El arte de la política. Inicios, traiciones y triunfos.

Forma de iniciar en la política

Oscar, en esta vida los políticos son como los militares; solo tienes tres opciones para entrar a la milicia, primero porque tus familiares son militares eso es por tradición, segundo porque te obligan a unirte a ella para obtener una disciplina, podría decirse por obligación y tercero por obtener un estilo de vida diferente, eso es lo mejor porque es por convicción y por el mero gusto de disfrutar la vida.

A que mi querido Oscar, el mejor de mis pupilos, todavía me acuerdo la primera vez que te presentaste ante mí, con esos sueños guajiros de querer ser consejero universitario.

Yo no podía hacer nada en ese momento, porque la verdad, mi prioridad estaba en la secretaria de estado, que el señor gobernador, tuvo bien en darme a cargo, para desempeñarme en mi área.

Sin embargo admiro tu tesón y perseverancia de obtener las cosas a como dé lugar, tanto es así, mírate aquí, siendo mi secretario particular.

Por cierto Oscar ¿Cómo está tu mama, hace tiempo que no la veo?

-Ella está muy bien jefe, le manda saludos, le desea lo mejor en esta campaña que inicia.

-¡Pero si el candidato no soy yo ¡ solo voy a ser un coordinador más para mi compadre Javier Rivera, que está empeñado en ser el próximo presidente municipal. Pero muchas gracias a tu señora madre.

-¿Bueno en que estábamos Oscar?

-Usted empezó la comparación de un político con un militar, las similitudes, para serle sincero la verdad no le entiendo muy bien.

-Toma las cosas con calma todavía no he dicho muchas cosas, esta tarde quiero relatarte parte de mis inicios en la política.

-Me parece excelente, llevo años con usted y jamás me ha contado sobre sus inicios, yo lo conocí ya siendo un gran político, honesto y honrado, por eso yo quería formar parte de su equipo.

- Que bueno que tengas esos conceptos de mí, ha como están las cosas, ser político es sinónimo de rata o lacra, y no tengo duda de eso, porque muchos solo ocupan la política para llenarse los bolsillos, que te digo yo, tú los has visto.

Te acuerdas de Juan Guerrero que le tuve que financiar una camioneta para que anduviera recorriendo sus municipios, para que cuando ganara el muy desgraciado, ni las gracias me dio, pero eso si devolvió la camioneta hecha trizas, ahora se ha olvidado de los préstamos y hasta de vida de jodido.

-Si Jefe y por cierto yo le hice una transferencia a su nombre para pagar la impresión de su publicidad.

- Claro, claro, bueno ya no quiero perder tiempo con el tal Juan. Vamos al grano, te voy a contar mis inicios, tal vez con algunas lagunas pero la historia comienza con mi padre y madre.

En esos momento Oscar, empieza a ver de pies a cabeza a su jefe, analizándolo si algo andaba mal, porque esa actitud tan abierta de decir por primera vez sus inicios en la política, ya que su jefe siempre ha sido de los pocos políticos que se desconocen sus orígenes, esa tarde el aire estaba más frio de lo común, mientras a lo lejos se escuchaban algunos coches a toda velocidad.

-Bien Oscar, todos me llaman Pepe, ya sea por cariño o porque no se saben mi nombre, ya ves en el argot político te quedas siempre con un mote; lo chistoso seria que me llamaran el catrín, el gordo, el flaco o cualquier otro apodo que va hacia la apariencia, jajajajaja por ahí sí ni les contesto, bueno en fin.

Mis padres decidieron llamarme José Manuel Rodríguez Figueroa, ya sabes la vieja costumbre de heredar los nombres de los abuelos, yo herede los dos tanto el nombre de José por parte de mi madre y Manuel por parte de mi padre, soy el mayor de los tres hermanos que somos, mi hermano Natalio y mi hermanita Brenda, ya luego hablare de ellos, ya que tú los conoces.

Mi padre José Luis, proviene de una clase muy sencilla de personas de esos que abundan en los pueblos, que son directos, que cuando no les gusta algo te lo dicen sin pelos en la lengua, no tuvo mayor estudios que ir hasta tercero de la primaria, para su época y la condición en que se encontraba el pueblo “rio quebrado” para él ya era todo un triunfo, apenas sabia escribir su nombre y recordar la fecha de su nacimiento, esto lo sé porque él me lo contaba cuando yo era un niño.

En las comidas familiares, que teníamos, mi padre siempre hablaba de las malas obras que hacia el presidente municipal, de todas las malas obras y mi madre haciéndole la segunda voz, pero al final todas las discusiones sobre las obras, se quedaban en la mesa y reanudaba cada quien sus actividades.

-Jefe, pero por interrumpirlo peo me dijo que iba contar sus inicios en la política, la verdad me está gustando su historia familiar pero no ve lo político.

-Para allá voy, no seas tan desesperado, tenemos más tiempo que vida, todavía no es noche y no tenemos nada agendado mañana.




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