respuesta es obvia, este palacio tiene una sola Señora desde hace tiempo, y le soy fiel a usted y a ella - dijo amable y se retiró.

Loxur esbozó una pequeña sonrisa - Bien dicho Karos... Petra... cuando volverás a mi, mi amor...- suspiró como tantas veces había hecho pero jamás imaginó que esa noche su deseo podría hacerse realidad...

Aquel día, después de muchos años Petra finalmente regresó al pueblo. 
Fue cautelosa, su idea era estar de paso no más, aun no se sentía segura en ese lugar, pero el corazón le pedía a gritos volver aunque sea un momento.
Era de tarde, casi por oscurecer, su acogedora casa ya estába en poder de otro familia, aunque aquello le entristecía en el fondo también le reconfortaba, pues al observar desde la distancia parecía que ellos la disfrutaban y eso era suficiente para la joven.
Todo había cambiado en el pueblo excepto el cementerio, aquel lugar seguia exactamente igual.
Caminar por ese terreno la hacía estremecer por los recuerdos de aquella noche. Había comprado una flores rojas, esperó en la oscuridad a que la noche avanzara y fue hasta la tumba de su madre.
Se disponía a dejarle las flores pero al levantar la vista se topó con una manzana que estaba encima de la lápida de Amelí.

A Petra se le hizo un nudo en la garganta, inmediatamente vino a su mente el recuerdo de Loxur, la tomó entre sus manos, en un suspiro lo nombró - Loxur...- dijo y besó delicadamente aquella manzana.
Inmediatamente sintió como unos fuertes brazos la rodearon y abrazaron por detrás 

- Al fin volviste... mi amor... - se escuchó.

Petra estaba impactada pero no pudo contener las lágrimas al oír esa voz 

- Loxur... - murmuró y se dejó aprisionar por el Diablo.

- Sí Petra... soy yo... - le susurró al oído.

- Pero cómo... ¿como supiste que estaba aquí...?

- Sabía que no podrías resistir tomar una manzana... le puse un hechizo para poder sentir cuando alguien la tocase...

Ella se dio la vuelta y el tomó su mano, pudo apreciar que aún llevaba el anillo y continuó 

- Además sabía que un día regresaría... una vez me lo dijiste, tu lugar en el mundo siempre estará al lado de la persona que te ame, y sabes que no hay nadie que te ame más que yo ¿No es así?... por eso nunca te quitaste el anillo...- sonrió y besó su mano.

- Sí... - respondió ella mientras sus lágrimas seguían cayendo.

Loxur la cargó en sus brazos 

- Nunca lo dudé... sabía que siempre serías mi mu-

Lo interrumpió Petra dándole un apasionado beso mientras acariciaba su rostro. Al separarse ella se abrazó con fuerza a su cuello. Loxur podía escuchar sus sollozos

- Ya no llores Petra por favor...

- Es que... te extrañe tanto Loxur... me hiciste tanta falta... quería volver, de verdad quería regresar... pero tenía mucho miedo... la gente de Ursen me buscaba para matarme...

El Diablo acarició su cabeza 

- Lo sé... pero no te preocupes, Ursen ya no está. 

- ¿No está?...

- No, luego te contaré todo pero ahora estás segura, nada malo te pasará...

- ¿Entonces...

- Entonces vienes conmigo ahora mismo a nuestro hogar - sonrió Loxur.

- Eh? - se sorprendió ella.

- ¿Tienes idea de cuanto tiempo llevo esperándote? Nos vamos ahora mismo al Palacio, nuestra cama espera...

- Loxur...- dijo avergonzada.

El Diablo sonrió, se disponían a irse pero antes de marcharse miró la tumba y dijo 

- Gracias Amelí... sabía que sólo tú podrías traerla de vuelta...

Petra también sonrió - Gracias mamá... - terminó y partieron al infierno.

Cuando llegaron todos los sirvientes quedaron impactados al ver a Petra, lucía exactamente igual a cuando desapareció, inmediatamente todos le dieron la bienvenida.

- Bienvenida Señora Petra, es un placer tenerla de regreso - saludo Karos con una reverencia.

- Karos... a ti también te extrañé... perdoname por haberte pedido aquello ese día, debo haberte causado problemas...

- No se preocupe Señora, todo valió la pena si hoy puede estar con nosotros...

