En la vida tenemos dos tipos de duelos. El duelo de la muerte de una persona y el duelo de la muerte de una relación sea de pareja, amistad, familiar, etc. El duelo de la muerte, se extraña los momentos, las conversaciones, los abrazos, la persona, que jamás hasta que atravieses al otro plano, no la volverás a ver. El duelo en vida, cuando una persona se aparta de nuestro lado, solamente cambia que esa persona continúa respirando. El dolor es el mismo, la herida, la perdida en nuestra alma continua latente. Con la gran diferencia que en algunas ocasiones esa persona puede regresar a nuestro lado, él que fallece no. Pero la ausencia… es la misma. Es como si esa herida no cicatrizara jamás, el vacío aumenta con el paso del tiempo y lo que más duele es el olvido. A la persona fallecida nunca se olvida, queda en nuestra mente y en nuestro corazón, viviendo en imágenes. En cambio, el duelo por la persona que nos alejó de su vida, se puede llegar a lograr una diferencia… con el tiempo, en nuestro pensamiento intentas olvidarla.