El Ángel que bailaba con el Diablo 2

Siry y Bastian: capítulo 1

Días revolucionados se vivían en el Infierno, pues una de las bodas más importantes estaba en preparativos, el último hijo de Satanás se casaría, pero no con cualquier mujer, lo haría nada más y nada menos con la princesa de los Grifos, Ananya.

Sin dudas sería algo sin precedentes pues era la primera vez que los orgullosos y ancestrales Grifos aceptarían que un ser ajeno a su raza desposara a una de sus valiosas mujeres.

Pero la expectativa y los preparativos no eran lo que despertaban los nervios del más joven de los Diablos, no, lo que le representaba todo un reto era el pedido expreso de su amada, ella quería que Siry y Bastian, sobrinos diablos de Rustem, fuesen quienes llevaran los anillos de boda, cumpliendo así un papel fundamental en la ceremonia.

Rustem no podía estar más de acuerdo con la idea de Ananya, pues amaba a sus pequeños sobrinos, pero para ello debía superar la complicada misión de convencer a su hermano Noré...

- ¡Vamos Noré! ¡Di que sí! Déjame llevarme a los niños.

- No.

- Vamos, no seas egoísta, Siry y Bastian son muy importantes para Ananya y para mí.

- ¿Y si digo que sí, que implica?

- Bueno, los llevaría a la tierras de los Grifos, ya que los esperan para hacerles los trajes tradicionales a medida y enseñarles el protocol-

- No me refiero a eso - Lo interrumpió - estoy hablando de cuanto tiempo será. 

- Bueno... sería... dos días.

- ¡¿Qué?! ¡¿Dos días?! ¿Por qué tanto tiempo?

- Es que son muchas cosas que hacer, todos quieren conocerlos, además queremos aprovechar para pasar tiempo con ellos allí, también veremos a Aronis.

- Ni lo sueñes, dos días es demasiado tiempo para que estén a tu cuidado. Como mucho me arriesgaría a medio día.

- Oh, vamos Noré, ¿Qué podría pasar? Ellos son chicos obedientes.

- Sí, y te aseguro que no es por tu influencia.

- Oye!, soy el mejor tío que podrían tener, Bastian me admira - alardeó.

- Siry no piensa lo mismo... - se burló Noré ya tomando asiento en su sofá.

- No es necesario que me des un golpe tan bajo... de cualquier modo, vamos! ¿Qué son dos días para ti?

- Ya dije que no, no puedo confiar en ti.

- Puff, siempre tan mezquino y desconfiado... - se quejó - ¿Y dónde está Anaciel?

- Salió con los niños, ya debe estar regresando, pero ni se te ocurra preguntarle, ella no tiene idea de los peligros del Inferno - sentenció.

Rustem soltó un suspiro y en ese momento entraron Siry y Bastian a la casa

- ¡Tio Rustem! - saludaron a coro.

- Hola chicos, ¿Cómo están?

- Bien, que bueno que estás aquí ¿Viniste a jugar con nosotros? - continuó Bastian.

- Algo así, si es que logro convencer a su padre...

- ¿Dónde está su madre? - preguntó Noré.

- Está en la puerta hablando con el tío Zarasel - respondió Siry ya dejando su pequeño bolso.

- ¿Qué? ¿Zarasel otra vez está aquí?... - suspiró ya relajandose en el respaldo.

- ¿Qué pasa? ¿Tienes problemas con tu cuñado? - comentó Rustem algo burlón.

- No, pero siempre aparece los días que regreso del Inferno, es como si lo hiciera a propósito, y acapara toda la atención de Anaciel... - soltó algo celoso.

Fue ahí cuando el joven Diablo vio la oportunidad para cambiar la opinión de su hermano

- Ja, ja, ¿No puedes estar a solas con tu esposa? ¿Eso es lo que te molesta?

- Cállate, no es asunto tuyo.

Rustem se acercó aún más y susurró - Anaciel es una madre muy dedicada, estoy seguro que nos has tenido intimidad con ella como deseas ¿Verdad?

- ¡No te voy a responder eso!

- Bueno, bueno, tranquilo. Sólo piensa en lo que te propongo, me llevo a los niños conmigo y tendrás dos días para estar a solas con tu esposa ¿Qué dices? Sólo tienes que confiar en mi - sonrió.

Noré dejó ver una expresión de molestia pero a la vez pensativa - ¿De verdad puedo confiar en ti?

- Sí, sé que no lo parezco mucho pero soy responsable, los chicos me escuchan ¿No es así niños?

- ¿Qué? - preguntaron a la vez.

- ¿No les gustaría pasar dos días conmigo y con Ananya?

- ¡Sí!

- ¿Podemos ver a Aronis? - preguntó Siry.

