El Ángel que bailaba con el Diablo 2

Kalir: Capítulo 3

- No lo hagas Kalir, no pelees... - le pidió Firinea.

- No te preocupes Firinea, solo voy a enseñarle a no meterse contigo - dijo el pequeño Diablo y, mientras esbozaba una particular sonrisa, dio un salto hacia Zamaron para terminar chocando sus garras con la espada de este.

El triton a simple vista no tenía rasgos tan impactantes como los de Kalir, pero sí fuerza y habilidad con la espada, era sin dudas un prodigio en su Clan. Zamaron lo repelió haciendo que terminasen tomando cierta distancia

- Vaya... no eres tan debil - comentó burlón Kalir.

- Esto no es un juego para mi, Firinea me gusta de verdad y ahora mismo me la voy a llevar - declaró Zamaron sin perder la seriedad.

El Diablo apretó los dientes y frunció su ceño - Como si fuese a dejarte - respondió y nuevamente atacó chocando sus garras con la espada del triton.

- ¡Basta! ¡Dejen de pelear! - exclamó Firinea y el sonido de su voz llegó a oídos de Ratjá y Loxur haciendo que estos acelerasen su paso. 

La pelea entre los niños se volvió más intensa tanto que, en un cruce, ambos refilaron sus rostros hiriendo sus mejillas opuestas, provocando un pequeño sangrado.

- ¡Señor Kalir! - gritó Ratjá, pero no solo él, también apareció un sirviente del triton 

- ¡Amo Zamaron! - exclamó ya acercándose.

Los niños ignoraron a los sirvientes pero cuando se disponían nuevamente a chocar Loxur intervino separándolos

- ¡Basta! ¿Qué está pasando aquí? - se impuso.

Ambos subordinados tomaron a los pequeños por los hombros y los obligaron a tomar distancia.

- Kalir ¿Qué está pasando? ¿Quién eres tu? - preguntó el Diablo mayor mirando al triton.

- Soy Zamaron, príncipe del Clan de los tritones - exclamó visiblemente molesto.

- Amo Zamaron, modere su tono, él es el Príncipe Loxur. No puede pelear con su hermano - dijo refiriéndose a Kalir - revea su actitud señor por favor... - sugirió.

- ¡¿Qué?! ¿Quieres que me disculpe? No lo haré, él empezó todo esto, que sea un Príncipe Diablo no le da derecho a hacer lo que le de la gana - respondió seguro.

- ¿Eso es cierto Kalir? ¿Tu empezaste la agresión? - indagó Loxur.

- ¡Claro que sí, a Firinea no le agrada y él le estaba tocando el cabello, si la vuelve a tocar lo golpearé de nuevo! - afirmó cruzando miradas con su rival.

- ¡¿Lo ves!? ¡Este Diablo enano quiere robarse a mi novia!

- ¡¿Qué dijiste?! ¡Vuelve a decir que es tu novia y te partiré la cara, idiota!

- Señor Kalir no pelee - susurró Ratjá - la señorita Firinea está asustada con todo esto - comentó ya que la pequeña se había quedado un poco alejada con los ojos llorosos.

- Solo digo la verdad - insistió Zamaron - Firinea será mi esposa así que debe venir conmigo.

- Cállate idiota, ya te dije que ella se va a casar conmigo así que déjala en paz.

- Deja de mentir, Firinea no tiene pretendientes.

- Mi hermano dice la verdad - intervino Loxur - en el día de hoy mi Padre a pedido formalmente el compromiso y eso quedará a consideración de la familia de la señorita.

- ¿Qué?... - murmuró impresionado el triton.

- Ja, ja ¿Qué te parece eso idiota? - se burló el pequeño Diablo.

- ¡Cállate Diablo enano o te daré de nuevo con mi espada!

- Comportense los dos, ambos son príncipes, no pueden pelear arbitrariamente por ahí, estas cosas se resuelven hablando con los adultos a cargo y aceptando las decisiones finales. 