- Que amable eres Karos... Loxur ya puedes bajarme - Le pidió al Diablo que aún la cargaba en brazos.

- No quiero - respondió este.

- ¿Qué? Per-

- Ya no quiero soltarte, además ya te lo dije, nuestra cama nos espera.

- ¡¿Cómo puedes decir esas cosas delante de los demás?! - exclamó ella mientras se tapa el rostro por vergüenza.

El sonrió y subieron a la habitación, todos excepto Karos quedaron helados al ver al Príncipe sonreír, después de tanto tiempo sin hacerlo les parecía casi imposible.

Al llegar a la habitación la colocó suavemente en la cama como aquella primera vez y se sentó a su lado, ahí fue cuando Petra pudo observar en detalle cuanto había cambiado Loxur

- Te ves diferente... mucho más imponente que antes... me siento aun mas pequeña a tu lado - dijo risueña.

- Tú estás exactamente igual que cuando te fuiste... tan hermosa...

- No del todo... - dijo algo misteriosa y lentamente levantó un poco su falda.

- Petra... ¿que pasó con tus piernas?... se ven completament-

- Normales, lo sé... pero no sé a qué se debe... hace muchos años que perdí las marcas de piel de serpiente en mis piernas... puedo seguir transformándome en Lamia pero cuando me vuelvo humana mi transformacion es casi completa excepto por mis ojos... Loxur... ¿será que estoy por desaparecer?...

- ¡¿Qué?! ¡No!, debe ser por otra cosa Petra, aun eres muy joven... ¿Cuando empezaste a experimentar estos cambios?

- Luego de que Eric me curó...

- Entonces tal vez tenga que ver que él hecho de que te dio su sangre...

- ¿Cómo sabes eso?...

- Yo lo sé todo Petra... - le dijo y comenzó a relatar todo lo sucedido.

- Entiendo... perdón por haber huido de ti... no tenía idea que eras tú quien me buscaba Loxur...

- No te disculpes Petra, nada que haya pasado importa si tu estás aquí...

- ¿Puedo ver tus cicatrices?... - le pidió ella, él asintió y se quitó la chaqueta.
Al verlas Petra se impresionó pero no evitó tocarlas - Son muy profundas.... - murmuró.

- Las tengo gracias a ti...

- Perdón...

- No lo digo en la forma que lo estás pensando, me refiero a que las tengo por que sobreviví gracias a ti... te debo mi vida Petra... - sonrió él.

- Loxur... - suspiró ella.

Tocó lentamente la cicatriz de su abdomen y lo besó con suavidad en el cuello. El Diablo símplemente cerró sus ojos y se dejó llevar a merced del deseo de aquella mujer que con su amor lo dominaba como si fuese un esclavo.

Esa noche se amaron sin control, liberaron toda la pasión acumulada en esos largos años...
Al día siguiente despertaron abrazados, al fin Loxur se sentía completo, ya no dejaría que nada truncase su felicidad.
Pudo observar que ella también llevaba una cicatriz en su hombro izquierdo y pensó en lo cerca que estuvo de perderla para siempre.
Quería saber que había pasado con ella en todos esos años así que, desayuno mediante, se lo preguntó.
Petra le contó que en ese tiempo hizo una vida solitaria, ya que iba de pueblo en pueblo de forma temporal como un humano cualquiera, sin aferrarse a nada ni hacer vínculos ya que no sabía en que momento debía huir.

- Ya veo...

- Cuando me abrazaste aquella noche no pude evitar llorar, porque hacía tanto tiempo que no sentía la calidez de un abrazo que el tuyo me conmovió profundamente...

- Petra... te prometo que nunca más volverás a pasar por eso... esta vez te traje aquí para que te quedes conmigo para siempre si es lo que deseas...

- Pero... nada cambió Loxur... yo no puedo darte hijos...

- Sí cambio Petra, mi padre te aceptó como mi esposa...

- ¿Qué? 

- Así es, así que ahora mismo iremos a su Reino. Ya mande a anunciar tu regreso.

- Espera ¿Qué? Pero... yo no sé que decirles a tus padres... me siento muy nerviosa...

- No es necesario que digas nada Petra... todos estos años me he encargado de re afirmar una y otra vez mi amor por ti así que saben que mi decisión es inamovible - sonrió él.

- Loxur... no puedo creer que me hayas esperado todo este tiempo...