- Claro, ¿Lo ves? A ellos les gusta estar conmigo.

- ¿Podemos papá? Por favor... - insistió Bastian.

Noré dio un suspiro antes de responder - Espero no arrepentirme de esto... está bien, puedes llevártelos.

- ¡Sí! - exclamaron los tres.

- Dos días Rustem, los quiero aquí en dos días, y más te vale que los cuides o ya sabes qué pasará... - le advirtió.

- Sí, sí, relájate, los cuidaré. ¿Nos vamos chicos?

- ¡Sí!

- Adiós papá - saludó Bastian encarando la puerta.

- Nos vemos papá - dijo Siry dándole un beso en la mejilla.

- Adiós niños, tengan cuidado - los despidió Noré y al verlos irse no puedo evitar pensar en si había hecho lo correcto, pero poder tener la posibilidad de estar un tiempo a solas con su amada esposa era una oferta difícil de rechazar.

Un momento después Anaciel entró en la sala - Noré ¿Qué ocurrió? Rustem me dijo que se llevaría a los niños, que le habías dado permiso.

- Así es - respondió poniéndose de pie ya acercándose a ella - Le di permiso para que se los lleve por dos días.

- ¿Qué? ¿Dos días? Pero no llevaron un cambio de ropa, ni su cepillo de dientes, ni- 

- Tranquila - la relajó él - No te preocupes, te aseguro que a donde van no les faltará nada, estarán con Rustem y Ananya, ella quiere que los niños participen de la boda.

- Oh, ¿De verdad? Que hermoso - sonrió - Me alegra saber que estés confiando más en Rustem.

- No sé si es eso ó es que estoy loco por pasar tiempo a solas contigo... - dijo y la abrazó por detrás.

- Eh? 

- De lo único que debes preocuparte por dos días es en pasar tiempo con tu esposo - deslizó galante - ¿Te gusta la idea?

- Sí, tienes razón, no hemos tenido tiempo para estar solos - sonrió.

- Bien, ¿Tu hermano se fue verdad?

- Sí, sólo pasó a saludar.

- Entonces nos vamos ahora mismo.

- Eh? ¿A dónde?

- A tener una segunda luna de miel.

- ¿Luna de miel?

- Sí, será breve así que procuremos que sea intensa - dijo y la cargó en brazos.

- Noré... - murmuró risueña - ¿A dónde iremos?

- Creo que ambos sabemos donde queremos ir... ¿Verdad?

Ella esbozó una sonrisa mientras lo miraba a los ojos - Sí... - respondió y le dio un tierno beso mientras se abrazaba a su cuello.

- Perfecto, entonces no perdamos un segundo más - sonrió satisfecho y se prepararon para partir.

Mientras tanto, Rustem había llevado a los niños al Palacio de Loxur para visitar a Aronis antes de ir a la tierra de los Grifos.
Jugaban a las atrapadas en pareja en el jardín, Bastian y él formaban un equipo mientras que Aronis y Siry otro.

En un momento ella tropezó y el pequeño Diablo Minotauro la ayudó a ponerse de pie extendiéndole la mano amablemente.

- ¿Estás bien Siry? - preguntó gentil.

- Sí... sólo me lastimé un poco rodilla...

- Déjame ayudarte - dijo y con un simple hechizo sanó su herida.

- Ooh... eres increíble Aronis, ya sabes usar magia de sanación - lo halagó.

- Apenas estoy aprendiendo - sonrió.

- De todos modos es grandioso, yo aún no puedo dominar mi magia... el tío Vittorio dice que soy un poco "inestable" por ser mitad Diablo... me siento algo lenta... incluso Bastian la domina mejor...

- No te preocupes por eso, eres un poco más pequeña que yo así que es normal, tú eres unica Siry, así que tomate el tiempo que necesites para aprender. - sonrió y le tocó la cabeza - Mientras tanto yo aprenderé por los dos si hace falta.

- ¿Qué? ¿Por qué?...

- Para cuidarte si es necesario, y aprenderé todo lo que pueda para enseñarte si quieres... - dijo y tomó su mano - ¿Vamos a seguir jugando?

- ¡Sí! - exclamó ella feliz.

Aquella tierna escena fue observada de lejos por Petra y Loxur que se mantenían de pie uno al lado del otro 

- Ay... Siry es tan hermosa, es toda una dama, además con ese vestido parece una muñeca, y Aronis es un caballero con ella, ¿No piensas que se ven perfectos juntos, Loxur? 

- Sí, se llevan muy bien.

- ¿Crees que este bebé que esperamos sea una niña? ¡A mi me encantaría! - dijo acariciando su incipiente barriga - ¿Te imaginas a una pequeña de risos rojos como tu madre? ¡Sería hermoso!