- ¿Es en serio lo de la propuesta? - insistió el sirviente del triton.

- Por supuesto que sí, en estos momentos la familia de la señorita debe estar recibiendo la propuesta.

- ¡¿Y la nuestra?! - preguntó Zamaron mirando a su sirviente - ¡¿Mi padre ya la envió?! 

- Yo no lo sé señor pero... me temo que tal vez se nos adelantaron... - respondió dudoso.

Zamaron apretó los dientes y volvió su vista furiosa hacia Kalir quien esbozaba una sonrisa de triunfo.

- Le sugiero que se retire y hable con su padre, pelear con mi hermano no cambiará nada.

- Ya oíste, vete! - agregó Kalir.

- Esto no se va quedar así Diablo, tarde o temprano me las pagarás - amenazó el pequeño.

- Si, si, lo que digas - subestimó el Príncipe y vio como Zamaron se alejaba en compañía de su subordinado.

Inmediatamente volteó a ver a Firinea y se acercó a ella

- Firinea, ¿Estás bien? No llores, ya se fue - la calmó.

- Yo estoy bien... pero tu... él te lastimó - dijo al ver el corte en su rostro.

- ¿Esto? No es nada Firinea yo- intentó decir pero ella lo sorprendió dándole un beso en su mejilla herida y esta inmediatamente sanó - ¿Pero... qué fue eso? - preguntó impresionado.

- Te curé... las sirenas tenemos magia de sanación... 

- Wow! Increíble - la halagó y ella lo abrazó con fuerza sollozando - Firinea...

- Me asusté... pensé que se iban a lastimar mucho...

- Pero estoy bien ¿Lo ves? Te prometí que te cuidaría y lo voy a hacer Firinea...

- Gracias Kalir... - murmuró aun abrazada a él.

- Oh... que veo aquí... - comentó Loxur ya acercándose provocando que Kalir se sonrojase por completo ante ello - ¿Así que ella es la damita con la que te quieres casar? - sonrió.

- ¡L-Loxur! ¡No molestes!... - exclamó avergonzado ya separándose de ella.

Loxur se arrodilló frente a la pequeña - Hola señorita Firinea, me presento, soy Loxur, el hermano mayor de Kalir. Es un placer conocerla - dijo y besó cortesmente la mano de la niña.

Ella se sonrojó sutilmente - E-El placer es mío... - respondió nerviosa.

- Aaaah! - soltó Kalir.

- ¿Qué te ocurre? - preguntó Loxur.

- ¡Tú tampoco la toques así! - le exigió.

- Oye, solo me estoy presentando, calmate, eres muy pequeño para tener tantos celos - se burló.

- ¡No estoy celoso! Solo no quiero que la molestes.

- ¡Firinea! - interrumpió un hombre acercándose.

- ¡Papá! - dijo y se abrazó a él.

- ¿Usted es el padre de Firinea? - preguntó Loxur poniéndose de pie.

- Así es, soy Meter, su padre. 

- ¿Recibió la propuesta?

- Así es Príncipe Loxur, la recibimos y ya respondimos.

- ¿Puedo saber cual fue su respuesta?

- Aceptamos.

- ¡¿De verdad?! - preguntó Kalir emocionado.

- Así es muchacho.

- ¿Podría decirme por qué respondió de forma inmediata con tanta seguridad? Apenas son niños... - continuó Loxur.

El hombre dejó ver un sonrisa afligida - Créame Príncipe Loxur que si usted estuviese en mi lugar haría lo mismo...

- ¿Qué quiere decir?

- Si usted tuviese una hija como Firinea y pudiese salvarla de ser utilizada como un arma también la comprometería con cualquiera que tenga un poco de cariño por ella de verdad... y yo sé que el joven Kalir la aprecia mucho, por eso acepté...

- ¿Un... arma?... - murmuró confuso el Diablo mayor.

- Es hora de irnos Firinea.