- Claro que sí, y lo haría de nuevo Petra... porque tu vales cada segundo... - dijo por último y besó su frente.

Al llegar a aquel Reino fueron recibidos por su padre para terminar de dar su aprobación, la joven se sentía nerviosa nunca se imaginó en una situación así pero más que nada se sorprendió al ver como habían crecido los hermanos de Loxur, todos excepto Kalir habían asistido al compromiso oficial y ahí fue donde Petra pudo conocer a Rustem.

- No puedo creer como han crecido, cuando los vi por última vez tenían edad de Rustem - dijo risueña.

- ¿Dónde está Kalir? - preguntó Loxur.

- Déjalo, tiene sus propios problemas amorosos pero no faltará a la boda - comentó Salomón.

- Yo también vendré, quizás te sorprenda y venga en compañía de alguien más...- deslizó Hazar - bueno, tengo que irme, nos vemos - se despidió con una sonrisa.

- Cuando tiene esa sonrisa sólo significa problemas... - comentó por lo bajo Vittorio. 

- Nosotros también nos vamos tenemos responsabilidades también, ¡adiós Petra! - Se despidió Rustem y se fue en compañía de Vittorio y Salomón.

En un momento Loxur se retiró a hablar con su padre y Petra quedó en compañía de Noré, pero lo notó con cierta tristeza en su semblante y no pudo evitar preguntar

- ¿Estás bien Noré? Pareces triste...

- Tal vez, es que tengo algunos problemas personales.

- ¿Se trata de una pareja?

- Sí, estoy enamorado... pero es un amor prohibido...

- ¿Prohibido para un Diablo?

- Sí, su nombre es Anaciel... ella se robó mi corazón y ahora apenas puedo acercarmele...

Rápidamente Petra dedujo 

- Espera... un amor prohibido y su nombre es Anaciel... no me digas que... ¿Se trata de un ángel?...

El joven Diablo sonrió y sólo le dijo

- No se lo digas a Loxur, el odia a los ángeles... pero igual iré por ella... - terminó por decir y se marchó.

Al verlo irse Loxur preguntó 

- ¿Qué te dijo Noré?

- Oh, nada, cosas sin importancia... preocupaciones por su Reino.

- Ya veo, ¿Qué te parece este lugar?. Aquí celebraremos la boda. 

- Es precioso - sonrió ella.

- No veo la hora en que finalmente nos casemos... lo desee tanto que ya no puedo esperar... - comentó Loxur pero nunca imagino que mientras él planeaba su boda un terrible conflicto estallaba entre sus hermanos...

El día de la pelea entre Noré y Hazar, Loxur y Petra se encontraban en el reino de su padre junto con Karos y sus sirvientes más fieles, ya que dentro de sólo unos días se daría la boda.
Petra esperaba ansiosa el regreso de Loxur, pues cuando Rustem apareció para buscarlo hizo una descripción terrible de la situación, había quedado muy preocupada por ello, y cuando finalmente regresó le preguntó por lo sucedido.

El Diablo le contó todo lo ocurrido en su Reino

- ¿Y que pasó con Hazar? - preguntó ella.

- Tuve que castigarlo, lo que hizo fue muy grave. Podría haber provocado una guerra.

- ¿Y Noré?... ¿También lo castigarás?...- dijo con preocupación.

- No... ¿Cómo podría castigar a Noré? Aunque tengo un claro conflicto con los ángeles no pude evitar sentirme identificado con él en ese momento... yo hubiese hecho lo mismo por ti Petra...

- Ya veo... - respiró aliviada, temía que Noré fuese castigado gravemente solo por amar a ese ángel.

- Ahora sólo queda esperar para ver que sucede con esa criatura...

- Supongo que suspenderemos la boda ¿verdad?. Ha sido demasiado todo esto...

- No lo haremos.

- ¿Eh? Pero Lox-

- Nos vamos a casar igual Petra, ya solucione todo. No dejaré que nada se interponga, ya me cansé de las interrupciones y trabas para nosotros - dijo lleno de determinación.

Ella sonrió - Esta bien Loxur, ya no quiero poner más a prueba tu paciencia - dijo risueña y alivió la tensión de su rostro con un suave beso en su mejilla.

- Eres la única que puede aplacarme Petra... tu y nadie más... 

Luego de tantas dificultades finalmente el día de la boda llegó, todos los hermanos estuvieron presentes con excepción de Hazar que permanecía en su encierro.

