Siempre tenemos sueños y esos sueños atraen esperanza. Nos llenan el alma, el corazón… pero ¿QUÉ PASA CUANDO LA ESPERANZA SE APAGA? nos envolvemos en tinieblas, no vemos con claridad. No comprendemos a la gente que nos rodea. Echamos la culpa a cada una de las personas que están en nuestro entorno o pasaron por nuestras vidas.
Cuando se termina la esperanza, es todo vació, entramos es un barranco con un pie en la orilla dudando en saltar, a nuestro interior oscuro. No encontramos sentido al mañana.
Si invertimos las amarguras, podemos recobrar ese hermoso sentimiento de esperanza.
La esperanza es seguir nuestros sueños, es estar rotos y volver armarnos. Es el sentimiento de levantarnos por la mañana y agradecer al abrir los ojos el nuevo día.
La esperanza es lo único que nos queda en un mundo donde mirar y ayudar al otro, es cosa del pasado. La esperanza es aferrarse a las pequeñas cosas que nos hacen felices, que nos sacan una sonrisa. La esperanza está en luchar contra los pensamientos tenebrosos, todos los días de nuestras vidas y ganarles. Si tenemos esperanza, lograremos todas nuestras metas y a continuación lo positivo llega a nuestras vidas. Si hay esperanza, cualquier cosa puede suceder cuando menos lo esperes.