- Yo te daría todos los hijos que quieras, Petra, pero me temo que ninguno sería una niña...

- ¿Qué? ¿Por qué?

- Porque los diablos sólo podemos tener descendencia masculina.

- ¿Pero... y Siry?

- Lo de Siry representa un total misterio, pero indiscutiblemente es mitad Diablo, así que es legítimamente la primera Diabla en pisar el infierno.

- Pero si es la primera Diabla ¿quiere decir que es como la princesa suprema del Infierno?

- Así es, la presencia de Siry en este lugar podría ocasionar terribles conflictos.

- ¿Por qué?

- Porque representa la oportunidad para cientos de clanes de que sus hijos varones se unan a la familia real. Ya puedo verlo, miles de bestias peleando por la mano de la princesa diabla, si fuese Noré ya estaría tomando medidas al respecto.

- ¿Qué quieres decir? 

- Colocar un campo de fuerza a su alrededor al menos para que no se le acerquen.

- Oh... eso me suena más a celos - dijo risueña - pero entonces... ¡debes adelantarte Loxur!

- ¿Qué?

- Habla con Noré para que tenga en cuenta a Aronis para ser su prometido.

- ¡¿Qué?! Petra, mi amor, son primos...

- ¿Y qué? ¿eso sería muy extraño? En algunas familias de demonios protegen el linaje de la sangre casándose entre sí, como los vampiros.

- Es verdad... pero...

- Además ustedes sólo son hermanos por parte de padre.

- Pe-pero...

- ¿De qué están hablando? - preguntó Rustem ya acercándose.

- Dime Rustem ¿No crees que Aronis y Siry harían una pareja perfecta? - insistió Petra ya entusiasmada.

- ¿Qué? ¿Pareja? ¿En que sentido? - preguntó confundido.

- Sí! Sí! Sí! Ya hasta casi puedo verlos, un nieto de ellos con cabello rojo y ojos verdes! ¡Qué hermoso! - se emocionó aún más.

- Ven Petra, tranquilizate, creo que el embarazo está agitando demasiado tus hormonas mi amor... - dijo Loxur abrazándola gentilmente.

- ¿Agitada? Yo no estoy agitada, me siento bien.

- Bu-Bueno, ya es hora de irnos Siry y Bastian - dijo Rustem escapando de la presión de Petra. 

- Está bien - respondieron ambos ya acercándose en compañía de Aronis.

- Gracias por el vestido tía Petra, es muy hermoso - agradeció la pequeña.

- Por nada Siry, para ti lo que quieras, te haré uno de cada color. Oh! Uno rojo se te vería hermoso, ¡Sí! Combinarías perfecto de la mano de Aronis - volvió a entusiasmarse.

- ¿Qué le ocurre a Petra? - preguntó por lo bajo Rustem a Loxur.

- Cuando está embarazada tiene días así en donde pierde el control de su intensidad... - respondió en un murmullo su hermano.

- Oh, ya veo... ¡Bien chicos, vámonos! Ananya los espera.

- ¡Sí! 

- Gracias por traerlos Rustem y por llevarle nuestro presente a Anaciel, me hubiese gustado ir a su cumpleaños pero ya sabes que Loxur es muy estricto con mi salud en los embarazos - sonrió.

- Es por tu bien Petra, sólo me preocupo por ti...

- Lo sé Loxur, sólo bromeo. ¿se van a la tierra de los Grifos?

- Sí, Siry y Bastian formarán parte del cortejo.

- Increíble, debo admitir que estoy impresionado Rustem, quien diría que por tu causa los orgullosos grifos abrirían las puertas de sus tierras a otra raza.

- Je, je ¿Qué puedo decir? Soy especial - sonrió - ¿Vienes con nosotros Aronis?

- Lo siento pero tengo práctica de espada y estudios que completar - se disculpó.

- Vaya... saliste igual de estricto que tu padre... - murmuró - bien, entonces nos vemos luego, adiós!

- Adiós Aronis - saludaron los gemelos pero el pequeño Diablo tomó la mano de la niña y la besó gentilmente.

- Aronis... - murmuró Siry.

- Eres una señorita, corresponde que te despida como el protocolo de un Príncipe indica - sonrió él.

- ¿Tú también hacías eso tío Rustem? - preguntó Bastian.

- Por supuesto, es parte de la educación básica de un Príncipe, de hecho así saludaba a tu madre cuando la conocí.

- Oh... ¿Entonces yo también debo hacerlo?

- Sería lo apropiado, son pequeños pero príncipes al fin.

- Ya veo, lo tendré en mente.

- Adiós Siry - terminó Aronis.

