El Aquelarre

⸸23⸸ Las siete Maravillas

⸸23⸸ Las siete maravillas

Cassandra

Llegó el día, hoy se realizarían las siete maravillas. Muchas mujeres rechazaron practicar esto y ahora solo unas pocas aceptaron hacerlas.

Rachel

Madison

Alba

Abigail

Daniela

Natalia 

Y yo.

Prácticamente mis alumnas, Alba y yo. 

La verdad no sé que podría pasar, sentí miedo y temor pero sobre todo tristeza ya que mi madre no estaba aquí. Admiré la ventana de mi habitación y ví el hermoso cielo que estaba puesto para hoy.

Me levanté y me puse la ropa para las siete maravillas —todas las mujeres que iban a realizar esta pruebas debían estar con ropa totalmente blanca y descalzas — fue un vestido con mangas largas y un cinturón del mismo color que el vestido. Me estaba mirando en el espejo y entonces Esther entró a mi cuarto. 

— ¿Estás preparada?

— Sinceramente no —solté una lagrima — hubiera preferido que ella me haya aunque sea visto hacer esto. 

—Ella te está viendo en este momento, solo que tú no la ves a ella. —entonces Esther puso su mano en mi hombro. — Ella siempre estará con nosotras, no te pongas triste. Ella te espera en la sala para verte lucir y ser su gran orgullo, seas o no la siguiente suprema. 

Esther me dió un beso en la nuca y se retiró. 

Las campanas sonaron y eso indicaba bajar a la sala, ahí nos esperaban nuestras respectivas familias de cada una. Cuando ya las siete estábamos ahí formamos un círculo y entonces Esther empezó a hablar.

—Buenas noches a todos los aquí presentes. Hoy celebramos la vida porque recientemente perdimos a la anterior suprema, Maritza, ella no pudo elegir a una sucesora así que se realizarán las siete maravillas para determinar a la siguiente. Empezamos. — entonces Esther se dirigió a nosotras — Pueden empezar.

—Escucha las palabras de las brujas —dijimos todas a correr —, los secretos escondidos en la noche. A los antiguos dioses invocamos ahora en la obra de la magia oculta. Esta noche al amanecer hemos llamado al antiguo poder.

Recitar este conjuro era para saber si eras apta para realizar las siete maravillas. Si tus ojos brillaban significa que podías participar. A todas nos brillaron a excepción de Alba.

—Alba, esta vez una venezolana no será suprema. Puedes sentarte — le dijo Esther a ella.

En ese momento comenzamos y ya no había vuelta atrás.

Empezaron las siete maravillas

Telekinésis

Las seis nos sentamos arriba de las escaleras y abajo habían seis velas.

—Bueno está el prueba es la más fácil. Usen telekinésis y traigan a ustedes las velas sin hacerlas girar o se caigan. Madison este poder es tuyo y serás la primeras —le dijo Esther.

Madison lo realizó bien, Rachel también, Natalia y Daniela se lucieron, Abigail igual. Cuando me tocó lo hice bien y todas pasamos a la siguiente prueba.

—Prefecto ahora avanzamos un peldaño.

Concilium

—La prueba del concilium consiste en controlar la mente de otra persona y dominarla a tu manera. Si logran esto estarán más cerca de la Supremacía. Su trabajo es dominar la mente de  su contrario.

Madison y Rachel se controlaron mutuamente y pasaron, Abigail y Daniela igualmente, pero, en mi caso pasó algo distinto. Yo logré controlar a Natalia pero ella no conmigo.

—Aquí tenemos a nuestra segunda eliminada. Lo sentímos mucho Natalia. Toma asiento con los demás.

Descensum

—Esta vez no iremos en orden porque yo lo digo. Como ya saben esta prueba tienen que bajar a su infierno personal y volver hasta antes de que salga el sol. Les deseo lo mejor.

Las cinco nos recostamos en el piso y cerramos los ojos

extrema descendat. nolite prohibere et pergere. Hoc est descensum. —dijimos las cinco al mismo tiempo y entonces todas bajamos.

Abrí los ojos en una camilla de hospital y veía como salía sangre de mi intimidad y en mis brazos estaba un bebé que no respiraba. Recordé el nacimiento de Nancy y a él. Grité, lloré, hice de todo. Pero me sentía totalmente horrible.

Rachel

Desperté en la calle que está frente a mi casa y en plena calle había una niña corriendo. Esa niña era yo. Quise acercarme le pero vino un auto y la llevó por delante a toda velocidad. No puede hacer nada y me quedé viendo esa escena repetirse múltiples veces.

Madison

Estaba en ese auto, yo solo tenía catorce. Nunca quise hacerlo. Ver como yo la atropellaba cientos de veces se repite en mi mente y no me queda nada más que entregarme a la culpa.

Daniela

Mi madre estaba siendo operada cuando yo decido jugar en el hospital. Me perdí en ese lugar y llegué a la morgue. Me puse a abrir las compuertas y no dejé de llorar cuando ví el cadáver de mi madre ahí dentro.

Cassandra

Rachel, Madison, Daniela y yo despertamos al mismo tiempo, todas estábamos alteradas y con lágrimas en los ojos. 

—Ustedes cuatro pasan a la siguiente prueba. —Esther señaló a Abigail quien aún dormía — Es una lástima ella tenía un futuro tan hermoso.

—Ella aún tiene media hora para despertar —dijo Nancy mientras nos señalaba el reloj.

Abigail

No puedo seguir, ver a mi padre golpearla tantas veces, y al mismo tiempo veo desde la perspectiva de ella. Me escondo bajo mi cama pero no puedo. La escena es horrible

Hay sangre por todas partes, el ardor de los golpes. No puedo

Cassandra

El reloj marcó las cinco y media de la mañana para que el sol salga en su totalidad.

—Abigail —dijeron algunas chicas y entonces ella se convirtió en polvo.

Algunas personas lloraron, incluyéndome. Esther vió la escena y soltando una lágrima rompió el silencio.



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En el texto hay: brujas, academia, aquelarre

Editado: 30.11.2020

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