- Sí papá, nos vemos Kalir - saludó moviendo su pequeña mano.

- Adiós Firinea, no te preocupes todo va estar bien - sonrió Kalir y quedaron viendo como padre e hija se sumergían en el agua.

- Te felicito - comentó Loxur al pequeño.

- Eh?

- Tienes buen ojo, es una niña muy bonita, hasta lograste que te diera un beso.

- ¡N-No te metas!

- Puedo entender que te guste pero ¿Por qué pediste el compromiso? Aun son muy pequeños.

- Para salvarla de ese idiota... - respondió molesto.

- ¿Salvarla?

- Sí, Firinea me dijo que en cuanto firmasen el compromiso ese niño se la llevaría lejos de aquí, por eso le pedí a papá que me ayudara... ella es mi amiga y estaba triste, no le agrada ese idiota.

- Oh... ya veo - comentó sorprendido Loxur al notar la real preocupación de Kalir por la niña, ahora veía que lo que Ratjá le comentó de camino era verdad, ella tenía un efecto positivo en él - Lo comprendo, pero no puedes agarrarte a golpes con él, eres un Príncipe debes cuidar las formas.

- Si lo veo cerca de ella de nuevo lo voy a golpear.

- Se le acerca porque le gusta, él también la quiere como novia.

- No me importa, ella se va a casar conmigo.

- Vaya... no sé si burlarme por lo precoz que eres o tenerte envidia por tu determinación, yo ni siquiera tengo una novia aun.

- Ese es tu problema, encuentra una chica que te guste y dile a papá que te casarás con ella.

Loxur dejó ver una sonrisa - Tienes una forma muy simple de ver la vida, cuando crezcas verás que las cosas en el mundo adulto son complicadas... y... presiento que lo tuyo tampoco será tan facil... - murmuró tras quedar pensando por las palabras del padre de Firinea.

Aquella definición de "arma" había quedado dando vueltas en su cabeza y no estaba equivocado al suponer que los tritones no cederían fácilmente pues, al día siguiente, su padre recibió un mensaje de Claus, líder del Clan, exigiéndole una reunión.

Debido a la naturaleza de los seres en cuestión, la cita debía darse dentro del Reino de la Gula y, por orden de Satanás, Loxur fue en su representación. Pero para aclarar todo de una vez decidió citar al padre de Firinea también en el Palacio donde vivía Kalir...

- Quiero una explicación, ¿De dónde salió el repentino interés de un Príncipe Diablo por la niña? Ella no tenía ningun pretendiente - dijo Claus en la mesa de reunión.

- En realidad no hay mucho que explicar, mi hermano y la señorita Firinea tienen un vínculo excelente y no es de extrañar que mi Padre vea futuro en su relación, su padre piensa de igual manera así que el compromiso está formalizado.

- Eso es inaceptable, la sirena poseedora de "La voz de la muerte" debe desposar a el próximo líder triton, quedarse en el círculo del Clan.

- ¿La voz de la muerte?... - murmuró Loxur serio pero extrañado al no saber a lo que se refería.

- Las leyes del Clan son claras y anteceden a tu régimen, Claus - intervino el padre de Firinea - el príncipe triton solo puede exigir como esposa a una sirena sin pareja, si ella está comprometida previamente no puede reclamarla. Mi hija a sido prometida al Príncipe Kalir y es definitivo.

- ¿Cómo pudiste preferir a alguien por fuera de nuestra raza? 

- No se trata de preferir a un Diablo por encima de un triton, solo elegí el camino que puede hacer feliz de verdad a mi hija - respondió seriamente sereno.

Claus apretó los dientes dejando ver una clara expresión de descontento.

- Ya escuchó señor Claus, le pido que cerremos este tema aquí y que no insista, recuerde que desde este momento la integridad de la señorita está bajo nuestra protección, así que no se exponga a un enfrentamiento con nuestra familia - declaró Loxur.

Claus frunció el ceño clavando una amenazante mirada en ambos hombres y se retiró en silencio del Palacio.

