El Aprendiz

1 - Alara y Shin - 1

En poco más de un año, Shin ya estaba haciendo cosas que para él habían sido imposibles antes de mudarse al templo, meditaba todas las mañanas con la Maestra Kysho, para luego entrenar con su sable junto a la Maestra Aola y Alara, por las tardes ayudaba al Maestro Syo con los más pequeños y siempre terminaba en el taller reparando la nave de su maestra. Su rutina era variada, ya que también tenía que estudiar lo mismo que los aprendices, así que a veces iba a las mismas clases que ellos y otras simplemente estudiaba en los Archivos con la ayuda de la Maestra Kysho. Otros días, en lugar de entrenar con Aola, entrenaba con el Maestro Lak, que también era un gran espadachín. En el proceso conoció a todos los aprendices, que, a diferencia de él, eran todos niños y andaban en grupo para todos lados junto a alguno de los maestros. Shin usualmente se paseaba con Alara. A mitad de año empezó a conocer a los padawans, siendo ellos los aprendices de los maestros que ya conocía. Su único amigo en el templo era un rodiano, Vatse Dre, este era el único aprendiz como él, con la diferencia de muchos años de entrenamiento. Vatse había sido entrenado en Coruscant, pero terminó siendo transferido al Templo de Karastros para ser entrenado por la Maestra Kysho, ya que era un gran estudioso y tenía intenciones de ser un Archivista como ella. La mañana lo tomó entrenando con su maestra en el dojo. Alara intentaba golpearlo en vano, ya que si algo sabía hacer era evitar ser tocado por la espada de práctica de su maestra.
"Eres irritante, aprendiz..." Decía ofuscada Alara para volver a atacar a Shin.
Shin hizo el menor movimiento posible para esquivar a su maestra, que quedó abierta para un ataque. Alara sintió el doloroso toque de la espada de entrenamiento de su alumno. Sonriente, Shin hizo un pequeño giro para atacar a Alara, que rápidamente giró para contraatacarlo. Otra vez, esquivó el ataque de su maestra, que casi pierde el equilibro al pasar de largo. El dojo estaba poblado por todos los padawans, que habían pasado toda la mañana intentando tocar a Shin.
"Parece que no puede tocar a su aprendiz, maestra." Dijo divertido Athos Waltz, uno de los dos padawans de Kysho.
"Cállate, estúpido, tú tampoco has podido tocarlo." Dijo ofuscada Lira Waltz, gemela de Athos y también padawan de Kysho.
Alara los miró fijamente por un segundo para que ambos siguieran prestando atención.
"No quiero recordarte lo mal que te trató mi aprendiz, Athos." Dijo divertida Alara. "No sé cómo haces esto, Shin, pero creo que es suficiente por hoy, ya no queda nadie quien quiera entrenar contigo." Agregó con malicia mientras su alumno bajaba la guardia.
De repente, Alara atacó con vehemencia a Shin, que tan solo dio un paso lateral para esquivarla. Su espada golpeó el piso con fuerza.
"Como dice Maestro Syo, un jedi siempre tiene que estar preparado para todo." Dijo divertido Shin mientras Alara se levantaba directamente a atacarlo.
Shin se inclinó un poco hacia atrás para que la espada de Alara no toque su cara.
"Ah... me rindo." Dijo ofuscada Alara. "Ya te voy a dar una lección más tarde..." Agregó divertida. "Vas a meditar toda la tarde..."
"Entendido, maestra." Dijo en tono burlón Shin mientras escuchaba la gran puerta del dojo abrirse.
Alara se acomodó la túnica para saludar con una pequeña.
"Maestro Syo, buenos días." Dijo Alara luego de pararse derecha y mirar a su alumno.
"Buenos días." Dijo sonriente Shin.
"Estamos jugando a... Golpea al aprendiz." Dijo Shakka mirando a Shin.
Shakka era una twi'lek muy azulada, padawan de Aola y una gran usuaria de la fuerza.
"Ya veo... debe ser un juego nuevo, es la primera vez que escucho sobre él." Dijo Syo mientras se paraba junto a Alara.
"Alara tampoco ha podido asestarle un golpe a Shin." Agregó divertido Ceerk, mientras se cruzaba de piernas en el piso.
Ceerk era un trandoshano muy alto, alumno de Lak y era famoso por ser uno de los mejores espadachines de su camada, junto a Athos y Lira.
"Parece que eres toda una eminencia, Shin." Dijo sonriente Syo.
"No, toma..." Dijo divertida Alara mientras le daba su sable. "Tú también vas a pasar vergüenza." Agregó mientras daba unos pasos hacia atrás.
Syo miró la espada que le había dado su alumna para luego mirar a Shin.
"¿Listo?" Dijo divertido Syo.
"Siempre." Respondió sonriente Shin.
Syo dio un rápido paso hacia Shin y lo atacó lateramente para que el muchacho se agache con prestancia. Siguió con un giro y una patada, que Shin esquivó con una pirueta hacia un costado. El joven atacó a Syo con una estocada, pero el maestro la bloqueó con facilidad.
"¿Por qué es tan bueno?" Preguntó sorprendido Syo. "Todavía recuerdo cuando no sabías encender el sable de entrenamiento."
"Fue una sola vez..." Dijo ofuscado Shin.
"No lo sé, aprende rápido mi alumno." Dijo orgullosa Alara.
"Voy a probar de que estás hecho, Shin." Dijo con seriedad Syo.