- Adiós Aronis - respondió regresándole la sonrisa y Petra se contuvo para no gritar de emoción. 

- ¡Son tan tiernos! ¡Ese es mi hijo! - exclamó orgullosa y vieron como los gemelos se iban en compañía de Rustem - Aww, definitivamente quiero que Siry sea mi nuera - insistió.

- ¿Qué? Pero Petra... - intentó objetar Loxur.

- Sabes que nunca pido nada, pero de verdad me gustaría... Si no hablas tú con Noré yo lo haré - Le advirtió risueña.

- No, no, mejor deja que yo me encargue de esto...

- Está bien - sonrió - ¿Entonces dices que no encuentras explicación para el origen del género de Siry?

- Puedo ensayar una teoría, pero sería sólo eso, una teoría.

- ¿Y cuál es?

- Creo que tiene que ver con el hecho de que son gemelos pero además... con que Anaciel era un Ángel...

- ¿Qué? Pero Anaciel ahora es humana.

- Así es, de haber continuado siendo un Ángel ellos no habrían podido tener hijos pues los ángeles y los demonios somos seres opuestos, pero quizás algún rastro de divinidad que haya quedado en ella pudo haber roto la maldición de la descendencia masculina en los diablos con Noré...

- Ooh, ¿Y por qué haces referencia al hecho de que sean gemelos?

- Los embarazos gemelares no existen en los diablos.

- ¿Pero Salomón no tendrá gemelos también?

- No, los de Salomón serán mellizos.

- ¿Y cual sería la diferencia?

- Los diablos requieran mucha energía desde que estamos en el vientre de nuestras madres, nos adaptamos lentamente durante el desarrollo a nuestros propios poderes, por ende es natural que cada uno tenga su propio lugar durante los embarazos, es decir, al igual que los mellizos, cada uno tiene su propia placenta y bolsa amniótica, es como la burbuja individual de cada uno para retroalimentarse de su propia fuerza adaptándose. 

- Entonces en el caso de los gemelos...

- Sí, los gemelos por lo general comparten una sola bolsa amniótica y placenta, lo que quiere decir que uno podría estar absorbiendo la fuerza del otro... el hecho de que Siry sea mitad humana me hace pensar que su parte Diablo se la debe a su hermano.

- ¿Estás diciendo que Siry absorbió parte de los poderes de Bastian durante el embarazo?

- Así es, es lo que pienso. Creo que originalmente iba a ser sólo humana, pero al compartir la misma bolsa y placenta con Bastian resultó en mitad Diablo.

- Entonces en definitiva ¿ella es una niña debido a que quizás algún rastro de divinidad en el cuerpo de Anaciel rompió la maldición de la descendencia, y su mitad diablo es gracias a que absorbió energía de su hermano?... se oye tan complejo y a la vez fascinante - sonrió - es única.

- Sí, lo es.

- ¿Pero ella también es heredera de Cancerberos?

- No podría asegurarlo.

- ¿Qué quieres decir? Bastian emana esa esencia propia de los perros del infierno, muy similar a la de Noré, Siry también pero mucho más sutil.

- Así es, la de Siry es muy sutil, no podría decir si es por convivir con ellos o no. Ella aún no a manifestado abiertamente su poder, su lado humano la vuelve inestable para la magia...

- ¿Con inestable te refieres a débil?

- Puede ser débil como también muy peligrosa... a ella le llevará más tiempo que a los demás para aprender a hacerlo de forma segura, por eso Vittorio se encarga de ella.

- Oh, entiendo.

- Tal vez no haya heredado ningún poder de su descendencia ancestral y sólo posea la capacidad mágica de un Diablo, pero a eso sólo el tiempo lo dirá...- comentó pensativo.

En ese momento Rustem iba entrando ya por la puerta principal a la tierra de los Grifos, los pequeños estaban fascinados por el panorama, todo era brillante y el oro parecía ser el elemento predominante en la decoración. Los grifos circulaban a pie y volando por el lugar, sin duda era algo sumamente llamativo para un niño.

- Wow! Este lugar es genial, todos se ven tan grandes y fuertes - comentó emocionado Bastian al ver a los guerreros portando sus armas de oro.

- Sí, y todos tienen alas... - agregó Siry y, distraída por el lugar, terminó chocando de atrás con un gran hombre, el mismo volteó y vio que se trataba del propio Falen - L-Lo siento... - comentó apenada.

El grifo se inclinó para verla de cerca, era casi diminuta a su lado - Si no lo estuviese viendo no lo creería... en verdad es una Diabla... - comentó y esbozó una sonrisa en su siempre adusto rostro - Tú debes ser Siry.

- ¿Sabe quien soy?...