- Vaya... creí que insistiría más - comentó Loxur.

- El problema de Claus es que él no amenaza Príncipe Loxur, directamente actúa... - respondió el hombre.

- Necesito saberlo, ¿A que se refiere Claus con "La voz de la muerte"? ¿Por qué usted dijo que Firinea es un arma?

El hombre dio un pequeño suspiro y respondió - Cada cierto tiempo en nuestro Clan nace una sirena con un don venerado por los nuestros y temido por el resto de los seres... la voz de la muerte... 
La sirena que nazca con ello se la define como una reina sin corona, pues ese poder no se hereda de generación en generación si no que surge al azar en cualquier sirena, sin importa su estirpe, pero solo una a la vez...

- ¿Quiere decir que una vez que la portadora muere ese don surgirá en otra sirena por nacer?

- Así es... la voz de la sirena portadora al cantar sumerge en un sueño de muerte a quien la escuche, por ende se la concidera una carta de triunfo ante una posible guerra territorial o mucho más... un arma letal en toda su expresión. En cuanto una muere la familia real busca a la sucesora para tenerla bajo su control y en lo posible desposarla con el líder, en este caso con el príncipe Zamaron... antes de que las sirenas comiencen a cantar por naturaleza se las somete a la revisión de una bruja del mar enviada por la esposa del líder, aquella bruja reveló que mi pequeña era la portadora y desde ese tiempo mi desesperación comenzó... se le prohibió cantar y sabíamos que cuando ella cumpliese los seis años vendrían a buscarla, pues es la edad en que puede formalizarse un compromiso en nuestro Clan...

- ¿No confía en su líder verdad?

- No... no digo que el príncipe sea malo pero mientras Claus esté al mando podría utilizar a mi pequeña para amenazar a las demás razas, usarla como un objeto... el destino de la sirena portadora es muy cruel pues si bien es tratada como una reina también se le cortan las libertades y se la obliga a matar aun en contra de su voluntad... Firinea es una niña dulce que ya a sufrido bastante la indiferencia de sus pares por ser como es... extremadamente sensible, no puede cantar y disfruta de estar más en la tierra que en agua... podrán respetarla como una reina pero no quererla sinceramente... no puedo imaginar que obliguen a mi pequeña a matar por ambición...

- Entiendo...

- Tengo que ser honesto, no conozco del todo al Príncipe Kalir, pero mi hija es feliz con él, se siente bien. Cuando llegó su propuesta no dudé en aceptarla, pues supuse que lo hizo para ayudarla, independientemente de si en un futuro se amen o no, con esto salvó a mi hija... desde un principio demostró buenas intenciones con ella, por eso confío en él.

En ese momento Kalir se encontraba con Firinea en el jardín pero fue hasta la sala personal para ver que había sucedido

- Adelante - respondió Loxur al oír que tocaban la puerta.

- Loxur, ¿Qué ocurrió? Ese viejo se fue muy molesto - dijo refiriéndose a Claus.

- No te preocupes, todo quedó aclarado, tu y Firinea han quedado oficialmente comprometidos.

- ¡¿De verdad?! ¿Entonces ese idiota de Zamaron ya no la molestará?

- No debería, ya no tiene oportunidad.

- ¡Genial! Se lo diré a Firinea.

- ¿Dónde está ella? - preguntó Meter.

- Está en el jardín con Ratjá.

- Bien, Príncipe Kalir, quiero agradecerle por su propuesta a mi hija. Sé que aun es pequeño pero confió en que usted la cuidará.

- Claro que sí señor Meter, le prometo que la cuidaré - dijo y salió corriendo a su encuentro - ¡Firinea! - exclamó al verla.

- ¿Qué ocurrió Kalir?

- Todo está bien, ya quedamos comprometidos, ese triton idiota ya no te molestará.

- ¿De verdad?

- Así es, podrás quedarte aquí conmigo - sonrió orgulloso.

