El arte de soñar

Capítulo 1 Primeras impresiones

“una vida sin sueños no es vida”

Mi madre solía decir esa frase tan ridícula, sin sueños, sin metas el ser humano simplemente se apagaría, ella en serio creía firmemente en ese pensamiento sin embargo considero totalmente absurdo esa idea, el humano vivirá tanto como tenga que vivir, los sueños son importantes sin embargo tener un orden en ellos, una jerarquía de propósitos a seguir con una lista ordenada que ayuda a cumplir esos sueños simplemente verlos como objetivos alcanzables no por cuestión de espíritu humano sino por cuestión de seguimiento me suena mucho mas acogedor y divertido en lo personal, seguir mi educación de preparatoria, terminar y dedicarme a una ingeniería en sistemas informáticos o a electromecánica para posteriormente poder establecerme en una empresa, es… es lo que me permitiría un estilo de vida tan cómodo que es demasiado tentador para decir que no.

-¿qué te pasa?, oye amigo no me digas ¿de nuevo te perdiste viendo la venta?-

Un chico con lentes, cabello castaño y una actitud burlesca como amigable me volteaba a ver listo para salir de nuestro salón de clase, aunque muchos recomiendan tener muchos amigos a la edad de 17 años y vivir una vida de películas prefiero tener un buen amigo en vez de 1000 que tenga que cuidarme la espalda.

-claro Esteban estoy pensando en como escapar de este instituto para quedar atrapado en las rejas de la entrada principal-

Me levante mientras una pequeña carcajada salía de mi boca, agarrando mi mochila y simplemente volteándolo a ver.

-en primera auch, en segunda recuerda que somos amigos Gabriel-

Ambos empezamos a caminar para por fin irnos del instituto.

-y en tercera solo fue una vez, aparte recuerda que fue una apuesta la cual tú me retaste-

-no, no cambies mis palabras, te dije que era imposible que pudieras saltar las rejas y tú te lo tomaste como un reto personal-

Ambos caminamos tranquilamente la ultima hora de los lunes actividad artística por alguna razón consideraron que meter esa materia en la ultima hora era una buena idea.

-por dios ¿Cuántas veces al día te puedes perder?-

-que decida estar callado no es lo mismo que perderme y lo sabes-

-no entiendo, siempre te aburres cuando nos toca actividad artística, si sigues con esa actitud dudo que aunque te de parte de mi talento artístico te pueda ayudar en la parte práctica-

-no necesito tu ayuda aparte en lo teórico estoy perfecto-

-pppf claro, pero vamos lo único divertido es las practicas, dibujar, pintura, esculturas, no puede creer que nada de eso aunque fuera por simple casualidad te llamara la atención-

Aunque me disgustara demasiado esa platica, mi atención se  fue directamente al escuchar instrumentos musicales descoordinados y a todo volumen.

-valla ellos sí que inician temprano, recién acaban las clases y ellos ya están decididos a practicar-

-si tal vez, bueno vámonos-

-no tan rápido mi amigo, por una vez quisiera tocar un instrumento musical ya sabes después de todo, podría encontrarla-

Una sonrisa con algo de burla aparte de interés real  y antes de que pudiera entender el cómo me convenció o si quiera lo hizo ya estábamos caminando a aquel salón.

-hola profe Arturo-

-hola chicos ¿en que los puedo ayudar?-

El sonido de los instrumentos en realidad era terrible, una orquesta, si claro descoordinación mas instrumentos mal afinados que se podría esperar de ellos, aunque por un segundo eso se perdió, por un segundo pudo enfocarse en una chica de cabello largo color negro con una piel de porcelana increíblemente concentrada en una partitura mientras podía escuchar un sonido armonioso proveniente de aquel instrumento que tocaba, una guitarra acústica, la música clásica usualmente tendía a ser aburrida para la gente de nuestra edad sin embargo para ella parecía no importarle en lo más mínimo aquel prejuicio.

-¿estará Liz de casualidad?-

-no, todavía no a llegado si quieres puedo darle un mensaje de tu parte-

-no se preocupe gracias-

Y con eso me regreso a la realidad, mientras ambos nos retirábamos, mi mente por fin se podía deshacer de la imagen de aquella chica, mientras por fin podíamos irnos.

-si claro, tu interesado en la música, tenía que ser claro que era por esa chica-

-oye, la música es genial tu eres el único amargado que detesta todo lo que no tengan que ser números, aparte tiene nombre, se llama Liz-

-no tienes oportunidad con ella-

-pero lo intento-

Lo voltee a ver mientras salíamos de la escuela el simplemente decidió que era buen momento para regresar aquel insulto burlesco.

-no como el señor depresivo y solo, por eso no tienes novia-

-si claro-

-no es divertido si solo lo aceptas-

-pero ahora es divertido para mí-

El autobús por fin llego y ambos nos subimos, era relajante ver el camino y aunque la voz de esteban estuvieran de fondo, podía sentir esa paz tan relajante que anhelaba aunque sin entender ni si quiera molestarme por lo que vendría en realidad, y pensar que toda la paz que podría pedir se iría en un solo día, solo tardo eso del lunes al martes para que todo cambiara más que rápidamente.



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En el texto hay: romance, musica arte, sueño

Editado: 27.11.2021

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