Mientras en el Infierno se daba aquella celebración, en el Paraíso tenía lugar una profunda conversación entre un superior y su subordinado...

- Señor, aquí le he traído los informes que me ordenó. 

- Buen trabajo... Zarasel...

- Dígame Señor Ismael.

- Tú... ¿me odias por haberte encargado lo de Anaciel verdad?

- No lo odio, sé que es nuestro deber.

- Ya veo... créeme, lo que te pedí no fue un capricho, una vez estuve en tu lugar... también me encargaron matar a una persona que ame mucho...

- ¿De verdad Señor?

- Sí, ella también fue atrapada en las redes de un Diablo, me dieron la opción de que alguien más lo hiciese, pero acepté el encargo por que sentía que era el único que podía matarla sin hacerla sufrir... 

- ¿Y lo hizo señor?

- Sí... primero tuve que enfrentarme a ese Diablo, pero ella ya no existe, murió esa noche y con ella también se fue mi corazón...

- Puedo enteder lo que dice...

- Por eso odio a los Diablos, son seres despreciables que corrompen a las criaturas más dulces, si de mi hubiera dependido te hubiese encargado que mataras al Diablo, pero ya ves que no soy el unico que puede decidir, somos un consejo que debe deliberar y llegaron a esa decisión... siempre el hilo se corta por lo más fino...

Lo que Zarasel jamás podría imaginar es que Ismael en realidad había hecho con Petra lo mismo que él por Anaciel, fingió su muerte.
Con la complicidad de aquel subordinado, esa noche antes de regresar, casó a otro demonio en el lugar de Petra, creyendo que ella regresaría al infierno con el Diablo decidió que la daría por muerta ante sus superiores para que ya no la buscasen, y aquel evento se convirtió en un profundo secreto que moriría en el corazón del ahora arcángel Ismael, su amor desmedido por ese demonio al que él llamaba "su alegría".

Días después de la boda la tranquilidad empezaba a caer en el infierno, Loxur ya convivía oficialmente con Petra como su esposa, se sentía dichoso, verla andar por el palacio era como un sueño hecho realidad pero inesperadamente Petra comenzó a presentar extraños malestares.

Loxur se preocupó gravemente por aquello que Petra le había advertido sobre su cambio físico debido a la sangre humana que ahora llevaba, no tenía idea en que podría derivar, pensó miles de escenarios menos el que finalmente Karos le confirmó.

- Señor, la señora Petra está embarazada...

- ¿Qué?... - dijo impactado - ¿Pero... cómo es posible... es decir 

- No podría decirle Señor, pero el consejero a cargo de la salud de la familia real dice que una parte de la señora inexplicablemente se ha vuelto humana... tal vez por el hecho de que aquel hombre le dio su sangre, eso podría implicar que el ciclo de la Lamia se ha roto y con ello la maldición, ya que la Señora ya no es una Lamia pura...

El Diablo quedó impactado pero lo que él decía tenía sentido

- ¿Puedo verla? 

- Claro Señor, tal vez necesite más reposo de lo normal pero ella está bien.

- Entiendo - dijo y entró a la habitación.

Petra estaba recostada pero despierta

- Loxur... - dijo emocionada - ¿es verdad?...

El Diablo tomó su mano y la besó con ternura

- Sí Petra... - respondió mientras tocaba el vientre de ella - tendremos un hijo...

- No puedo creerlo... la maldición ... se rompió...

- Sí... te has vuelto parte humana por ello ya no eres una Lamia pura... tal vez no sea un embarazo fácil por que ahora eres híbrida, pero los cuidaré a ambos con mi vida Petra... 

- Lo sé... siempre cumples tus promesas Loxur...

Luego de aquella confirmación Loxur se dedicó a cuidar exhaustivamente a una inquieta Petra que no podía controlar su ansiedad.
Hubo dias duros para ella en los que parecía que su vida estaba al límite pero con el apoyo del Diablo logró salir adelante, y finalmente, un día, dio a luz a un pequeño Diablo de hermoso cabello rojo y ojos dorados, era la combinación perfecta de ambos, al que llamaron Aronis, el nuevo eslabón en la cadena del orgulloso Minotauro.

😈FIN🐍



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En el texto hay: angel, amor, diablo

Editado: 18.01.2024

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