El Apocalipsis de la verdad

Llanto

Por la noche, Alex y yo no sabíamos lo que nos esperaría al comenzar nuestro viaje, así que lo único que pensamos fue tener una última noche donde nuestros cuerpos se volvieran uno, una noche donde nos fusionaríamos en un solo ser con la única idea de disfrutar el éxtasis de esa noche, que podría ser última en la que estuviéramos juntos.

Por la mañana, el General Santiago nos presentó al equipo que nos llevara hasta Novosibirsk, había tres autos militares modificados, además de tener armas para combatir a la criatura si nos la encontrábamos, el quipo estaba conformado por el teniente Damián Ortiz, los soldados Armando Rodríguez, Jesús Altamira, Jénifer Silva, Carl "El tuerto" Ruiz, y Osman Mariní, esos cuatro nos iban protegiendo en nuestro auto.

Los nombres de los otros soldados no los pude escuchar, ya que estaba nerviosa y ansiosa al mismo tiempo.

-General Santiago: Buenos días a todos soldados. Hoy tienen la misión más importante del mundo, por la cual cuando la logren, serán recordados como los héroes de la milicia. Deben proteger a la Doctora Sinthia Dieter Becker, porque ella es la llave para salvar el mundo.

No importa si arriesgan su propia vida, ella debe llegar a Novosibirsk sana y salva, todos hemos perdido a nuestros padres, madres, hijos y demás familiares, pero si ella logra llegar al búnker científico y crear la cura para el planeta, ustedes podrán impedir que cosas así sigan ocurriendo.

Para su viaje hemos descubierto un camino por el cual pueden cruzar haciendo uso de estos autos modificados, ya que océano atlántico se secó después del desastre de las erupciones volcánicas, se crearon fisuras en todo lo que solía ser el lecho marino, pero no va a ser ningún problema con este mapa que hicimos, estimamos que tardaran al menos cuarenta y siendo días de camino a la ciudad a toda potencia.

Algo que deben de recordar que él entre más se acerquen a Rusia, las grietas serán más grandes y no podrán usar los autos, así que tendrán que ir a pie, pero no se deben preocupar por la criatura, nuestras redes de inteligencia nos han dicho que no la visto desde hace mucho tiempo así que estarán seguros.

Ahora Doctora Sinthia, por favor y gracias por salvarnos a todos.-

-Sinthia: Pero si yo no he hecho nada, no me agradezca aún.-

De entre la multitud sale corriendo Marcos a abrazarnos con lágrimas en los ojos.

-Marcos: quiero ir con ustedes, por favor.- diciendo entre lágrimas.-

-Sinthia y Alex: Marcos, no te preocupes, volveremos pronto y estaremos juntos de nuevo, solo espera junto al general, él te cuidará mientras tanto, te queremos mucho, - dejándolo en manos del general.-

-General Santiago: Lo digo en este momento porque sé que usted lo lograra, además puede ser que esta sea la última vez que nos veamos.

Soldados, ya escucharon mis órdenes, váyanse y que Dios los proteja.

Comenzó nuestro largo hacia Novosibirsk, gracias al mapa del general no había accidentes en nuestro camino, así que podíamos ir con seguridad.

- Soldado Altamira: Doctora Sinthia, es cierto que puede salvarnos a todos?- dijo con cara de incertidumbre.-

-Sinthia: Eso es lo que haré, no te preocupes.

-Soldado Silva: Quien diría que el destino del mundo está en nuestras manos, si apenas ayer solo éramos guardias de la base.- dijo con voz suave.-

-Alex: No se preocupen por eso, todo volverá a ser como antes, bueno no todo, pero si haremos que las futuras generaciones tengan un lugar al que puedan llamar hogar.

Al escuchar eso los soldados se quedaron en silencio, viéndome con ojos llenos de optimismo.

Ya habían pasado treinta días, gracias a dios no habíamos tenido ningún accidente ni enfrentamiento con bandidos, al parecer, estos les tenían miedo a los militares. El general nos dijo que los últimos seis días tendríamos que seguir a pie porque ya no tendríamos combustible y los autos no podrían avanzar, pero aún faltaba tiempo para eso.

En ese momento, en medio del camino, había tirada una especie de mochila de metal.

-Teniente Ortiz: Escuadrón deténganse en este momento, soldado Silva, Mariní y Altamira bajen y hagan reconocimiento, los demás prepárense con las armas por un posible combate.- dijo en tono demandante.-

-Soldado Silva: Teniente, lo que encontramos en un transmisor, uno de los que hay en la base. Al parecer está averiado.

-Teniente Ortiz: Soldadlo Ruiz, usted es el oficial de inteligencia, podría repararlo o rescatar algo de lo que hay en ese transmisor.

-Soldado Ruiz: Si teniente, solo deme unos minutos, y los tendré listo.

-Teniente Ortiz: Está bien, escuchen todos descansen, nos iremos en cuanto el Ruiz arregle el transmisor.

-Soldado Ruiz: Teniente, ya acabé de repararlo, pero la unidad de comunicación está gravemente dañada, no se puede reconstruir, solo pude rescatar este tipo de grabadora que parece tener un mensaje guardado.

-Teniente Ortiz: Qué espera?, reprodúzcalo.

En ese momento, empezó a reproducirse mucha estática y no que escuchaba nada, era como las ondas de un radio viejo, pero de repente se escucharon gritos,"AYUDA!, AYUDA!, AYUDA!", "¡LAS GRIETAS, DISPAREN A LAS GRIETAS", "HUYAN! ESTÁ POR TODOS LADOS!". Luego de esos gritos la grabación acabo. No hace falta decir que Todos no llenamos de temor al terminar de escuchar eso.




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