El Asesinato De Evander

¿DÓNDE ESTÁ?

El aire frío erizó mi piel con su gélido contacto, los escalofríos recorrieron todo mi cuerpo, las náuseas aparecieron después de leer el mensaje y el miedito súbito regresó.

Alexa no respondía su teléfono y mis incontrolables ganas de salir a buscarla no me dejaban en paz.

—¿Estás segura de lo que dices? —cuestionó Evander, su rostro era sereno y parecía estar pensando en los sucesos con detenimiento.

—No puedo esperar aquí, iré a su casa, lo comprobaré.

Adam no respondía el teléfono, mis nervios estaban colapsando aun si reportaba a la morena como desaparecida sería inútil y no la buscarían después de 48 horas. El teléfono de Evander comenzó a sonar.

—Es Adam—exclamó y sin dudarlo respondió, no dijo una sola palabra, solo asintió con la cabeza como si alguien más lo estuviera observando, y terminó la llamada con un "gracias". Odiaba este sentimiento de incertidumbre y desasosiego en mi pecho.

—¿Está bien?

—Era Hyo Min, se llevaron a Alexa, y Adam está ingresando a urgencias—su voz salió suave, pero hubiera preferido que gritara, que se rompiera, de esa forma me hubiera obligado a ser fuerte, pero su porte, su voz; fueron calmas y entonces me quebré. Rompí en llanto.

—¿QUÉ CARAJO LE PASA? —grité con fuerza, grité porque estaba cansada de perder a las personas, estaba harta de llorar y ver como se iban—. No puedo esperar aquí, tengo que ir a buscarla.

—Es peligroso, no podemos ir aventurándonos solos, Adam está en el hospital...

—Alexa jamás hubiera dudado de ir por ti—repliqué antes que siguiera con la frase, aún si estaba sola en esto, no iba a dejar a mi amiga. Salí por la puerta pidiendo al cielo que Alex estuviera bien y entonces lo vi, de un color oscuro de pies a cabeza, estaba a unos pasos de mí observándome cauteloso.

Evander me tomó del brazo y el hombre se perdió entre los arbustos, corrí con fuera en su dirección, haciendo que Evander me siguiera, de pronto todo se volvió borroso, y lo último que supe fue que caí en los brazos de Evander.

Quizá fue porque antes había sufrido una crisis o porque mi día se volvió agotador, pero la oscuridad me abrumó y caí.

Desperté en mi habitación, estaba cálida, el rostro del moreno se asomó en la penumbra, verlo ahí hizo mis nervios revolotear, se encontraba acurrucado como un pequeño; a mi lado, pasaban de las cinco de la mañana, el dolor en mi pecho apareció de nuevo. Tenía miedo, quería ir a buscarla, pero no sabía por dónde empezar. Me levanté con cuidado y busqué ropa en mi armario, una foto se cayó al suelo, era una fotografía muy vieja, donde aún mamá estaba con nosotros. Asher era muy pequeño y yo lo era aún más, todos llevábamos un abrigo rojo de lana, era la primera nevada del año, papá nos había llevado a una cabaña subterránea que se hallaba a la frontera de Norwalk.

Un balde de agua fría cayó sobre mí cuando recordé aquello.

Quizá la cabaña de la que Tyler hablaba era esa y no estaba registrada en el mapa porque era subterránea y probablemente este abandonada, podía ser simplemente una coincidencia, pero tener una pista vaga en tiempos difíciles, le devuelve al alma, esperanza, para cualquiera esa es una forma poderosa de obtener lo que se quiere.

Terminé de cambiarme, tomé un gas pimienta que había hecho con Alexa meses atrás antes de que un psicópata apareciera en Norwalk.

Llamé a Hyo Min, si la morena confiaba en él yo lo haría, no podía avisar a la fiscalía porque simplemente Causey me odiaba, Adam estaba en el hospital, sabía que él seguía las reglas y había levantado un acta. Pero las reglas podían costarle la vida a mi amiga, no podía darme el lujo de jugar a la suerte.

—¿Bombón? —respondió adormilado, su voz mañanera era aún más gruesa de lo habitual.

—Ya sé dónde está el asesino—pude escuchar cómo se levantó de golpe—te veo en la avenida en cinco minutos—colgué, tenía la certeza que el asiático no me defraudaría, sus ganas de detener al asesino lo alentaban a lo que fuera.

Evander se removió entre las sabanas, no podía arriesgarme a perderlo, si me preguntaban, mi mayor miedo era seguir perdiendo personas. Y no lo perdería a él.

—¿Te piensas ir sin mí? —cuestionó antes de que terminará por salir de la habitación, su voz salió hipnótica y grave.

—Duérmete, no iré a ningún lado.

—Por supuesto, solo te vestiste y llevas una maleta porque quieres ir al baño—expresó frotándose el cabello, una sonrisa apareció en su rostro.

—Evander, solo iré a la tienda—sonreí con expresión pura.

—Entonces iré contigo—¿podía golpearlo? Quizá mi golpe no era suficiente para noquearlo, o aún peor lo mataba—No, Is, incluso si quieres atarme te seguiré. Escuché tu conversación.

Hice un gesto de hastió que le ocasionó risa, se levantó y trenzo sus zapatos, me regaló una sonrisa mostrando todos sus dientes.

—Yo tampoco dudo en ir por Alex—respondió a mi reclamo, ya con la boca limpia, despabilados y el corazón latiendo con fuerza salimos de la casa.

Hyo Min llevaba un conjunto negro, sus ojos negros rasgados, el porte de chico malo, le daban un aire mortal. Evander estaba casi en la misma estatura, sus ojos grises y almendrados eran hipnotizantes, su aire extrovertido te hacía embobarte en él, ambos podían simplemente hacerte alucinar.

—¿Cómo te enteraste de lo de Adam? —preguntó en dirección al pelinegro.

—Regresaba a casa, cuando escuché ambulancias y entonces lo vi, era Adam estaba botado, y él solo repetía "se llevó a Alexa". De hecho, le avise en cuanto me llamaste, nos guiará, y su equipo de trabajo estará listo en cuanto lleguemos.

—Aun no entiendo por qué confiamos en ti—soltó de repente, le di una mala mirada para que se callara.

—Tampoco sé porque confió en ustedes, pero necesitaré gente para esto.

—Gracias por ir a cuidar de Adam—sonreí con amabilidad—ayer el asesino estaba frente mi casa, intenté seguirlo, pero me fue imposible.




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