Entre líneas leí lo que no dijiste,
las ausencias, las excusas, los olvidos,
las palabras que quedaron colgadas,
y los silencios que dolían más.
Entre líneas entendí que ya no estabas,
que el amor se había ido en susurros,
que las promesas eran humo,
y que el querer se había cansado.
Entre líneas me encontré a mí,
buscando razones para quedarme,
pero también para soltar,
para decir basta y seguir.
Entre líneas está la verdad,
aunque a veces duela mirar,
porque despedirse también es leer,
lo que quedó entre las palabras.