- Kalir...

- ¿Si?

- ¿Yo te gusto? - preguntó sin rodeos la pequeña.

- ¿Q-Qué? - se sorprendió él - ¿Q-Qué quieres decir?

- Primero me dijiste que era muy bonita y ahora pediste casarte conmigo... ¿Es por qué te gusto?

- B-Bueno sí... es decir... M-Me gustas como amiga...- respondió nervioso y avergonzado.

- ¿Como amiga?... ¿Entonces por qué pediste casarte conmigo?...

- Lo hice para salvarte de Zamaron... se me ocurrió que si te comprometias conmigo él no podría llevarte... 

- Oh... ya veo... 

- Tu y yo estamos prometidos pero eres libre para elegir a quien te guste... no quería que ese niño te llevase a la fuerza... - respondió intentando ser serio pero la verdad es que sentía que ya no sabía ni lo que decía, de por sí ella lo ponía muy nervioso y con aquella pregunta su corazón parecía latir a más no poder.

- Entonces ¿yo no te gusto como novia?... ¿no te quieres casar de verdad conmigo?...

- Bu-Bueno no, yo... no lo sé...

- Está bien...- dijo con un gesto un poco triste.

- ¿Por qué lo preguntas?...

- Porque tu sí me gustas de verdad... pero si solo quieres ser mi amigo está bien - sonrió. 

- ¿Eh? ... - murmuró Kalir y quedó sin habla.

- ¡Firinea! Es hora de irnos hija - la llamó su padre en la salida del Palacio.

- ¡Ya voy!, nos vemos Kalir, gracias por ayudarme - dijo alegre y se retiró en compañía de su padre.

Kalir permaneció inmóvil mientras la veía irse, no terminaba de entender aquella confesión de Firinea y la idea quedó dando vueltas en su cabeza el resto del día, tanto así que durante la cena se mostró distraído. 
A Ratjá le llamó la atención su actitud y no pudo evitar preguntar

- ¿Se siente bien Señor Kalir? No a tocado su comida, eso es raro en usted ¿No tiene hambre?

- No... - dijo y corrió su plato para apoyar los codos en la mesa - ¿Puedo hacerte una pregunta Ratjá?

- Claro Señor.

- Si una niña dice que le gustas... ¿Qué significa?

El sirviente quedó impresionado por su pregunta - ¡¿Cómo dice?! ¿La señorita le dijo eso?

- Sí... ¿Qué quiso decir?

- Bu-Bueno, necesitaría que me diga el contexto en que se lo dijo para estar seguro...

- Me lo dijo hoy en el jardín. Firinea me preguntó si ella me gustaba como novia porque un día le dije que me parecía bonita y porque pedí casarme con ella...

- ¿Y usted que le respondió?

- Me puse tan nervioso que terminé diciéndole que me gustaba como amiga, luego ella me dijo que yo sí le gustaba de verdad pero que si solo quería ser su amigo estaba bien y luego mi cabeza explotó y ya no supe que decir - comentó haciendo gestos con sus manos.

- ¿Qué su cabeza explotó?...

- Es una forma de decir... nunca creí que ella me diría algo así...

- ¿Y usted que siente por ella?

- Bueno a mi... Firinea me gusta mucho... es tan bonita... inteligente y divertida... y cuando me da un beso en la mejilla siento que mi corazón late muy fuerte...

- Oh... ya veo, entonces usted está enamorado de la señorita.

- Yo... creo que sí...- admitió avergonzado - Aaaaaah! ¡¿Qué voy a hacer Ratjá?! ¡Lo arruiné todo! - exclamó revolviendose el cabello.

- ¿Por qué dice eso?

- Porque ahora que le dije que me gusta solo como amiga ella seguro se va a fijar en otro niño... metí la pata hasta el fondo - dijo y dejó caer su cabeza contra la mesa.

- Tranquilo Señor, le aseguro que no es grave...

