El archivo de los ecos

ARCHIVOS SELLADOS

Durante el trayecto de vuelta a su cubículo de descanso, Cassandra no pudo sacarse la imagen del hombre de la cabeza. No tenía rostro, y sin embargo, su presencia era penetrante. Como si el eco hubiera mirado directamente a través de ella.

La mayoría de los ecos eran impresiones residuales, como huellas térmicas emocionales. No podían interactuar. No debían hacerlo.

Pero este lo hizo.

Ya en su módulo, activó su consola personal y accedió al núcleo de registros de NeuraTek. Teóricamente, como analista de Nivel 5, tenía acceso casi ilimitado. Tecleó los códigos, filtró la búsqueda por invernaderos de la Zona C-12 y solicitó registros históricos de visitas en los últimos 20 años.

Nada.

Cero entradas. Cero escaneos anteriores. Como si el lugar hubiera sido invisible todo este tiempo.

—Lira, accede al repositorio interno. Quiero ver la ruta de extracción del eco 001.

—Acceso denegado —dijo la IA, por primera vez con un leve retraso.

Cassandra frunció el ceño.

—¿Por qué?

—El archivo ha sido reclasificado como Privado de Nivel 7. Necesita autorización superior.

Silencio. Nivel 7. Solo la junta ejecutiva tenía esa categoría. ¿Cómo podía un eco sin dueño, sin categoría emocional, sin entidad reconocida… convertirse en propiedad sellada en menos de una hora?

Abrió el visor paralelo y forzó el rastreo manual de las ediciones. Aparecieron líneas de código corrompidas, segmentos faltantes… y un nombre.

V-173 // Reasignado: Proyecto FÓSIL.

Cassandra no conocía ese nombre, y eso era alarmante. Todos los proyectos activos debían estar en el sistema. Y "FÓSIL" no estaba ni como archivo, ni como prototipo, ni como experimento.

Una vibración sutil sacudió la mesa. Apenas perceptible. Como si una onda pasara por debajo de su módulo. Cassandra levantó la vista. Todo estaba en silencio. Pero al mirar su reflejo en la pantalla… no vio su rostro.

Vio el invernadero. Otra vez.

—No. Esto no es un eco. No debería activarse así… —murmuró.

El reflejo desapareció. Volvió la pantalla. Todo normal.

Hasta que la interfaz escribió por sí sola:

"No busques más."

Se quedó congelada. Respiró hondo, cerró el visor, y se puso de pie. Las manos le temblaban.

Ella no había escrito eso.
Y Lira no tenía permiso para emitir advertencias.

¿Quieres que en el capítulo 3 el eco comience a invadir sus recuerdos personales o que alguien más se entere de lo que está pasando?



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En el texto hay: suspenso, psicologia, cienciaficion

Editado: 02.05.2025

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