- Claro, todos en alguna medida saben de la única Diabla que existe en todo el Infierno, además Ananya habla tanto de ti, está fascinada contigo, y ahora entiendo porque, en verdad pareces una muñeca.

- ¿Conoce a la tía Ananya?

- Por supuesto - sonrió - soy su padre, mi nombre es Falen, pequeña, líder de los Grifos.

- Oh, ya veo. Mucho gusto señor Falen, mi nombre es Siry, hija del tercer Príncipe del Infierno, Noré - se presentó con una educada reverencia.

- Vaya, que adorable, en verdad tiene modales.

- Él es mi hermano Bastian - continuó y el niño de acercó.

- Es una placer señor Falen - dijo y buscó estrechar su mano, el grifo la tomó pero comparada con la de él era muy pequeña, aún así no desestimó la acción de Bastian.

- Igualmente, pequeño. En serio son educados, eso es un alivio, pueden llamarme sólo Falen - sonrió.

- Hola Falen, ¿como estás? - saludó Rustem siguiendo el juego.

- Señor Falen para ti - se impuso el grifo.

- ¿Qué? Pero creí que ya teníamos confianza.

- Aprende de tus sobrinos a ser educado, respeta a tus mayores.

- ¿Y por qué ellos si pueden decirte Falen y yo no?

- Ellos son invitados de honor, tú sigues siendo un intruso que quiere robarse a mi pequeña... 

- ¿Eeeehh? Pensé que ya habíamos superado esa etapa...

- Un padre jamás termina de aceptar algo así.

En ese momento llegó volando Ananya - ¡CHICOOOOS! - exclamó alegre y los abrazó - ¡Qué bueno que vinieron! ¡Los extrañé!

- Nosotros también a ti tía Ananya - respondió Siry.

- ¿Eso significa que tu hermano aceptó que se queden con nosotros? - preguntó mirando a Rustem.

- Así es - afirmó sonriente el Diablo.

- ¿Cómo lograste convencerlo?

- Tengo mis métodos - alardeó.

- Bien, entonces no perdamos ni un segundo, ¡hay tantas cosas que quiero mostrarles! Pero primero se probarán todos los trajes que elegí para ustedes, en especial para ti Siry, ¡hay tantos vestidos bonitos que no pude decidirme por ninguno!

- Bu-Bueno... - respondió apenada.

- Hija, tranquila, no es una muñeca...

- Pero podría serlo ¿Verdad papá? Mira lo hermosa que es - dijo mientras la abrazaba con fuerza.

- ¡Abuelo Falen! - se escuchó en la voz de un niño que descendía volando.

- ¿Qué ocurre Caled? - preguntó el Grifo.

- Mi padre dice que te buscan en el Consejo - dijo ya aterrizando.

- Está bien, ahora voy. Este es un buen momento para presentarlos, niños él es mi nieto Caled, hijo de mi hijo Derián.

- ¡Hola! - saludó el pequeño Diablo - Yo soy Bastian y ella es mi hermana Siry.

- Ho-Hola... - tartamudeó al verla, ella se acercó y él no pudo evitar sonrojarse, era la primera vez que veía una niña fuera de las de su raza, su particular color de cabello y ojos llamó a primera vista su atención.

- Mucho gusto - sonrió ella - vaya, traes una espada ¿Sabes pelear? - preguntó al notar el arma colgando en su cintura.

- So- soy un guerrero en entrenamiento.

- Oh... increíble, ¿Cuántos años tienes?

- Siete...

- Nosotros tenemos seis, somos gemelos. Me gustan tus alas, son bonitas - lo halagó.

El corazón del pequeño se aceleró - Gra-Gracias... cuando quieras pu-puedo llevarte a volar por aquí... - propuso avergonzado pero determinado.

- Mmm... ¿Qué veo aquí? ¿Un posible romance? - comentó risueña Ananya.

- ¡¿Qué?! ¿Primero Petra y ahora tú, Ananya? ¿Qué ansiedad tienen por emparejar a Siry? Ella es muy pequeña aún... - excusó Rustem.

- Prepárate Diablo, puedo asegurarte que cientos de demonios buscarán la mano de esta niña - sonrió Falen.

- Ni de broma, si le proponen matrimonio a Siry bajo mi cuidado Noré me matará... 

- Ja, ja, bien. Vamos Caled, regresa a tu entrenamiento, luego pueden jugar, después de todo se quedarán dos días aquí - comentó Falen.

- ¡¿ De verdad?! Eh, bueno, es decir, que bien... - trató de disimular su entusiasmo Caled.

- ¿Podemos ir a verte entrenar después? - preguntó Siry.

- Cla- Claro... los esperaré... - dijo por último y se marchó en compañía de su abuelo.

