El anónimo

EL ANONIMO

Ciudad de Guayaquil, año 1885, corriendo a toda prisa Natalia, joven de 25 años, conocida diseñadora de modas, se acerca a un tren, de repente para de correr, busca en las ventanillas por un pasajero en particular. Le pide al señor de la entrada que la deje entrar y éste le dice que solo con ticket en mano. Se da media vuelta para ver donde venden los tickets, de repente escucha su nombre.

Empieza a buscar a la persona que la llama. Era un hombre, alto, de cabellos y ojos negros como el azabache. Vestido de traje formal; sujetaba una carta en la mano"

"No te apresures a comprar el ticket" , dice el caballero desconocido.  "La persona que buscas efectivamente está en el tren, pero no está solo. Lea esta carta por favor."

Por su parte, Natalia también había recibido una carta anónima, donde decía que Miguel se iría de viaje, pero que no viajaba solo, iba a ir acompañado por una bella dama.

Ésta se vira a ver el tren, su corazón estaba dentro de el. Se acerca al extraño caballero y agarra la carta; la lee, y unas lágrimas caen encima de ella. Miguel se había ido con alguien llamado Claudia.

Natalia le pregunta por qué esa carta estaba en sus manos. A lo que el responde: ",Mi nombre es Terence, ex-prometido de Claudia. La persona que firma esa carta." "Al igual que usted estoy aquí por la misma razón. Pensé en venir y llevarme a Claudia conmigo; sin importar con quien estuviera. Pero, debe un hombre buscar a una mujer que no lo quiere. Así que aquí me tiene, sin saber qué hacer."

Natalia corre a los brazos de Terrence y se hecha a llorar; y le pide que la saque del lugar. Caminan unos pasos y Natalia se desmaya. Terrence logra agarrarla antes de que caiga al suelo. La levanta en peso y llama a un taxi. Le pide al señor que la lleve a la dirección que él le indica.

Al llegar a la casa, la madre de Natalia abre la puerta, se asusta al ver a su hija desmayada en los brazos de un extraño. Terrence pasa a la sala, con la ayuda de la madre la acuestan en un solfa.

De repente Natalia se levanta y le pregunta a su madre como llegó a casa, a lo que la madre – agarrando a Terrence por el brazo- responde: "este apuesto joven te trajo."

Natalia estaba desconcertada, como Terence sabía su dirección. Para saber que realmente lo que estaba pasando, le pide a su madre que los deje solos.

       - Tome asiento, quiero hacerle unas preguntas. ¿Cómo sabía donde vivía? - pregunta Natalia.

"Yo ya sabía quién era usted y donde vivía. Conozco a Miguel, su novio; aunque creo que a estas alturas ya él no es nada suyo." - dice Terrence

"Disculpe, pero no lo hice pasar para hablar de Miguel" – responde Natalia respetuosamente.

Miguel se levanta y se va.

Pasaron unas semanas sin que Terrence y Natalia se vieran. Por su parte, Terrence le había pedido al jefe de la oficina postal de la ciudad, quien le debía a Terrence un favor, este había ayudado a entrar a su hijo a la universidad, que no hiciera llegar ninguna carta de Miguel a la familia de Natalia.

Natalia ya recuperada anímica y sicológicamente decide ir a trabajar a su taller de modas. Terrence, quién se había prometido no volver a buscarla, alcanza a verla cruzando la calle, corre a donde está y le agarra el brazo. La ve tiernamente a los ojos y le dice que ambos tenían algo en común, un corazón roto. Le suelta el brazo, baja la cabeza y replica, yo la amaba igual que usted lo amaba a él.

"¿Lo sigue amando ?" - pregunta Terrence.

Natalia no responde solo mira al horizonte.

Terrence estaba perdidamente enamorado de Natalia, desde el primer día que la vio. Estaba decidido a conquistarla.

Pasaron varios meses, meses en los que Terrecen se gana la confianza de Natalia. Pero la felicidad no les duró por mucho tiempo; en un estante de periódicos, en primera plana de un periódico aparece la foto de Miguel, había regresado a la ciudad.

Natalia agarra el periódico y tiembla. Mira a Terrence y le dice: "está en a la ciudad." Terrence la ve a los ojos y se marcha sin decirle nada. Natalia corre detrás de él, pero no puede alcanzarlo.

Pasaron semanas sin que Terrence apareciera. Todos, tanto en la casa de Natalia como de Terrence hacían preguntas. Natalia tragándose su orgullo va a la casa de Terrence. Coge una piedra y rompe la ventana de su cuarto, lo que obliga a que este salga.

"¿Qué quieres?" - le pregunta Terrence

"¿Qué quiero?  Pensé que éramos amigos. Los mejores amigos." - responde Natalia.

Terrence quería acercársele y abrazarla, pero no podía. 




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