El árbol de los 1000 ojos

Capítulo 25

¿Qué pasó con Nerol?

Nerol, el pequeño ratoncito obsesionado con el fuego y los incendios, había sido expulsado de la pandilla de ratones por su incapacidad de conseguirles un nuevo hogar, para luego volver a ser aceptado como su líder unos días después.

Sin embargo Nerol decidió mandarlos a todos a la mierda para dedicarse a uno de sus proyectos más ambiciosos.

En su búsqueda por un nuevo hogar Nerol encontró una casita donde vivía una estudiante de admiración. Ella vivía con sus padres pero ellos se habían ido de Luna de Miel a México. La joven Angie estaba tan ocupada con sus estudios que no tenía tiempo para fiestas ni salir con chicos. Quería terminar con su carrera de una maldita vez.

Angie trabajaba en una PC ubicada en la sala. Ella detestaba trabajar en ese aparato tan antiguo, pero tampoco tenía dinero para comprarse una computadora más moderna. Por eso hace unos días decidió compaginar sus estudios con un trabajo de medio tiempo en un supermercado para ahorrar y comprarse una nueva laptop.

A Nerol le pareció perfecto este lugar para vivir. Pensó en llamar a sus compañeros ratones. No, descartó la idea casi de inmediato. Eran demasiados y era muy probable que terminen arruinando su pequeño espacio en el cielo.

Que se jodan.

Este lugar era el paraíso para Nerol. La comida nunca faltaba, la joven solía ser tan despistada que dejaba caer mucha comida al suelo ya sean trozos de pan, corazones de manzana, copos de avena y restos del guiso del almuerzo. Todo lo que pudiera comer y puede que más. Y como entretenimiento Nerol disfrutaba verla trabajar, desde lejitos claro está.

Le gustaba mucho verla sentada, moviendo el trasero en la silla de madera de cuando en cuando en busca de comodidad y manejando la computadora con mucha maestría. Nerol veía y aprendía. Cuando Alejandra salía para ir a trabajar Nerol salía de su escondite, que era debajo de uno de los sillones rojos, subía a la mesa y miraba la computadora con suma admiración. Con solo ver a la joven trabajando Nerol aprendió a encender y apagar la computadora, la contraseña (números del uno al seis) y algunas funciones básicas de la misma.

Era divertido jugar con la computadora sin embargo había una función que lo dejó maravillado: Se llamaba internet. Era una palabra que sonaba chistosa cada vez que la decía: internet, internet, internet. Nerol no sabía leer o escribir tan bien como Pascal, salvo por algunas palabras: Fuego, incendio, explosiones y destrucción. Comenzó su búsqueda basándose en esas palabras: Artículos e imágenes basándose en las mismas.

Lo mejor de todo era que no necesitaba saber leer o escribir para poder divertirse con la computadora. Conoció YouTube, la plataforma de videos más grande de todo el mundo. Nerol podía ver toda clase de videos que quisiera (dejando de lado los videos de incendios y explosiones sus videos favoritos eran sobre gatos cayéndose de la mesa o de gatos peleando contra unos perros).

Una noche Nerol descubrió las películas (siendo Un ratoncito duro de cazar una de sus favoritas). Entre tantas películas que había visto una de ellas lo había fascinado como pocas. Se llamaba El club de la pelea. Era la historia de un sujeto sin nombre que padece de insomnio, con la ayuda de otro sujeto más guapo y con una ideología, de la cual Nerol estaba de acuerdo, se dedicaran a vivir un montón de aventuras anarquistas.

Ninguno de los temas políticos y sociales consiguió interesarle. A Nerol no le importaba la naturaleza humana. Lo que realmente le fascinó de la película era que le explicaban, de forma superficial, como fabricar una bomba usando productos caseros. El final era la escena que más veces había visto en una película. Todo el poder destructivo que uno podía encontrar en unas bombas hechas con jugo de naranja era orgásmico.

Nerol quiso saber más.

Buscó en internet artículos, videos, todo lo relacionado sobre cómo construir bombas caseras. Mientras más sabía del tema más ganas tenía de construir una propia.

Se puso manos a la obra.



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En el texto hay: cultos, gato negro, monstruosidades

Editado: 18.09.2024

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