Siry y Bastian hicieron lo propio y siguieron los pasos de Ananya quien los guió al Palacio principal del Clan donde los sirvientes esperaban para probar la ropa en ellos. Luego de tres cambios, Bastian ya se había decidido por un traje blanco con características tipicas de los Grifos que lo hacían lucir como un guerrero añadiendo los grandes brazaletes de oro. Pero Siry ya iba por el séptimo vestido y Ananya aún no se elegía uno a pesar de consultar la opinión de los sirvientes, todos tenían elecciones diferentes, esmerandose en que la niña se viese cada vez mejor.

Al ver aquella escena de Siry rodeada por sirvientes, Bastian comentó - Vaya... aquí tienen preferencia por las mujeres ¿Verdad tío?

- Así es - respondió Rustem - aquí las mujeres son muy preciadas y tratadas como reinas.

Cuando llegó la hora del octavo vestido Siry quedó perpleja frente al espejo - Este tía Ananya, me gusta este, por favor... - pidió pues aquella prenda era el sueño de cualquier pequeña princesa, blanco con bordes dorados y varias capaz de volados .

- Estoy de acuerdo, ese es perfecto para ti - sonrió Ananya - sólo falta este detalle - dijo y colocó una tiara de oro sobre su cabeza devolviendo en su reflejo la imagen de una pequeña novia...

Luego de aquella "difícil" tarea, Ananya llevó a Rustem y a los niños a ver el entrenamiento de los pequeños grifos. Y al llegar estaba Caled enfrentándose espada contra espada con otro niño un poco más alto que él.
En un momento la pelea pareció volverse un poco áspera para el pequeño pero, cuando notó la presencia de Siry observándolo, se llenó de valor para terminar de demostrar su fuerza abrumadora despojando a su rival de su arma.
Bastian no podía evitar sentir cierta envidia de aquella adrenalina, siempre había querido realizar el entrenamiento de un guerrero pero su padre aún no había dado su veredicto respecto a ello, Noré no quería que se viesen obligados a cargar con el mismo entrenamiento que ellos tuvieron en su niñez, pero el deseo de Bastian era ser un bravo guerrero como demostraba Aronis y ahora Caled.

Al terminar el pequeño grifo se acercó

- Estuviste increíble Caled, eres muy bueno - dijo Siry.

- Gracias... - respondió avergonzado - soy el primer nieto del líder del Clan... tengo que ser un gran guerrero como toda la familia, aunque ni mi padre le gana a la tía Ananya.

- ¿De verdad? - se sorprendió Bastian.

- Así es, soy la mejor de todos - sonrió llena de confianza - ¿Quieren ver algo asombroso? Síganme - dijo y los llevó hasta una de las bóvedas del Palacio principal, era una gran habitación llena de joyas y armas de plata y oro.

- ¡Esto es asombroso! - exclamó Bastian.

- ¿Verdad que sí? No importa cuanto la vea, nunca termino de acostumbrarme - sonrió Rustem.

- ¿Todas son cosas mágicas? - preguntó Siry.

- La mayoría, otras sólo son objetos de mucho valor para los Dioses - respondió Ananya.

- ¡¿Y esto?! - indagó Bastian acercándose a una enorme piedra azul en el centro de la habitación. 

- Esa es una piedra mágica de transporte, la usamos para crear las llamadas "joyas de transporte" con pequeños trozos que tomamos de ella.

- Wow! ¿Y cómo funciona? - preguntó Siry.

- Requiere de un hechizo complejo que se estudia meticulosamente de memoria para invocarlo, luego te concentras en pensar a donde quieres ir y esta te lleva - explicó.

- ¿Osea que es como pedir un deseo?, suena genial - dijo Bastian y la tocó para admirarla - si de pedir un deseo se trata yo querría aprender a ser un bravo guerrero, conocer un maestro. Todos los niños del Infierno saben pelear, yo también quiero hacerlo - sonrió.

- Eso suena muy bien, ¿Y tú Siry? ¿Tienes algún deseo? - indagó Rustem.

- Mmm no... - murmuró y quedó pensando - en realidad sí... tengo un deseo...

- ¿En serio? ¿Cuál? - insistió Ananya.

- No puedo decirlo...

- ¿Por qué? - preguntó Rustem.

- Porque creo que se enojarían si lo digo... papá se enojaría... - dijo y tocó la piedra tímidamente al igual que su hermano.

Repentinamente esta empezó a brillar y, en un destello azul que duró menos de un segundo, los pequeños diablos desaparecieron de la habitación dejando solos a Ananya, Rustem y Caled.

Un incómodo silencio los invadió por un segundo.

- A-Ananya... por favor dime que no acaba de pasar lo que creo... - dijo Rustem totalmente absorto.

