El Arte De Vivir ©

2. SIN SALIDA

Después de que todos los niños tomaran su desayuno, proseguí a lavar los platos como dijo "Víbora" es mi deber.

No sé, en verdad, pero ésta mujer es el mismo diablo en persona, no sólo por cómo luce sino por su mirada con la cual pretende intimidar a todos. No me di cuenta en qué momento se me cayó el plato que estaba fregando, lo único que sé es la ira con la que me mira Victoria.

- A parte de fea; incompetente, en verdad, ¡no lo puedo creer!. ¿Hasta dónde llega tu torpeza niña?

Contuve las ganas de decirle algo.
Sólo por el hecho de su anterior amenaza me obligué a calmarme.

- lo siento, no me di cuenta y se me salió de las manos.

- claro.

Dice a la vez que llama la atención de todos dando palmadas.

- Muy bien corazones, es hora de trabajar. Seguidme por favor. ¡Tú también Eilen!

Dios, ayúdame por favor... necesito de todo mi auto control.

Termino lo más rápido que puedo y me dirijo hacia el patio donde están todos.

- Como ya les dije todo cambiará, claro está que para bien.

Dice con una sonrisa que promete muchas cosas pero ninguna de ellas buena, luego de esto continúa - Primero. Cambiará su hora de levantarse, a las seis en punto deberán estar todos en pie, listos y dispuestos para mis órdenes.

- y tú mi querida Eilen puedes hacerme el favor y todas las noches me preparas un delicioso baño caliente con especias y pétalos de rosas.

No tenía más remedio que asentir y obedecer sus órdenes.

Veo que la Víbora es esa clase de persona que le gusta imponer su frialdad y siento que le gusta hacer sentir inferiores a las personas; no sé por qué su actitud frente a los niños, yo no importo. ¿Pero ellos? ellos necesitan amor y cariño, que más puede pedir un niño que ha sido abandonado por sus padres o los ha perdido sin saber el por qué.

luego de repetir una y mil veces reglas sin sentido que su único fin era terminar con la poca felicidad que se respiraba en el orfanato, decidió que era hora de comenzar con los oficios del día, primero debíamos recoger todas las hojas secas caídas en el deteriorado jardín, luego limpiar pisos y sacudir todos los rincones.

Eran pasadas las ocho de la noche, nunca tuve un lunes tan duro y difícil como hoy, lave pisos, cambié cortinas, limpié el jardín y todas las cosas que se le ocurrieron a victoria a medida que veía que iba terminando mis obligaciones, solo para dejarme la final sin aliento. En este momento se encuentra en su cuarto disfrutando el baño que me obligó a prepararle, ya todos los niños cenaron y están en sus cuartos listos para madrugar mañana.

por todo lo que he hecho hoy no he tenido tiempo de ir a mi lugar secreto y hacer lo que tanto me gusta y me saca de mi realidad, es un tesoro que tengo guardado y del cual solo sabía la señora Ross; me ha costado mucho hacer lo que hago pero es algo que descubrí más o menos a mis diez años, empecé por simples cosas pero luego me di cuenta que lo hago porque en verdad soy buena, me gusta y me apasiona, además aún recuerdo las palabras de aliento de la señora Ross...

- Eres una niña muy linda y talentosa mi pequeña Eilen, no merecías esta vida que te ha tocado todos estos años, pero ya verás que con esta belleza que haces; cuando te vayas de aquí tendrás tu sustento y lo que siempre has querido.

- lo sé señora Ross, es usted muy buena conmigo, dígame ¿qué haré cuando usted se vaya? prométame que no me va a dejar, porque no creo que alcance mi sueño sin sus palabras y ánimos cada día.

Cuando le decía esto mi corazón se llenaba de temor, lo que no me di cuenta fue en que momento me dejó y ¿cómo fue que paso todo esto?, mi corazón duele por su partida y no sé si lograré seguir con todo esto. Mis planes, solo espero que Victoria nunca me descubra. No al menos hasta que me vaya de aquí, espero que cuando cumpla 18 tenga lo suficiente para enfrentarme ahí fuera.

Limpio las lágrimas que derramé sin darme cuenta y me pongo lo más cómoda posible para dormir, no sin antes poner la alarma para mañana estar lista y así no repetir lo mismo de esta mañana con Victoria. Decidí no ponerle apodos y hacer justo lo que ella me ordene, no me hace nada bien desobedecerle y mucho menos que me quite tiempo y me eche antes, así que si quiere que me humille ante ella, tendré que agachar la cabeza.

- Veo que has captado muy bien mis órdenes, pulgosa. Dice Victoria al verme lista en la cocina preparando la comida para hoy.

No le presto atención y sigo revolviendo los huevos.

- ¿Acaso no me has escuchado?

Me veo obligada a responderle para que no haga otro comentario.

- Si señora; la he oído. Y sí, ya ve que he captado muy bien sus órdenes, las sé de memoria.

Sonríe con satisfacción, y quisiera tirarle estos huevos crudos y arruinarle su delicado y elegante traje.

- ¿Si sabes que hoy viene el señor Márquez y su esposa? dice a la vez que mira con indiferencia lo que hago.

- Si señora, sé que al fin se decidieron y van a adoptar. Digo fingiendo que son más interesantes los huevos que sus palabras.



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En el texto hay: arte, amor dolor y muerte, orfanato

Editado: 11.09.2018

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