- ¿Cómo no? ¿Qué puede haber peor que decirle a la chica que te gusta que no te gusta? Estoy acabado... 

Ratjá quería reír, aquel énfasis que el pequeño Diablo ponía en el problema provocaba ternura, pero por respeto a los sentimientos que él demostraba se mantuvo serio. Para Kalir de verdad representaba una angustia y el Príncipe le estaba abriendo su corazón, así que tenía que responder con altura.

- Sólo tiene que decirle que a usted también le gusta de verdad Señor, así lo solucionará.

- ¡¿Dices que me confiese?! ¿Pero cómo? Apenas puedo hablar cuando me mira...

- Puede ser a través de un obsequio con una carta Señor.

- ¿Un obsequio? 

- Sí, piense en algo que a ella le guste mucho y cuando se lo entregue puede dejarle una nota en él, no se presione, tómese su tiempo para pensar en algo bonito para ella.

- Mmm está bien, así lo haré, gracias Ratjá.

- Por nada Señor, ahora debe irse a dormir, mañana retorna a el entrenamiento con sus hermanos dijo el sirviente y el pequeño obedeció.

Aunque sabía que el consejo de Ratjá era bueno aun no podía imaginar el regalo indicado para ella, sin embargo la inseguridad que le generaba no haber sido honesto con Firinea no lo dejaba dormir, así que al día siguiente la llamó en el lugar de siempre muy temprano por la mañana, quería confesarle sus sentimientos, dejarle claro que para él no era solo su amiga...

- ¡Hola Kalir!

- Ho-Hola Firinea... - murmuró ya nervioso.

- ¿Qué ocurrió? ¿Todo está bien?

- Sí... bueno... yo... quería hablar contigo...

- ¿Hablar? ¿De qué?

- Es... es sobre lo de ayer...

- ¿Lo de ayer?

- Sí... yo... quería decirte que... que tu me- 

- Sabía que estarías aquí - lo interrumpió una voz, era su hermano mayor.

- ¡Lo-Loxur! ¡¿Qué haces aquí?!

- Iba a buscarte para entrenar pero tuve el presentimiento de que estarías aquí y pasé de camino, veo que no me equivoque ¿Planeabas escapar de estudiar?

- ¿Te estás escapando del entrenamiento Kalir? - preguntó inocente Firinea.

- N-No, estaba haciendo algo importante ¿Qué no ves? - reclamó el pequeño.

- ¿Importante? No hay nada más importante para un niño que su educación. ¿Qué estabas haciendo?

- No es asunto tuyo, es privado, además estudiar es aburrido.

- No es aburrido, es muy importante Kalir, si quieres ser un guerrero fuerte debes saber usar tu magia...- comentó Firinea.

- Oh... me agrada esta pequeña, ella si entiende ¿Lo ves? Si quieres ser como yo algún día debes prepararte - agregó Loxur.

- ¿Y quien dijo que quiero ser como tu? Eres estricto y aburrido - resopló el pequeño.

- No digas eso Kalir, tu hermano no es aburrido, él es muy fuerte e inteligente... yo lo respeto - murmuró avergonzada.

- Muchas gracias señorita Firinea, me halagan sus palabras - sonrió galante.

- Sólo digo la verdad... me encantaría saber tanto como tu... me gusta la gente sabia... - comentó sonrojada.

Kalir empezaba a sentir celos de la situación, pero sus palabras lo presionaban - Está bien ya entendí, vámonos - dijo molesto con su hermano.

Loxur se sorprendió al ver lo rápido que el pequeño cedió, sin duda la influencia de Firinea era buena en él.

- Espera Kalir ¿Qué querías decirme? - preguntó ella. 

- ¡Te lo diré mañana! - dijo ya yéndose.

- ¡Está bien! - sonrió ella y regresó al agua.

Ya de camino 

- ¿Qué estabas haciendo? ¿Te estabas confesando? - preguntó burlón Loxur.

- N-No digas tonterías, era otra cosa... - se excusó, le daba pena admitir abiertamente que Firinea le gustaba.