- Ru-Rustem... creo que... perdimos a los niños...

- ¡¿Pero cómo es posible?! ¡¿No se supone que esa piedra no se activa sin un hechizo específico?!

- ¡Así es! ¡No entiendo qué pasó! - dijo Ananya.

- ¡¿En dónde pueden estar?!

- No hay forma de saberlo, la piedra puede llevarlos a cualquier parte del Infierno incluso afuera de este. 

- ¡Maldición! ¡Maldición! - maldecía el Diablo.

- ¡¿Qué vamos a hacer?! ¡Tenemos que buscarlos!

- Sí, pero primero le pediré ayuda al único con el que puedo contar... - deslizó algo misterioso.

Al mismo tiempo, en otro lugar, más precisamente en el Reino de la Gula, Salomón había llevado a Sayuri y a Ondi a visitar a Firinea ya que ansiaba conocerlas, faltando sólo un mes para que la joven hija del eclipse diera a luz a sus pequeños.

- ¿Cómo haces para mantener felices a tus dos esposas? Yo apenas puedo con la mía - preguntó Kalir a su hermano, un poco alejados de ellas.

- Siendo hombre - respondió sin inmutarse Salomón.

- ¡¿Qué rayos significa eso?!

- Cumple tu deber como esposo, eso es todo. Ondi sólo necesita un poco de mi sangre una vez al mes mientras que Sayuri tiene toda mi atención.

- Es que Firinea me vuelve loco, es una mujer insaciable.

- Deja de fingir que te molesta, a mi no me engañas, te mueres por Firinea desde que eran unos niños, el problema es que te aterra ser padre...

Kalir se mantuvo un momento en silencio - Es verdad... - aceptó - No me siento preparado para tener un hijo... es que, es demasiado, es decir no puedo imaginarme así... no soy como ustedes, soy más salvaje... - reconoció.

- ¿Y acaso crees que yo lo estoy? Serán dos al mismo tiempo, todo se tratará de prueba y error, aprender en el camino.

- Entiendo lo que dices... pero aun así yo- intentó decir pero un destello azul sobre sus cabezas los sorprendió y al alzar la vista un niño cayó encima de Kalir, se trataba de Bastian - ¡¿Pero qué rayos?! - exclamó - ¿Quien eres tú? ¿De dónde saliste? - insistió en preguntar.

- Ouch... mi nombre es Bastian... 

- ¿Bastian? ¿Bastian? Ese nombre me suena...

- ¿Acaso no lo recuerdas Kalir?, es el hijo de Noré.- agregó Salomón.

Kalir lo tomó por el cuello posterior de su chaqueta, elevándolo del suelo - ¿Este es el mocoso de Noré? ¿Estas cosas crecen tan rápido? 

- Le dices cosa como si tú nunca hubieses sido un niño, Kalir...

- Oye, suéltame! ¿Quien te crees que eres? - exclamó Bastian - ¡bájame o te patearé!

- ¿Patearme? Ja, ja, ja! Escuchame bien mocoso, estás hablando con una de las bestias más salvajes del Infierno, soy Kalir, Sexto Príncipe y gobernante del Reino de la Gula, así que más te vale que empieces a mostrar respeto.

- ¿Kalir? ¿Eres a quien el tío Vittorio llama "Diablo imbécil?"

- ¡¿Qué?! ¡Voy a matar a ese cíclope ! Y a ti, mocoso, voy a enseñantes a respetar - dijo y transformó su mano libre en aquella monstruosa mientras que con la otra aun lo mantenía suspendido.

- ¡Wow! ¡¿Cómo hiciste eso?! - exclamó Bastian dejando ver una clara expresión de fascinación en su rostro, Kalir se sorprendió pues era la primera vez que provocaba esa reacción curiosa en un niño.

- Esta es una parte de mi grandiosa habilidad - presumió, le gustaba sentirse admirado.

- ¡Es genial! Nunca había visto algo así.

- Deberíamos devolverlo con su padre, de seguro apareció aquí por error - sugirió Salomón.

Kalir miró al niño y esbozó una loca sonrisa - Creo que antes de hacerlo me divertiré en un rato con él Ja, Ja! - declaró ante la mirada confundida de Bastian.

Mientras tanto...

Rustem había ido en compañía de Ananya a pedir ayuda al único ser que podría pensar con calma en esa situación...

- ¿Qué dijiste Rustem?... - preguntó Vittorio - ¿Puedes repetirlo? Porque temo no haberte escuchado bien... - deslizó con sarcasmo.

- Di-Dije que los niños se perdieron...- respondió tragando saliva.

- ¡¿Cómo pudiste perder a Siry y a Bastian?! - le reclamó.

