El Archivo Prohibido de Ícaro . (parte 3)

Capítulo 16: La Promesa de la Caza.

​El Refugio de Lena.
​Nido pilotó la motocicleta todoterreno adaptada por Lena a través de la noche londinense, con Kira y Vance a bordo, llevando a la herida Ariadne. Llegaron a un almacén discreto a las afueras de la ciudad. Era otro refugio seguro de la red de La Vigilancia.
​Lena Voss esperaba en el interior. Su primer movimiento fue atender a Ariadne, cosiendo la herida de su hombro.
​—La batalla ha terminado por ahora —dijo Lena, con su habitual calma—. La Cripta está sellada. La información de control financiero del Cónclave se ha desintegrado.
​Kira se quitó la mochila. El Pergamino de Metal y la Reliquia del Cronista estaban a salvo, pero la victoria se sentía amarga.
​—Seraphina perdió su imperio —dijo Vance—. No tiene el Archivo de Ícaro ni la Cripta.
​—Pero nos ha ganado en un punto —dijo Kira, mirando la puerta—. Sabe dónde nos duele.
​La Nueva Vigilancia.
​El equipo se reunió alrededor de una mesa de mapas. Ariadne, aunque débil, se incorporó..
​—Mi Orden, los Hijos de Teseo, siempre ha trabajado en la sombra del Cónclave. Éramos los guardianes de la verdad. Ahora, con el Cónclave desaparecido, nuestra misión termina.
​Ariadne miró a Kira y Vance. —Pero la guerra de Seraphina apenas comienza. El Fénix es una organización que funciona con la venganza y el poder de élites.
​Vance extendió una mano hacia ella. —Entonces, únete a nosotros, Ariadne. La Vigilancia es ahora un grupo de dos hombres y una mujer. Necesitamos una tejedora.
​Ariadne asintió, aceptando el ofrecimiento. La nueva Vigilancia estaba formada: la Capitana Kira Rourke (el músculo), el Profesor Vance Aelarion (la mente), el hacker Nido (la conexión) y la cronista Ariadne (la información).
​La Promesa de la Caza.
​Mientras Lena revisaba sus heridas, Kira y Vance compartieron un momento a solas.
​—Hemos salvado el mundo dos veces, Capitana —susurró Vance—. Pero el costo ha sido la tranquilidad.
​—No la cambiaría por nada, Elías. Pero Seraphina es diferente a Victoria. Ella no se detendrá.
​De repente, una pantalla de televisión en el refugio se encendió con un pulso de hackeo. Apareció la imagen de Seraphina. No estaba despeinada ni furiosa. Estaba sentada en un lugar de lujo, con una sonrisa fría.
​—Capitana Rourke, Profesor Aelarion. La voz de Seraphina era suave, controlada, y llena de promesa de terror.
​—Han destruido mi legado y mis activos. Pero me han dejado con algo mucho más valioso: su historia. El Cónclave no era el único poder antiguo. Hay algo enterrado que ustedes han olvidado, un tercer artefacto. Un arma que puede reescribir no solo la historia, sino el tiempo mismo.
​Seraphina sonrió y se levantó. —Encontraré el Protocolo de Cronos. Y cuando lo tenga, iré a buscar a su Capitana para pagar la deuda. La caza ha comenzado, La Vigilancia. Y yo soy el Fénix que arderá más fuerte.
​La pantalla se apagó, dejando a Kira, Vance y el nuevo equipo con una amenaza clara. El "Protocolo de Cronos" era el único artefacto atlante que Vance jamás había temido.




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