El Arte De Vivir ©

6. MIEDO

Esta última colección tiene algo original y especial para mí, he decido llamarla "respirar" se la he dedicado tanto a la señora Ross como a Tommy y muchas otras cosas que me impulsan para seguir adelante en este momento tan difícil.

Este cuadro que me encuentro terminando, es un tanto abstracto pero se trata en realidad de lo que se puede percibir en él con tan solo mirarlo, y espero transmitir y que las demás personas vean y sientan lo mismo que yo cuando lo observo, desde los matices grises hasta los más coloridos.

Es un conjunto de emociones que juntas logran que puedas respirar y absorber solo mediante la pintura un ambiente de paz, tranquilidad y armonía.

No me considero una gran artista o pintora, porque no tengo dicho título y mucho menos una carrera.

Por lo que casi no le creo a la señora Ross cuando me dijo que alguien quería comprar mis cuadros y tuvo que luchar mucho para convencerme de aceptar venderlos.

Porque lo poco que sé; es lo que he aprendido a través de los videos y libros que gran parte de mi infancia me enseñó la señora Ross y que aún conservo.

Pero es más que eso, desde pequeña he sentido esto como parte de mí y simplemente me fluye; como pueden fluirle los pasos a un bailarín o las letras y oraciones a un escritor para su libro y me siento satisfecha por ello.

Doy unas últimas pincelas dando por terminado el último cuadro, he dedicado mucho tiempo a éste trabajo; en cuanto puedo, cuando Tommy duerme y todas las luces se apagan, vengo a mi escondite y hago lo que más me gusta hacer.

Ya he hablado con Nadia y le di el número de la persona que compra y distribuye mis cuadros, me ha dicho que dentro de poco se reunirá con él para acordar la fecha de entrega, por mi parte ya está todo terminado.

Me siento orgullosa de mi misma porque estoy segura que me pagarán una buena cantidad; la cual irá directamente a este baúl que tengo frente a mí con apariencia de cuadro, en el cual tengo todos mis ahorros guardados.

Con Victoria nada ha mejorado, sigue con sus abusos y sin dejar que un médico vea a Tommy y tengo miedo de que cuando decida hacer algo por él, sea demasiado tarde.

Termino de recoger las cosas y calculo que ya es hora del almuerzo por lo que decido subir a ayudarle a Nadia a servirlo para que Victoria no empiece a buscarme; aunque ya he terminado mis deberes de limpieza.

- ¿En qué puedo ayudarte Nadia? Digo entrando al comedor y viendo a Nadia de espalda revolviendo algo en una olla que huele delicioso.

- Puedes poner los platos. Me contesta dándome una sonrisa.

-¿Tommy ha comido algo después de lo que le he dado esta mañana? Pregunto dirigiéndome hacia la mesa con los platos en la mano para ubicarlos.

- No, hace un rato le llevé un poco de gelatina y no quiso pasar bocado, dice que no tiene hambre; pero si quieres ve e intenta que coma un poco de ésta sopa que acabo de preparar. Se dirige a mí, sorbiendo de la cuchara probando un poco.

-Sí, pero antes te ayudaré a servir aquí. Me detengo en seco y me percato de algo muy importante. Victoria. -¿Dónde está la señora Victoria? Le pregunto a Nadia abriendo mucho mis ojos.

- Cálmate. Me tranquiliza Nadia. 
-No está, salió ya hace como dos horas y no ha regresado. Dice entregándome la sopa para que la sirva.

- ¡Uff! qué alivio, aunque no me gusta mucho, últimamente ha hecho salidas muy constantes y por más de un par de horas. Expreso pensativa.

Nadia no dice nada, pero puedo notar la expresión seria de su rostro y sé que está de acuerdo con lo que digo.

Unos minutos después terminamos de servir y tomo un poco en un pequeño plato para llevárselo a Tommy y así aprovecho para avisar a los niños que vengan a comer.

Doy una sonrisa a Nadia y le digo lo que voy a hacer, ella asiente y termina con el jugo.

Subo las escalas y considero que puedo gritar ya que no se encuentra Victoria.- ¡Niños el almuerzo está servido, corran que va a desaparecer sino bajan ya!

Me río entre dientes y entro al cuarto de Tommy pero puedo escuchar los gritos y pasos corriendo de todos por el pasillo para bajar las escaleras.

- Hola cariño, ¿cómo estás? ¿Cómo te encuentras? - Pregunto a un Tommy semi dormido.

- Hola Elli. Trata de darme una sonrisa estrujándose sus ojitos y se me aprieta el corazón.

- Ven, vamos a intentar sentarte para que comas esta delicia que te ha preparado Nadia, y mira que se ha esforzado mucho en prepararla.

Le digo a la vez que pongo la sopa en la mesita.

- ¿Y sabes que le puso grandulón? Le pregunto en tono exagerado para llamar su atención.

- Pues no. Me dice abriendo sus ojos completamente y tratando de salirse por completo de su manta por lo que le ayudo.

-Bueno pues aparte de mucho amor me dijo...Y bajo en susurro mi voz.

- Que contiene un ingrediente secreto. Digo misteriosamente.

- Y que después de comértelo vas a querer más y más. Logro sentarlo.

-No creo, no tengo mucha hambre. Dice poco convencido.

- Ah, pero veo que entonces si tienes un poco. Digo pellizcando su pequeña nariz; por lo cual ríe.

- ¿y solo voy a querer comer más y ya?- claro que no.



#45078 en Novela romántica
#29610 en Otros

En el texto hay: arte, amor dolor y muerte, orfanato

Editado: 11.09.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.