-así que te comportaste como un idiota, no me sorprende yo apoyo tu disgusto-
Esteban había escuchado mi situación mientras terminábamos de comer, esa sensación de disgusto conmigo mismo no me dejaba.
-no sé qué hacer en realidad, tal vez debería de alejarme simplemente-
-eso nunca resulta bien Gabriel, tú lo sabes-
Era incluso impresionante como los problemas se podrían complicar incluso mas, solo por una ocasión quisiera que el tiempo retrocediera, para solucionar las cosas, pero me guste o no eso no puede ser posible e esa sociedad, solo tenía dos caminos, olvidarme de apoyar a Sara e ignorar la situación o enfrentarla y decir la realidad, odiaba que perdiera el tiempo con alguien que fingía interés en el instrumento que ella prefería o eso pensaba.
-supongo que tienes razón, demonios, sabía que era mala idea hablar con alguien que le gusta el arte-
-seguro, tal vez eso falta en tu vida, un poco de color y movimiento, siempre tanta calma podría llegar a ser agotador, mírame en un solo segundo un problema minúsculo pudo terminar terriblemente mal sin que tu aparecieras estoy seguro de que mañana estaría con un brazo lastimado-
El día termino antes que me diera cuenta, era extraño estar tan confundido de lo que debería hacer, sabia mi postura, claro siempre tenía a ser algo más radical que lo que opinarían los demás pero no podía evitar querer apoyar a Sara, querer regresar a aquel lugar y simplemente escucharla tocar esa estúpida guitarra. Antes de poder darme cuenta el siguiente día paso todavía mas rápido, las clases estaban finalizando, Esteban salió lo más rápido posible para explicar y evitar malentendidos con Liz, mientras que a mí la sensación de no saber a dónde pertenecer me invadió por un segundo, después desapareció, nunca fui fan de la música y así sería bueno continuar.
-por alguna razón pensé que no te atreverías a venir-
Mi cuerpo había tomado una decisión irse de la escuela y al lado contrario de aquel salón Sara me esperaba cruzada de brazos y una expresión seria, parte de mi esperaba que ella intentara hablar, por otro lado sabía que lo más incómodo seria tener que escucharla reprendiéndome o ser yo el que pidiera disculpas tanto para ella como para Daniel.
-Daniel prefirió no practicar conmigo en la escuela hasta la siguiente semana, todavía practicaremos en el curso fuera de la escuela, lograste tu cometido-
-no voy a arrepentirme de mis palabras, tampoco quiero que te veas perjudicada, me tragare mi orgullo si es necesario-
Parte de mí no sabía lo que quería hacer, no quería retractarme de mis palabras, estaba en contra de lo que pensaba en realidad, la simple idea me asqueaba, las palabras para Daniel fueron sinceras tal vez demasiado, la culpa podría ayudar un poco a pedir perdón en contra de mis creencias.
-nunca pensé que fueras tan agresivo en ese sentido, vamos al salón necesito practicar-
Su expresión de seriedad no cambio en lo más mínimo, siendo la primera vez en ese día que notaba el estuche de guitara en su espalda, mis pies empezaron a andar hasta volver a ese espacio musical, ese espacio donde ella gobernada, cerré la puerta, lo que fuera que tuviera que pasar pasaría me gustara o no, su mirada se dirigió a unas partituras, quitándose el estuche y procediéndolo a abrir.
-me sorprendió verte actuar de esa forma y a Daniel, bueno lo confundiste parecía en verdad pensar lo que dijiste, no me pidió este tiempo porque lo asustaras, lo hizo para poder practicar y mejorar sin que yo perdiera mi tiempo-
Me voltio a ver con una pequeña sonrisa maliciosa, sabía perfectamente que me sentiría culpable y prolongo un poco mi sufrimiento, agarre una silla y me dirigía a su lado no podía evitar pensar que tal vez incluso pude apoyar en algo a Daniel me tranquilizaba, o mejor dicho tranquilizaba un cierto temor de perder una posible amistad.
-entonces soy mejor con las palabras de lo que pensaba-
-no seas engreído, enserio actuaste como un idiota-
-tal vez en realidad lo sea-
Cierta parte de la culpa no podía evitar quedarse en mí, la actitud de Sara más el estar en un lugar donde ella fuera la reina simplemente hacia que sintiera ese peso.
-no lo dudo, sin embargo eres el único idiota que me apoya, sé que para ti no es nada, pero para mí es algo muy importante, no te entiendo, quiero poder hacerlo, pero cada vez pareciera que intentas evitar que alguien aparte de Esteban se te acerque-
Por unos segundos me quede callado, no sabía que decir, en realidad nadie aparte de Esteban y mi padre sabían de mi vida y bueno todo lo que me pasaba esteban era casi implícito que estuviera involucrado o mi padre lo supiera, por primera vez en realidad lo pensé.
-¿Qué quieres saber?-
Sara me miro agarrando con tranquilidad su instrumento y sonriendo.
-¿Qué instrumento te atreverías a tocar?-
-para mi desgracia creo que sería la guitarra, es con el que mayor “experiencia” tengo-
Remarque con mis manos las comillas, mientras ella reía y una parte de mí en realidad quería hacer preguntas, como ella no conocía nada de mí tampoco yo conocía realmente algo de ella y por fin llegue a la cúspide de mi hipocresía, odiando a la creatividad, sabiéndolo perfectamente mi interés en conocer a alguien tan creativa como ella.