Han peleado batallas y las han conquistado.
Han caído de rodillas ante el mundo y se han levantado.
Han llorado lágrimas amargas, y las han limpiado con dulces sonrisas.
Han sido guerreras de batallas interminables y las han enfrentado.
Jamás cedieron ante un problema, continuando con fuerza enfrentando la vida.
Han reído.
Han llorado.
Han luchado.
Han perdido…
Y han ganado.
Han estado en cada paso que he dado.
Las veces que llore, limpiaron mis lágrimas.
Las veces que caí, me han levantado.
Las veces que padecí, me han abrazado.
Con cada logró ejercido, se han enorgullecido.
Las veces que creí todo perdido, me susurraron al oído "Quédate tranquila, que todo está bien”
Las veces que sufrí, me han hecho reír doblegando al dolor.
Son dos personas extraordinarias, sorprendentes e inigualables.
Dos seres de luz que Dios mando a mi vida.
Son mis referentes y mis grandes amores.
Dos personas que amo con locura e intensidad.
Me convertí en la mujer que soy, gracias a ellas.
Con su amor incondicional, me colmaron de dicha y felicidad.
Gracias por ser parte de mi vida y mis ángeles protectores.
Ellas son mi madre Sonia y mi hermana Soledad.
Simplemente, en estas frases puedo resumirles…
Desde lo profundo de mi alma…
¡¡¡ Gracias por amarme tanto!!!