Estaba corriendo tan rápido que sentía como mi corazón iba a explotar, como mi respiración me empezaba a faltar.
Unas luces de la nada aparecen, segando mis ojos, haciendo que me encuentre en plena oscuridad.
Y es ahí donde me caigo a un vacío, uno muy profundo que no me deja reaccionar.
Me levanto agitado, y aturdido porque todo se trataba de un sueño, me retuerzo en el pequeño catre que tengo por colchón, es muy incomodo el estar en esta situación y todo por culpa de Agusto Floy.
Trato de ser sigiloso y no hacer ningún ruido para no llamar la atención, ya que donde me encuentro viviendo es el instituto Magnus Hell, bueno diría que me encuentro en la habitación del conserje.
No fue nada difícil alojarme en este pequeño cuartucho, no hay nada que un pequeño chantaje no pueda lograrlo.
¡Eso sí!, si piensan que soy el típico Playboy de esta historia, déjenme decirles, lamento romper sus corazones, pero no lo soy.
Toda esta desgracia sucedió por culpa de mi padre, estaba advertido, ya que si seguía así, todo iba a terminar muy mal, y así fue.
Mi madrastra tomo a mini Katie y se fue con ella, ya que no iba a soportar más la vergüenza que su esposo le traía a casa.
Lo único que se me dejo fue tarjetas adeudas, y un poco de dinero por parte de ella para poder sobrevivir a esta dura miseria.
Los dos trabajos a tiempo parcial que conseguí son muy agotadores, y eso explica la falta de comunicación con la gente a mi alrededor.
La cabeza me zumbaba, ya que aún sigo recuperándome del accidente que tuve, y lo más extraño fue haberlo sufrido el mismo día que Andrew Klein falleció.
Tengo secuelas y por el momento amnesia temporal, las heridas que sufrí fueron leves, exceptuando que no recuerdo en lo más mínimo que fue lo que sucedió ese día.
"Es un milagro del que estuviese vivo." Dijeron todos los doctores que me atendieron y me revisaron en la sala de rehabilitación, ya que es algo sorprendente el haber salido ileso de aquel fuerte accidente, que desconoce mis recuerdos.
Nunca conocí a mi verdadera madre, y si me pongo a pensar en ella, es porque aquel día donde todo se desvanecía sentí sentirla cerca, pero a la ves lejos.
Una mujer de cabellera larga roja me daba la espalda, más me encontraba tirado y perdido en la inconsciencia, susurros provenían desde los lejos, y ahí ya no hay nada más por recordar.
No he sabido por el momento nada de mi padre, pero algo me dice que no lo volveré a ver por un buen tiempo.
Mentiría si dijera que me siento abandonado, pero el problema es que esa sensación siempre ha estado ahí.
La posición de nuestra familia bajo, a una estándar, el cual significa que nos encontramos en boca de todos.
Hoy es fin de semana y me alisto muy cómodo, para regresar a la ex residencia Floy y recoger algunas pertenencias de valor que aún se mantienen ahí, si regresaba, era por el simple hecho de vender esas cosas para así pagar el instituto A&H.
Llevo conmigo dos maletas negras de mano y una maleta de rueda.
El recorrido fue muy incomodo, por todas las miradas que recibía de las personas al pasar.
Una enorme puerta metalizada te impedía el paso, y solo a lo lejos podías observar los jardines, que aún se mantenían bien cuidados, detrás de la enorme mansión había una pequeña cerca que era el lado de la piscina y también era el lugar donde se realizaban las reuniones familiares, rápidamente arroje todas las maletas al otro lado, para después saltar.
Ya dentro sacudo mi ropa, y recogí todo lo que lance para entrar al interior de la casa.
Dentro de la casa, el aire era frío y fresco, no se sentía para nada acogedora, y es ahí donde me pregunté, como había sido mi estancia en aquel lugar.
Me llevo los cuadros que tienen las firmas de grandes pintores, como también me llevo floreros artesanales.
En el despacho de mi padre no se encontraban nada de sus cosas que solían estar antes, exceptuando que su escritorio y su silla giratoria son las únicas cosas que están en el mismo sitio de siempre, con aquel librero viejo inmenso que está al costado.
Revisó las repisas repletas de libros y un libro verde es el que sobresale de ella, lo tomo pero esta parece adherida al tablero, saco todos los libros y los tiro al suelo, el único que pertenece pegado ahí es el libro.
Quito la base que sostiene a los libros una por una, y unas líneas sobresalen, indicando que hay una puerta, vuelvo a intentar tomar el libro, y como lo había imaginado, la puerta secreta se abre.
Dentro había un maletín y una caja de madera con un candado que la protegía, saco rápidamente todo de su escondite y las colocó al suelo.
Abro el maletín marrón y rebusco que hay en su interior, una pila de carpetas negras es lo que hay, les doy una hojeada a cada documento de su interior y lo que llama mi atención es ver el apellido de los "Klein" en ellos.
Reviso detalladamente y lo que hay escrito dentro es una confidencialidad, se encuentran las sumas grandes que han invertido con inversionistas, los nombres de sus dos hijos, "Andrew y April", a donde se dirigía el dinero que supuesta-mente donaban para campañas y organizaciones de ayuda.