¿Cuál es el mejor oponente? Es el que está en tu cabeza, esa voz que cuestiona todo. Esa voz está detrás del dolor, de la desesperación, la ansiedad, la triste, es el que te dice que no vas a lograr ningún objetivo y que quedarás varado en el mismo lugar, sin avanzar, es una guerra con tu propia mente. La mente como puede ser nuestras mejor aliada, es nuestra peor enemiga. Esa voz se esconde, pero podes acallarla y si abrazas cada una de esas emociones, ganas la partida. Es una cárcel, esa voz conoce todos los trucos para hundirte. Utiliza tus armas… utiliza la tranquilidad, la ilusión, la felicidad para derrotar esa voz. Tú posees el control. Recupéralo, vence tu enemigo. Ahí en lo profundo de tu interior, a donde no quieras ir, es donde la podrás vencer. Sientes que por momentos se corta el aire y esa voz te dice que no podrás controlarla. Óyela y dile “yo puedo contra ti “porque yo te controlo. Porque soy alma, espíritu y cuerpo. En conjunto, en unión, esa voz desaparece y la paz en tu mente es el mejor aliado, para vencerla. Esa voz no te controla, tú controlas esa voz. La cárcel es tu propia mente, se esconde en sí mismo. No lo vemos, pero los pensamientos ahí están, latentes, creciendo como un cáncer. Ese cáncer se estresa, al conocer el valor y la fuerza de dejar fluir las situaciones cotidianas y que nuestros pensamientos positivos poseen, esa voz interior se tiene que convertir en una proyección guerrera, llena de luz. Nuestro enemigos externos son creación nuestra, nos cuesta aceptar que una persona que nos ataca, nosotros le damos el poder, con esa voz maliciosa, si lo ignoramos, no nos lastima. Nuestro estado de conciencia al elevarlo, matamos esa voz y podemos vivir en paz. Debemos despertar la mente, para dormir esa voz. Si dejamos fluir nuestros problemas, sabemos que lleva tiempo y es un proceso mental. Pero siempre tendremos dos caminos… sí y no. Él no, lo tenemos seguro, siempre hay que ir por el sí. Es una lucha constante contra la oscuridad, pero se logra derrotar. Nos hacen creer que no, pero si queremos de corazón, encontrar la paz mental se logra. Y especialmente esa voz es nuestro ego y cada día que lo aceptamos morimos un poco, cuando nos etiquetamos, es un lucha constante. El ego es la memoria, las intenciones, la individualidad, la competición. El ego divide a las personas y nos aíslan. Cuando el ego no está presente, no hay lucha, ni esfuerzo. El ego no es real, hay una diferencia entre amarnos a nosotros mismos y ego. Si amamos al prójimo, de a poco matamos el ego. No somos dueños de la verdad y ahí nos damos cuenta realmente lo que es ego. Él silencio de nuestra mente, mata por completo al ego. Dando paz y al acallar esa voz, esa cárcel que nos ataca continuamente. Somos seres de luz y uno solo en comunión continua. El amor, mata el ego. Y matando el ego, vivimos en equilibrio y en tranquilidad. El sol ama, no existen clases sociales, ni religión, la luz que irradia es amar, abarcando absolutamente todo. Seremos libres al encontrar esa luz interna, dejaremos de luchar y seremos libres. El amor es la fuente de todo ser, dejando el pasado atrás, viviendo el presente y creando un futuro en prosperidad espiritual. Y nos liberamos de todo nuestros males, esa voz se calla definitivamente. Nos encontramos al ser que somos, y que habíamos olvidado, cortamos las cadenas, encontrando nuestros sueños olvidados ¡NOS DESPERTAMOS!