Alemania 26 de Agosto 1914
-¡Vaya!- Se quejo el joven Kristoff, alto para su edad, de cabellos oscuros como su padre y ojos azules. Era el vivo retrato de Andres Brigitte y ese dia se encontraba de caza. -No he cogido un sólo venado el dia de hoy- Se lamentó; el joven era un cazador por naturaleza, valiente, pero un tanto primitivo para su epoca. No creía en la ciencia, para el todo era mejor del modo “bruto” como podriamos llamarlo. Buscaba el primer lugar en todo, tanto para el como para su familia. Para el nada valia mas que un venado recien cazado y, por supuesto, la aprobación de su padre por lo que, ahora que el ya no estaba su vida carecia de sentido. La Muerte de este lo seguia y lo seguiria hasta que no se encontrara a el culpable. Habia sido asesinado como un venado; ¿Habria sufrido? Nadie lo habia ayudado como nadie ayudaba a los venados que él y su padre cazaban; esto le impedia cazar de nuevo, ahora no veia a la escopeta como a una amiga sino como una enemiga mas. Esto era rídiculo ya que para él, el bosque había sido como su segundo hogar. Había cazado miles de veces pero después de lo sucedido no lograba dejar de pensar en los venados que había cazado antes, pero aun mas, en su padre. Se preguntaba una y otra vez si habría sufrido del mismo modo que uno de estos animalitos, esto lo dejaba agotado mentalmente y lo hacía volver a la mansión sin ningun “trofeo” como solia llamarlos el.
Cuando volvió a casa lo primero que recibió fue el regaño de su madre. -¿Cuántas veces te he dicho, jovencito, que no debes de salir de este lugar? ¿Qué no ves que la Guerra aun sigue y Podemos causar problemas? ¡Más ahora que Francia esta siendo invadida por Alemania!-
Kristoff ignoraba lo que su madre le decia y subia las escaleras. Franciá ¿Qué? No le importaba en lo más mínimo lo que pasará.
-Te estoy hablando hijo, ¿No me estas escuchando?-
-Si madre- Contesto el subiendo las escaleras, -Ya te escuche.
-¿Entonces porque no me haces caso?-
-Ahora no madre, estoy cansado- contesto mostrando agotamiento. ¿Qué aás daba? Su padre estaba muerto asi que, ¿De que servia que estuviera el vivo? La vida era horrible para el, asi que nada valia la pena. Quien sabe, quizas por eso salia, para poder ser cazado como un venado y poder estar en paz al lado de su padre; al entrar a su cuarto se quito el saco y los zapatos y se recosto en la cama mientras observaba al techo de su recamara cuando tocaron a la Puerta.
-¿Quién es?- Pregunto él sin abrir. A lo cual contesto la voz de Jennifer.
-Soy yo hermano, ¿Puedo pasar?-
El no dudo en levantarse de la cama y abrir la Puerta. Su hermana cerro de inmediato antes de que alguien la escuchase.
-¿Qué pasa hermana? ¿Porque entras asi y cierras detras de ti? ¿Sucede algo que te moleste? ¿Cómo te haz sentido desde... bueno tú sabes?- preguntó él refiriendose a la muerte del amigo de la infancia de ella.
Jennifer suspiro y se dejo caer en la cama -Hermano mio, estoy desesperada, Adeline no me habla más, Madre nos esta ocultando algo y no puedo saber que es. Lo peor de todo es que la señora Awilda se ha portado cada día peor con nosotros y no se que hacer para convencer a nuestra madre de regresar, ¡Siento que voy a enloquecer!-
-Lo se hermana, te entiendo, además ultimamente la señora Awilda se ha comportado de un modo distinto- Concordo Kristoff con Jennifer, -Antes nos trataba con cariño y ahora se ha comportado de un modo diferente-
-Tú crees que sea porque ya no tenemos dinero?- Pregunto Jennifer con preocupación.
-Puede ser, pero no lo creo, la señora Awilda debe de estar ocultandondonos algo-
-Tal vez hermano- La jovencita se quedo viendo a la nada, sin darse cuenta de que su hermano observó que habia algo mas que una simple preocupacion por la actitud de los Awilda.
-¿Hermana? ¡Hermana!- Preguntó el pasando su mano por enfrente del rostro de Jennifer, lo cual la saco de su trance.
-Oh lo lamento hermano- Contesto ella llevando una mano a el rostro -Es solo que…- Ella no continuo, pero la cara de angustia que tenia no pintaba nada bueno.
-¿Que hermana? Dime, puedes hablar conmigo- Le aseguro el acariciando su espalda para darle un poco de comfort.
-Me temo que tengo sospechas de haber visto algo que no debi hermano- Se llevo ella su mano a los labios.
-¿Que sucede? ¿Acaso el joven Awilda te hizo algo hermana?-
-Oh para nada, pero tiene que ver con él- Agregó ella a la conversación, pensativa, preocupada.
-¿Qué pasa? Me estas comenzando a asustar- se levanto de la cama donde se habia sentado junto a ella y se llevo las manos a la cintura.
-He visto un libro hermano-
Kristoff levanto una ceja en señal de confusion. -¿Un libro?- Pregunto. -¿Todo este lio por un libro?-
-No cualquier libro hermano, no soy tan dramatica- Se defendio ella molesta con su hermano. -Es un libro que me parece muy familiar, pero no se donde lo he visto antes-
Kristoff se llevo una mano a la barbilla, se quedo pensativo y luego contesto -¿Crees que reconoceria algo como eso si lo tuviera frente a mi?-
Ella se encogió de hombros -Creo que si, tal vez si lo ves seras capaz de reconocerlo. El joven Marcus dice que es de caza, tal vez estoy viendo cosas donde no las hay pero… ¿Crees que los Awilda tengan algo que ver con papa?-