El Apocalipsis de la verdad

Esperanza

Después de ver esa horrosa escena, al ver los cuerpos mutilados de todos los que nos acompañaron, aquellos con los que compartimos varias risas, ahora estaba en el suelo sin vida. Además, el amor de mi vida, que había compartido los mejores momentos junto a el ahora, estaba tirado con una herida mortal en el pecho, la cual esa cosa le había hecho.

No pude contener mi llanto, rápidamente corrí hacia y al verlo sin vida solo podía llorar y lamentarme, reclamando al cielo y maldiciendo a dios por haberme arrebatado al amor de mi vida, pero no era la única que había perdido algo importante en su vida. 

Del bolsillo de su pantalón cayó una pequeña caja y una nota la cual decía:

Alex: Amor, hemos pasado por muchas cosas desde que todo esto empezó, cada vez que despierto y te veo a mi lado, no puedo creer la suerte que tengo al tenerte a mi lado, cuando te veo a los ojos veo que sin ti yo no sería nada, cuando siento que ya no puedo más solo recuerdo tu sonrisa y me llenas de fuerza, no sé Dios te puso en mi camino, pero si es así le agradezco a los cielos por hacerlo.

Talvez no soy la mejor opción que tomaste, además había muchos más detrás de ti, pero sé que ninguno de ellos te amaría tanto como te amo yo a ti. Sé que esta no es la manera correcta de hacer algo tan importante como esto, pero...

Sinthia Dieter Becker, aceptarías ser mi esposa en este mundo apocalíptico hasta que el fin de los tiempos nos separe?...

Era una carta donde me estaba proponiendo matrimonio y la pequeña contenía un anillo con un diamante hermoso. 

Sinthia: Sí, acepto amor, hasta el fin de los tiempos. - dije mientras lloraba y me ponía el anillo.-

Luego comenzaron lamentos de los soldados por los compañeros caídos en batalla.

Más de la mitad del escuadrón fue asesinado, de los sesenta soldados, solo quedaban dieciocho, varios tenían familias, las cuales esperaba por su regreso, pero eso nunca pasaría. Además, la moral estaba por los suelos, el teniente ordeno a los soldados hacer un pequeño entierro para que aquellos tenga un final digno, y allí es donde quedaron sepultados todos los valientes que dieron su vida por la humanidad.

El teniente dijo unas palabras en forma de despedida para su batallón.

-Teniente Ortiz: Este día, descansarán en paz los soldados más valientes de la historia, los recordaremos con orgullo, aun estando de cara a la muerte, ellos siguieron luchando, hoy rendimos homenaje con un minuto de silencio a aquellos que no regresaran a casa, pero que dieron su vida por salvar a los demás.

Después de la ceremonia de despedida, los soldados ya se encontraban calmados, pero con una gran tristeza, pues habían perdido a varios de sus compañeros.

-Sinthia: Teniente, los soldados Altamira y Silva tenían algún familiar?.-

-Teniente Santiago: Altamira era padre de dos niñas, las cuales están en la base, y Silva tenía a su madre y a su hermano que sufre de síndrome de Down. Ellos no los volverán a ver, pero su sacrificio no será en vano, te llevaremos a Rusia, cueste lo que cueste.-dijo de con tono serio.-

Soldados, sé que ahora nuestra situación no es la mejor, pero debemos seguir con nuestra misión y llegar a Novosibirsk, para que la doctora se reúna con los demás científicos.

-Soldado aleatorio: teniente está loco, ya no podemos lograr nuestra misión, no podemos proteger a nadie más que a nosotros mismos, esa cosa está allí escondida y cuando llegue la noche estaremos muertos, que caso tiene seguir.-dijo con ira hacia teniente.-

-Teniente Santiago: Es cierto, es una locura, pero es lo único que podemos hacer, además no voy a dejar que los sacrificios de nuestros compañeros sean en vano, si ustedes no sienten nada por aquellos que cayeron en batalla, quédense aquí solos esperando a que esa cosa vuelva y termine su trabajo con ustedes, pero yo cumpliré mi misión y haré que Sinthia llegue a ese lugar.-

Hubo un completo silencio, los soldados sabían que el teniente tenía razón, pero el miedo les impedía seguir el camino, así que estaban reacios para continuar, pero al final tomaron la determinación de seguir al teniente y cumplir lo que les habían encomendado.

Para no encontrarnos con la criatura tomamos un camino distinto al que estaba en el mapa, para evitar la grietas donde aquella cosa podría estar escondida, estábamos a solo un día de camino, prácticamente lo habíamos logrado, todos estábamos muy felices, ya estábamos en Rusia solo hacía falta llegar al búnker en Novosibirsk, pero había un problema para llegar a nuestro destino el único camino que existía era pasando por un lugar lleno de grietas enormes.

Nuestra alegría se transformó en miedo, sabíamos que faltaba un día para llegar al búnker, lo que significaba que teníamos que pasar una noche en ese lugar si queríamos llegar a nuestro destino. No teníamos otra opción, con todas las armas que tenían los soldados hicieron un círculo alrededor de mí y cuando empezó a oscurecer encendimos varias antorchas para iluminar y ver un poco a nuestro alrededor.

En guardia durante toda la noche, no notaba señales de sueño en ninguno de ellos, pero sí gotas de sudor frío. Eran las dos y veintitrés de la mañana cuando comenzó a salir de las grietas aquella niebla que apareció la última vez que la criatura nos atacó.




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