- ¡Fue un accidente! ¡Tuvieron contacto con una joya de transporte y desaparecieron!

- ¿Y qué no sabes que los Diablos tienen prohibido acercarse a objetos mágicos mientras son niños?

- S-Sí pero fue sólo un segundo...

- ¿Por qué no? - preguntó Ananya.

- Porque cuando somos niños los diablos no podemos controlar la magia que excede de nuestro cuerpo, sin querer se pueden activar objetos mágicos a nuestro alrededor, por eso se nos prohíbe manipular o tener contacto con ellos hasta que maduramos... - respondió Vittorio.

- Pero la joya de transporte requiere de un hechizo complejo.

- Sí, pero Siry tienen una magia sumamente inestable, podría activar cualquier cosa sin desearlo... tenemos que avisarle a Noré.

- ¡¿Qué?! ¡No! Ni de broma Vittorio - dijo Rustem - si Noré se entera que perdí a los niños no sólo me matará, no me dejará verlos nunca más...

- Esto es estúpido Rustem, la forma más rápida de encontrarlos es usar el servicio de los perros del Infierno y estos sólo obedecen a Noré... a menos que hablemos con nuestro Padre también.

- No, no, no - respondió Rustem - si Papá llegase a saber que perdí a Siry me encerrará de por vida, sabes que tiene adoración por ella... tenemos que hacerlo nosotros solos, por favor Vittorio - le pidió.

Él dio un suspiro - Está bien, no puedo creer que aparezcas sólo para darme problemas... y yo que ya estaba listo para regresar a casa con Zafira... en verdad ambos son problemáticos, definitivamente ya sé a quién no dejarle mi hijo cuando nazca...

- Oh, vamos Vittorio, sólo fue un accidente... 

- Accidente o no debemos darnos prisa - dijo encarando la puerta tomando su espada - quien más me preocupa en este momento es Siry...

- ¿Por qué? - preguntó Ananya ya siguiédole el pasó acompañada de Rustem.

- Por su mitad humana... al andar sola por ahí podría llamar la atención de demonios salvajes por su olor humano... - advirtió Vittorio y estaba en lo cierto pues en ese momento la pequeña se encontraba en algún lugar del Infierno corriendo por un oscuro laberinto de callejones huyendo de las garras de un salvaje demonio hematofago...

Siry apenas podía entender porque estaba allí, como había llegado a aquel lugar, las calles desoladas la dejaban a merced de aquella feroz criatura que parecía carecer de razonamiento. Incapaz de enfrentarlo, a lo único que podía aspirar era a huir de él lo más rápido que pudiese, hasta que en un momento quedó atrapada en uno de los callejones sin posibilidad de seguir su huida, lo único que pudo hacer fue esconderse detrás de una pila de chatarra deseando que no la encontrase, pero en el fondo sabía que aquello era casi imposible...

Pudo escuchar los pesados pasos de la criatura algo erráticos cerca, ella tapó su boca y contuvo las lágrimas para no dar señales de que estaba allí, aún así la bestia parecía haber detectado su olor, pues el ruido de sus pisadas encarando en su dirección se lo hizo saber.

Sé sentía perdida, ya no tenía forma de escapar, sólo quería cerrar sus ojos fuertemente y despertar en su hogar con su familia, hasta que un grito agonizante en la voz de la bestia la hizo reaccionar, espió por encima de la pila de chatarra y apreció la figura de un hombre atravesando con su brazo derecho el pecho de la criatura para luego dejarla caer sin vida al suelo en un charco de sangre azulada.

- Malditas bestias - murmuró el hombre sacudiendo su brazo para limpiarse la sangre - siempre causando problemas, son una plaga.

Siry estaba sorprendida, sólo podía ver su espalda pero parecía ser muy fuerte, trataba de adivinar qué clase de demonio podía ser hasta que su voz la sacó de sus pensamientos.

- Oye, seas lo que seas ya puedes salir, ya no estás en peligro - dijo con un tono algo indiferente. 

Aún así ella no se atrevió a salir, temía no estar a salvo todavía, pero aquel hombre la sorprendió una vez más acercándose de golpe - Oye, ¿No me oíste? Te dije que salier- intentó decir pero al verla quedó perplejo - Pero... qué rayos...

La pequeña también se congeló al observar en detenimiento que tenía cuernos - ¿Eres... un Diablo? - preguntó sorprendida.

- ¿Eh?

- No puede ser - dijo entusiasmada y se puso de pie - tienes cuernos y el cabello blanco ¡¿Tú eres el tío Hazar?!

- ¿Qué?... - murmuró el Diablo ante la mirada inocente que lo atravesaba como un puñal...


Continuará...



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En el texto hay: angel, amor, diablo

Editado: 18.01.2024

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