El asesinato del señor Brigitte

Capítulo 1

Francia 1914

-El señor Andres Brigitte era uno de los hombres mas ricos de Francia, pero ni siquiera eso ayudo a salir vivo de esta al pobre infeliz!- exclamaba uno de los policias que estaba buscando pistas sobre la Muerte de este hombre.

Habia sido encontrado en un río, flotando, hinchado por la absorcion del agua, y con la piel amoratada. Un desafortunado ciclista habia encontrado el cuerpo cuando paso cerca de este y llamó su atención al verlo a lo lejos. Cual seria su sorpresa al darse cuenta de que no era un animal muerto ni mucho menos, sino un ser humano. Asi es el cuerpo de un hombre que no era nada mas que el señor Andres Brigitte, el cual, habia estado reportado como desaparecido desde hacia cuatro dias.

La noticia apareció en todos los periodicos. El hombre habia sido uno de los mas ricos de todo Francia, pero habia sido despojado de sus bienes y lo habian dejado en la ruina para, después, no solo arrebatarle su dinero si no tambien su vida.

Por su parte la señora Beatriz viuda de Brigitte se quedó sola con sus cuatro hijos: dos jovencitas, un joven y un pequeño de solo cinco años de edad.

 

-Lamento decirle, señora Brigitte, que su esposo estaba en banca rota. Como usted sabe la situacion economica de Francia no es la mejor en estos momentos, y su esposo no estaba en la cuspide. Lamentablemente tendra que dejar la mansion y seguir adelante con sus hijos de algún modo. Lo siento mucho-

-Pero a donde podré ir yo en estos momentos? Y mi esposo? Necesito darle Cristiana sepultura!- Exclamó Beatriz con amargura.

-Deberá buscar un lugar donde quedarse, pero yo le aconsejaria que dejara Francia, ya que no me parece que estas circunstancias sean las mejores para usted y su familia-

Su esposo no habia dejado testamento ni nada que la pudiera sacar de ese apuro; por otro lado no podia sepultar aun a su esposo debido a que debian de hacer las investigaciones necesarias. Esto llevo a Beatriz a recurrir a una amiga de la familia que vivia en Alemania. Quizas si una familia se unia, podria hasta hacerse algun tratado de paz entre Alemania y Francia. Era un gran riesgo que estaba dispuesta a tomar, pues su padre era un hombre severo, y Beatriz era una mujer con un gran orgullo como para pedir ayuda a su padre. Por lo que decidió de inmediato comunicarse con su amiga, la señora Sybil Awilda.

-Alo?- se escucho del otro lado de la linea

-Bonjour querida Sybil, llama Beatriz Brigitte, me preguntaba si podria pedirte un favor-

- Oh querida Beatriz, por supuesto que me puedes pedir el favor que desees! Sabes que somos grandes amigas!-

- Claro- sonrio Beatriz apenada, - veras ha ocurrido una tragedia, mi esposo bueno el…-

Del otro lado de la linea se escucho un suspiro -si querida lo he leido en el periodico, tu esposo ha muerto no es asi? Lo lamento mucho-

-Mercy beaocoup querida. De hecho de eso queria hablarte. Veras no tengo donde quedarme ya mas. Mis hijos no lo saben pero debemos desalojar la mansion de inmediato y me preguntaba si podria quedarme con ustedes por un tiempo. Solo en lo que nos recuperamos mi familia y yo, mi padre se encuentra en Londres arreglando unos asuntos y no quiero molestarlo por el momento, ademas como ya sabes el no usa telefono, suele decir que los aparatos como estos son para gente muy avanzada, es un poco anticuado-

La señora Awilda se quedo pensando un momento por lo que Beatriz decidio colgar pero Sybil contesto rapidamente. -Claro que si amiga, disculpa, estaba hablando con mi esposo y me dio el visto bueno despues de todo, sabes que Alemania ahorita es bastante estable, por lo que pueden venir lo mas pronto possible-

Beatriz sonrio algo nerviosa, Alemania era todo menos estable, hacia poco que Francia habia perdido la Guerra contra los Alemanes, pero aun asi Sybil seguia siendo una buena amiga, incluso, a escondidas de muchos, había ayudado a algunos franceses lo cual era impresionante ya que los alemanes se consideraban superiores. -Gracias te debere una amiga mia- Le agradeció Beatriz a Sybil por su gran corazón. 

-No te preocupes, te esperamos, Chao querida-

-Adios querida-

La señora Brigitte hablo de inmediato con sus hijos, los cuales de muy mala gana aceptaron irse. Pero prometiendo portarse bien, pues cualquier cosa podria hacer que descubrieran que los Awilda estaban acogiendo a gente enemiga y causar un gran conflicto, mas a los Awilda no les importaba eso, ya que habian sido grandes amigos de los Brigitte desde que tenian memoria.

Los Brigitte eran gente de buen corazon; habian sido en total seis los miembros del hogar: El padre que habia sido asesinado hacia algunos dias y al cual ni siquiera habian sepultado; la madre: Beatriz Brigitte, y los cuatro hijos, comenzando por Jennifer, una joven dulce de buen corazon de diecinueve años, Kristoff un joven de dieciocho años, al que la gustaba la caza. La jovencita Margot de diecisiete y que gozaba de ballet clasico, con un caracter de acero, y por ultimo Aiden, un pequeño traviezo de cinco años. Todos se embarcaron en la aventura de dejar Francia para irse a Alemania con la familia Awilda.

-Madre, estas Segura de que esta es una buena idea? – pregunto la joven Jennifer que estaba preocupada debido a que no se habia encontrado al asesino de su padre-



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En el texto hay: narracion omnipresente

Editado: 28.02.2024

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