Syo se lanzó a atacar al joven con mucha más energía que antes, su sable iba directo al cuerpo de Shin, que parecía poder esquivar cualquier ataque. Sus movimientos eran medidos y ligeros, tan ligeros que parecían no desgastar al joven que estaba había estado esquivando golpes toda la mañana.
"No lo puedo creer..." Dijo pensante Syo. "Es la primera vez que veo algo así..." Agregó mientras escuchaba la puerta del dojo abrirse. "Ah, ahora así te quiero ver, Shin. Gran Maestro Ch'Chok, llegó justo a tiempo." Terminó mientras lo saludaba con respeto.
Por la puerta entró un gran whiphid, llevaba una túnica gris y marrón solo apretada por su cinturón, su cabeza estaba llena de trenzas y parecía que sus colmillos estaban pulidos.
"¿Qué tenemos aquí? ¿Este es el famoso aprendiz del cual todos hablan en Coruscant?" Dijo con su grave y amigable voz Ch'Chok.
Alara se acercó a Shin y lo codeó para que saludara.
"Mucho gusto, mi nombre es..." Dijo Shin para recibir otro codazo de Alara.
"¿Qué clase de saludo es ese? Estúpido..." Agregó ofuscada su maestra.
"No te preocupes, Shin, me han dicho todo lo que hay que saber sobre ti..." Dijo el gigantesco whiphid mientras apoyaba su mano sobre el hombro del joven. "Y como me habían dicho eres difícil de sentir." Agregó con los ojos cerrados. "Casi imposible..."
"¿Soy famoso en Coruscant?" Preguntó al aire el aprendiz.
"Un poco." Dijo risueño Ch'Chok. "Hace mucho tiempo que no tenemos un aprendiz de tu edad, pero además tu relación con la Fuerza es... peculiar."
"Y todavía no te vieron pelear." Agregó jocoso Syo. "Vas a ser el próximo Lak."
"¿Puede pelear también?" Preguntó curioso Ch'Chok.
"Eso parece, acabo de enterarme de esto, pero Shin es un gran espadachín, es tan bueno como los padawans y es bastante difícil de atacar." Agregó sonriente Syo. "Cosa que debería probar usted mismo, Gran Maestro." Terminó mientras le daba el sable al whiphid.
"Parece que así será..." Agregó divertido Ch'Chok. "Espero que estés listo, Shin."
Los ataques de Ch'Chok eran fuertes y rápidos, pero tampoco eran problema para el aprendiz, que con movimientos mínimos y sutiles esquivaba todo lo que Ch'Chok intentaba. El whiphid dio un paso hacia atrás y lo revisó con la mirada.
"¿Qué te parece?" Preguntó Syo ante la mirada de todos los presentes.
"No sé si será un gran espadachín, pero nunca había visto algo así... mi maestro me ha comentado sobre un caballero que tenía la misma habilidad, Pasos de la Fuerza..." Dijo pensante Ch'Chok.
"¿Es una técnica? Es la primera vez que la escucho nombrar." Dijo al aire Syo.
"Mi maestro decía que este caballero era tan difícil de atrapar como el viento de Javin-4." Recordó en voz alta Ch'Chok.
Alara miraba fijamente a Shin.
"Eso explica algunas cosas..." Dijo ofuscada Alara.
"Parece que eres más interesante de lo que pensaba..." Dijo divertido Ch'Chok. "Veamos que más tienes para mostrarnos." Terminó para moverse a una velocidad descomunal.
Shin se agachó para esquivar un ataque no pudo ver, luego rodó para esquivar la continuación y terminó bloqueando hacia su derecha sin saber que iba a pasar.
"Eso último... eres un buen espadachín." Dijo jocoso Ch'Chok.
El whiphid otra vez usó su gran velocidad para atacar a Shin, que parecía esquivar todo lo que iba hacia a él. El Gran Maestro parecía usar cada vez más de sus habilidades para atacarlo y esto hacía que Shin no pudiera contraatacar. De repente, Shin sintió que tenía que moverse de allí y la única manera que encontró fue hacer una pirueta para pasar sobre la cabeza de Ch'Chok, que se detuvo frente a él para atacarlo con un empujón de la Fuerza. Este ataque solo movió el polvo, ya que Shin estaba sobre el whiphid, que solo pudo sentir la punta de la espada del aprendiz apoyarse sobre su espalda. Ch'Chok estalló en risa, cosa que pareció molestar a los otros padawans presentes.
"Has ganado, Shin. Felicitaciones." Dijo entre risas Ch'Chok mientras Shin sentía la mirada de todos sobre él. "¿Cómo lo haces?"
"Hmm... solo... ¿Lo siento?" Preguntó confundido el aprendiz. "No sabría explicarlo..." Aclaró mientras se rascaba la cabeza.
"Asombroso, un gusto Shin, ya nos conoceremos mejor. Esperemos que los padawans no se queden aquí mirándote con sus bocas abiertas." Dijo divertido Ch'Chok.
Todos los padawans empezaron a marcharse un poco molestos con Shin, pero al cabo de unos segundos ya no quedaba ningún espectador más que su maestra y Syo, que también lo saludó a la pasada.
"Nos vemos luego, Shin, te necesito para las lecciones de la tarde." Dijo el maestro tocando el hombro de Shin.
"Los veo en un rato, Alara, lleva a nuestro aprendiz a la sala." Dijo Ch'Chok para marcharse detrás de Syo.
Shin le sonrió a Alara.
"¿Por qué sonríes como un estúpido?" Preguntó divertida su maestra.
"Nada, parece que no es solo suerte." Dijo al aire Shin.
"Cállate y date un baño, parece que vas a tener un día interesante..." Dijo sonriente Alara. "Ponte una túnica nueva." Terminó para marcharse.



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En el texto hay: aventura, starwars, star wars

Editado: 03.02.2023

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