Hasta ese momento al único al que pudo 
decírselo era a Ratjá, pues confiaba en él, en cambio de saberlo sus hermanos se la pasarían molestándolo, y no estaba equivocado...

- ¿Como es que eres el menor de todos y ya elegiste prometida? - preguntó Hazar.

- ¡¿Q-Quien les dijo eso?! - se sorprendió Kalir.

- Tu madre se lo dijo a las nuestras, ya todos lo saben... - comentó Vittorio.

- Bu-Bueno yo...

- ¿Cómo fue? Ni siquiera Loxur se a casado aun - continuó Noré.

- ¿De que están hablando? - preguntó Loxur ya acercándose.

- Queremos saber quien es la prometida de Kalir - continuó Salomón.

- Oh, ya se enteraron, es una sirena, su nombre es Firinea.

- ¡¿Una sirena?! - se sorprendieron.

Kalir ya se había sonrojado por completo.

- Dicen que las sirenas son muy hermosas ¿Cómo hiciste para que se fijara en ti? - insistió Hazar.

- ¿Por qué no? Soy un príncipe Diablo, seré un guerrero del Infierno.

- ¿En verdad es bonita? - preguntó Noré.

- Vaya que sí, es una niña preciosa, Kalir tiene mucha suerte - respondió Loxur.

- ¿Podemos conocerla? - preguntó Vittorio.

- ¡No! - exclamó ya celoso Kalir - no dejaré que ninguno de ustedes se le acerquen - los señaló.

- ¿Qué sucede Kalir? ¿Temes que al vernos ella se enamoré de alguno de nosotros? - preguntó con burla Hazar.

- ¡¿Qué dices?! Eso no te importa, ya tengo demasiado con Loxur, no quiero que ustedes la molesten y en especial tu Vittorio, te quiero lejos de ella.

- ¿Yo? ... ¿Por qué? - preguntó desconcertado Vittorio.

- Es porque al ser una sirena a Firinea le atraen las personas con conocimiento, son seres curiosos.

- Oh, ya veo... que astuto eres Kalir...

- ¿Por qué lo dices?

- Porque la hiciste tu prometida ahora que son niños para que cuando se dé cuenta de que siempre serás un idiota ya sea demasiado tarde... - se burló.

- ¡Repite eso maldito ciclope! - provocó Kalir.

Entre él y Vittorio prevalecía ya una cierta tensión pues Kalir molestaba a su hermano constantemente por el hecho de llevar un parche para cubrir su maldición, y una de sus travesuras habituales era querer quitarselo, algo por lo que Vittorio sufría bastante al no poder controlarlo.

- Ya dejen de pelear, vamos, tomen sus espadas - ordenó Loxur y se dispusieron entrenar.

El día transcurrió con normalidad, aunque Kalir no había podido confesarse como tenía planeado aun así ya había ideado hacerlo el día siguiente, pero no tenía idea cuanto cambiaría su vida cuando, esa misma noche, tocaron la puerta de su Palacio...

- ¡¿Señorita Firinea?! - se sorprendió Ratjá al abrir la puerta y verla mojada, con rastros de haberse caído y con lágrimas en sus ojos.

- Ratjá... - murmuró.

- ¡¿Qué le ocurrió?! ¿Está sola? - preguntó y se inclinó a su altura.

- Yo...

- ¿Firinea? - se acercó Kalir impresionado al verla así - ¡¿Qué te ocurrió?!

- Kalir... yo...- continúo murmurando y las lágrimas rodaron por sus mejillas

- ¡¿Qué pasó?!

- No sé dónde están mis papás...

- ¿Qué?...

- Perdí a mis papás... - repitió ella en sollozos mientras se abrazaba a él, y el pequeño Diablo sintió como la rabia lo invadía al poder imaginar sólo un escenario en su mente...

Continuará...



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En el texto hay: angel, amor, diablo

Editado: 18.01.2024

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