El Arte De Vivir ©

4. FRUSTRACCIÓN

Cuando llego al recibidor, me encuentro con caritas tristes, unos ocupando los pocos muebles y otros de pie. Voy repasando la cara de todos notando quién puede hacer falta, me doy cuenta de que Alli no está.

-¿Dónde está Alli? Pregunto, intuyendo la respuesta.

Es Tommy el que responde. - Se la llevaron junto con Ralf. Y puedo notar el tono melancólico de su voz ya que Ralf era su mejor amigo, llegaron casi juntos al orfanato y se estableció inmediatamente una conexión entre los dos.

- ¿Pero se han ido felices? Pregunto preocupada, pensando en el hecho de que quizás no querían marcharse.
- Sí, ambos estaban muy contentos y preguntaron por ti porque querían despedirse. Dice Julia sonrojada, tiene once años y es muy tímida.

- ¿Y por qué no me llamaron? Les digo a todos, ya que sin dudarlo y sin importarme Victoria hubiese venido a despedirme.

- Es que la señora victoria dijo que no era importante porque eras la cocinera y que te habías ido al mercado. Responde de nuevo Tommy. 

Sabía que vitoria diría algo como eso y lo lamento tanto porque lo más probable es que nunca me dará la información sobre la nueva casa de Alli y Ralf.
Cuando abro mi boca para decir algo, llega Victoria sonando sus tacones.

- Creo que Eilen ya les habrá dicho sobre las clases mañana, ¿No es así Eilen? Dirige sus ojos maliciosos hacia mí esperando mi respuesta, mientras los niños me observan preocupados.

- De hecho señora Victoria estaba por contárselos. Digo esperando que crea que no me intimida su presencia.

- Está bien. Dice no muy convencida, pero prosigue; ésta vez mirándonos a todos desde el frente.- A partir de mañana ocuparé el lugar de su maestra. Como ya saben, ésta está incapacitada. Dice con una expresión neutral en su rostro.

- Muy bien, quiero que pasen todos al comedor para que conozcan a la nueva cocinera. La esperaba mañana, pero parece que está muy ansiosa por comenzar. Dice e inmediatamente la seguimos.

Cuando entramos al comedor, está sentada una mujer no tan anciana como esperaba; es más bien un poco joven ya que su piel luce tersa, tiene un semblante de carisma y entusiasmo en el rosto, su cabello castaño está recogido en un moño alto y su vestido está impecable. 
- Señorita Nadia, estos son los niños a los cuales a partir de ahora les hará de comer, y si necesita algo para eso está Eilen. Nadia se pone de pie al oír a Victoria y tal vez buscándome con su mirada por lo cual me presento.

- Mucho gusto señorita Nadia, yo soy Eilen. Extiendo mi mano para presentarme mientras Victoria hace un gesto de desagrado y resopla.

- Oh, linda. El gusto es mío y dime Nadia por favor. Dice regalándome una sonrisa cálida la cual estoy segura es la que una madre debe darle a su hijo a la vez que sostiene mi mano.

Seguido de esto paso a decirle los nombres de cada uno de los niños para que se vaya familiarizando según Victoria. Pronto llega la hora de la cena y ayudo a Nadia a prepararla. Es bueno trabajar con ella, es una persona muy tierna y con mucho amor para dar.

- Dime, ¿tienes hijos Nadia? le pregunto a la vez que corto unos vegetales, los cuales nos han llegado hoy de parte de la financiación pública, la verdad es que no tengo conocimiento sobre que hacen con el dinero que se supone nos dan para nuestro sustento; porque no vivimos en las mejores condiciones, pero supongo que no puedo preguntarle a Victoria.

- Sí, tengo uno pequeño. Dice con un brillo de amor en sus ojos, mientras pone los platos en la mesa.

-¿Sí? ¿Y qué edad tiene? Pregunto queriendo saber un poco más la vida de las personas de afuera.

- Oh, solo tiene dos años, mi madre lo cuida para que yo pueda trabajar.

- Veo que ya se han hecho muy amigas y no ha pasado ni un solo día, solo espero que no descuides tus oblaciones Eilen y que Nadia haga bien su trabajo. Llega diciendo Victoria.

Termino de cortar los vegetales y me giro hacia ella, está parada de pie frente a la mesa del comedor. Hace un gesto y me habla.

- Ah Eilen, tienes que ir al cuarto de Tommy, me dijo Juila y Dobby que te necesitaba. No sé ni me interesa saberlo pero ve y revisa qué es lo que tiene ahora.

Arrugo mis cejas y salgo rápidamente para el cuarto compartido de Tommy. Sé que la Señora Ross estaba muy al pendiente de él, porque a sus dos años le diagnosticaron una enfermedad pulmonar, al parecer grave; pero no tengo mucho conocimiento de ésta.

Cuando abro la puerta veo que Julia y Dobby rodean la cama de Tommy, me acerco bien hasta llegar a ver su rostro y me espanto porque tiene una tos seca y creo que no puede respirar bien ya que usa su inhalador con mucha ansiedad.

- ¿Tommy qué es lo que tienes? Digo sentándome a su lado y tomando su mano.

- ¿En qué momento pasó esto? Él estaba bien. Les digo a Julia y a Dobby mientras con un paño le limpio el sudor de la frente a Tommy.

-Tengo que hacer algo, lo veo muy mal. Trato de no entrar en pánico y hacer algo por Tommy. 

-Julia ve y avísale a la Señora Victoria. Me refiero a ella, para que le informe a Victoria, espero que ella tenga una solución.

Sigo poniendo pañitos en su frente mientras le digo a Tommy que todo va a estar bien.- vamos a salir de esto, te lo aseguro cariño; todo va estar bien. Es una promesa. 



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En el texto hay: arte, amor dolor y muerte, orfanato

Editado: 11.09.2018

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