El Apocalipsis de la verdad

La enfermedad y el visitante

Explicacion de lo que sucedio desde los conocimientos de Sinthia:

Después de todo, la tierra era el único lugar al cual se le podía llamar "Hogar", así que no tuvieron otra opción que tratar de darle vida a la tierra, la cual estaba deteniendo su rotación, haciendo que las noches y el día duraran más de seis meses, que era uno de los escenarios futuros que se aproximaban si la tierra detuviera su rotación, la mitad de la tierra se quemaría y la otra se congelaría.

En tanto avanzaba el tiempo, la tierra se agrietaba, se rompía en pedazos, algunos de los habitantes que vivían cerca de los polos no sintieron el impacto de inmediato, pero luego los océanos se desplazaron hacia ellos, lo último que escuchamos es que solo trescientos fueron las personas que sobrevivieron después que los polos se inundaron.

La supuesta cura que crearon para reparar la tierra fue la causante del estado en la que hoy se encuentra, lo llamaron la cura "eones", refiriéndose a que con eso, la tierra existiría hasta el fin de los tiempos. Se suponía que con ella, la rotación de la tierra volvería a su estado inicial, la fragmentación se detendría y los casquetes polares no se seguirían derritiendo. Todo eso ocurrió, pero de la forma contraria.

Una bomba enviada hasta el centro de la tierra,  implosionando, dando como resultado, una onda expansiva que, en lugar de detener la fragmentación siguiera, provoco grandes terremotos y erupción de volcanes que estaban dormidos, desplegando gases de azufre cerca de ellos y arrasando con las ciudades que estaban allí.

Por la erupción de los nuevos volcanes, los casquetes polares se disolvieron más rápido, provocando una inundación de proporciones bíblicas, pero que duro muy poco, ya que el calor de los volcanes recién activados evaporo toda el agua que había en la tierra, sin antes que esa agua destruir varios lugares a su paso, y también golpear a algunos volcanes pequeños logrando extinguirlos, haciendo que la temperatura bajara a costo de su existencia.

A la atmosfera llegaron los gases recién exhalados de la tierra, haciendo que el efecto invernadero, del cual todos creían que era una mentira, se volviera la más cruel verdad. No hace falta decir que millones murieron ese día, por suerte Alex y yo, estábamos en un lugar donde el impacto no fue tan fuerte, pero en nuestro corazón sabemos que nuestros seres queridos, no lo habían logrado.

Por otra parte, los millonarios que nos habían dejado a nuestra suerte, sufrieron un fin peor que el de nosotros, porque ninguno sobrevivió, la cosa que los ataco, arraso con toda la colonia que había creado, pero eso a nosotros no nos importó, ya que nos dejaron para morirnos aquí en la tierra, en algún lugar dentro de mí, sentí un pequeño placer al saber que ellos también tuvieron su merecido.

Aunque ese pequeño sentimiento de placer, fue desvanecido al saber que la cosa que los había asesinado allá arriba, había llegado aquí a la tierra, al parecer aprendió a pilotar en la que se fueron o se deslizó entre las estrellas, eso no importaba. Lo que importaba era que además de estar sufriendo en este mundo apocalíptico sin agua ni comida, también estamos huyendo de esa cosa, que al parecer mata a todo a que se la encuentra. 

 




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