El día que nos conocimos

Antigua Francia 1842:

Todo comenzó ese día, fue la primera vez que lo ví, estaba jugando con mis autitos y soldaditos de juguete y mamá estaba preparando la comida.

En ese momento escuché unos ruidos y voces provenientes de la ventana así que corrí las pesadas cortinas y miré por el cristal, frente a mí se encontraba otra casa que la verdad era bastante linda, nececitaba un par de reformas, y hacía bastante tiempo que nadie la habitaba, pero eso cambió...

Lo vÍ llegar con una única maleta, el era flaco, creo que medía un metro ochenta, estaba vestido con un saco verde musgo, tenía unos pantalones grises y un sombrero marrón.

Terminó de hablar con un hombre, entró a la casa y cerró con llave.

Yo estaba tan asombrado que bajé corriendo a contarle a mi mamá sobre el vecino nuevo, ella también se sorprendió, pero no le dió importania.

Terminé de comer y fui a jugar a la calle junto a mi perro Richi, y sin que mi madre se diera cuenta llegué a la casa que tanto tiempo estuvo vacía. Admito que querÍa conocer al hombre ya que muy pocas personas se mudaban a nuestro vecindario. Toqué la puerta dos veces y me alejé, en ese momento salió y me dijo:

----Hola pequeño,¿ Qué necesitas?

----Eeee....hola mi nombre es Thomas, éste es mi perro Richi y vivo en frente , quería conocerlo.

---- Oh que bueno que alguien me quiera visitar, mi nombre es Jean Pierre, soy panadero y preparo los panes más exquisitos de toda Francia, ¿Quieres probar uno?.

Me quedé mirándolo y justo en el momento que le iba a aceptar ese pan, mi madre salió a la calle llamándome, lo despedí con una sonrisa y fuí directo a casa.

Al día siguiente, lo ví a Jean Pierre con una canasta de pan vendiendo a todos los que pasaran por allí, pero justo le preguntó si quería unos ricos panes franceses a la señora Marilin, una vieja cascarrabias, con mal temperamento, que le dijo a Jean Pierre:

----Son las 8 de la mañana y usted molestando a todas las personas que pasan por aquí.

¿ Por qué no se consigue un trabajo real?. y para rematar, esos panes se ven inmundos.

Ví que a Jean Pierre le dolió más que insultaran su comida, que a él mismo.

La miró con una expresión muy extraña y volvió a su casa.

Una semana más tarde ví que la señora Marilin no salió más a pasear a su caniche y eso me pareció raro pero no me importo mucho, ya que no me caía bien.

Quise ir a visitar a Jean a su casa, me puse un abrigo y cruzé a verlo .Cuando iba a tocar la puerta, la ví entre abierta y pasé. Cuando entré, la casa estaba detereorada y no había ni un solo mueble.

Caminé un poco más y llegué a una habitación, me asomé y lo ví todo.

Marilin estaba en una camilla atada, no sólo eso, partes de ella estaban en el suelo y Jean Pierre estaba cantando mientras hacía la masa del pan con cuadraditos picados de la piel de la señora.

No sabía si correr, esconderme o gritar. Cuando me estaba dando la vuelta para salir, Jean abrió la puerta y me dijo:

----¿Lo viste todo no?

Me quedé paralizado y lo único que salió de mi boca fue:

-----No me hagas daño por favor, no le contaré a nadie.

-----Mira no lo hago con todos, sólo con los que me maltratan o se burlan de mí.

Además los que compran mis panes aman el sabor único. Dicen que son una delicia y que quieren conocer la receta, pero les digo que es un ingrediente mágico y secreto.

Me quedé impactado pero no me pareció tan terrible, todo lo contrario lo ví justo, ya que yo sufría bulling en el colegio y por un momento pensé en vengarme de ellos y al mismo tiempo ganar dinero vendiéndolos en formato de pan.

Le pregunté a Jean Pierre:

------ ¿Puedo trabajar contigo?. Es que en el colegio me acosan y no me dejan tranquilo.

------¿Estás queriendo decir que quieres ser mi aprendíz y ayudar para que el mundo sea un lugar mejor?.

------¡Sí...!

De eso pasaron 12 años y ahora tengo 21.

Mike y sus otros amigos que eran los que me molestaban, ya fueron vendidos muy bién, como varios profesores que me gritaban y me mandaban a dirección.

Soy el aprendíz desde hace muchos años, pero nos estamos peleando muy seguido con Jean y ya me estoy cansando. En poco tiempo creo que me veré en la obligación de acabar con él y tomar su lugar.

Pero esa es otra historia...