28 de Agosto 1914
El pequeño Aiden, el mas joven de la familia Brigitte era todo un personaje, se habia vuelto travieso y conteston; para el los Awilda eran enemigos. De algun modo no le agradaban el señor y la señora Awilda. Por ello ponia trampas por todos lados.
-No deberias comportarte asi hijo, la familia Awilda se ha portado bien. Nos han dado la oportunidad de quedarnos aqui por un tiempo y tu estas haciendo las cosas mas dificiles para nosotros- Lo regañaba su madre con un tono de voz bajo pero que demostraba su decepcion, mientras lo alistaba para irse a la cama.
-¿Porque madre?- Pregunto el jovencito -¿Si lo hago papa volvera?- En su Inocencia, el jovencito creia que todo volveria a la normalidad si se portaba bien, pero al no haber respuesta de su madre el pequeño no vio razones para cambiar de actitud. Al contrario se hizo mas rebelde. Era como si de ese modo descargara su frustracion. Su ira contra los demas y su desagrado hacia esa familia. Y es que el pequeño habia oido cosas de la boca de su padre, pero al no hablar no habia modo de que alguien pudiera describir el que era.
En las noches lloraba, y lloraba mucho, y, aunque su madre trataba de consolarlo no lo lograba ya que el niño estaba acostumbrado a que su papa le diera las buenas noches. Le era dificil controlarse y explicar en palabras lo que pasaba por su cabeza. Se preguntaba que sentia y el porque lo sentia o porque su papa no volvia a casa. Mas aun, ¿porque estaban en un lugar que no era su hogar? Él no entendia y lo unico que queria era a su padre de regreso. Cosa que, lamentablemente, no pasaria nunca; al notar esto y el hecho de que a pesar de la continuación de la Guerra, hubó una victoría sobre los alemanes por parte de Francia e Inglaterra, Beatriz entendío que no podría seguir en ese hogar. Los roces entre Franceses y Alemanes, igual que Ingléses cada día se hacían más díficultosos por lo que decidió escribirle a su padre.
-Si la dirección es la misma- se dijo -Mi telegrama llegara en tres días, por lo que confio en que padre será capaz de contestarme pronto.- Sin embargo la Guerra parecia no acabar nunca y no lo haría por un buen tiempo por lo que tal vez tardaría aún más tiempo en haber respuesta, sin embargo decidió hacer algo al respecto y, sin que nadie supiera, se vistió del mejor modo, se dirigió a el correo y pidiò ayuda a un vago con corazón Alegre y botella en mano; a pesar de todo, el hombre, con todo y botella en mano, estaba lo suficientemente sobrio para entregar el telegrama que Beatriz llevaba.
Una vez que lo hubó entregado, Beatriz le dió unas monedas con lo cual consiguió acallar al sujeto para que no hablara acerca de haber visto a una mujer francesa en Alemania...
Francia 31 de Agosto 1914
-Tengo noticias joven Wilson, el señor Walker ha encontrado a su hija.-
-¿No era ese nuestro trabajo señor?-
-Asi es pero esto ha hecho nuestro trabajo mas fácil y nos permite enfocarnos en lo mas importante, que es el asesinato.-
-Y ¿Como la encontro señor?- pregunto el joven algo confuso
-La misma señora Brigitte le mando un telegrama, segun parece fue dificil encontrarlo pero lo logro.-
-Ya veo señor-
-Asi es, estaba usted en lo correcto cuando menciono a Alemania. No eran espias franceses sino una familia: Los Brigitte.-
-¡Son excelentes noticias señor!-
Ambos caminaban por el bosque, habian seguido las huellas aunque algo borrosas de la persona que habia llevado el carro hasta el rio, gracias a un sabueso al que habia conseguido el joven Wilson.
-Mire Wilson, esto del sabueso ha sido una excelente idea, ¿porque la policia no lo habia hecho ya?-
-Ya lo habian hecho señor pero no encontro muchas evidencias.-
-¿Es el mismo can?-
-No señor, por supuesto que no, es uno con mas experiencia- Contesto el joven un tanto indignado ante la presuncion de Hayes de que era algo torpe.
-Ya veo…- Susurro Hayes cuando de pronto el perro se detuvo y comenzo a oler constantemente. Al acercar la lupa Hayes se dio cuenta de que habia pequeños rastros de sangre, por lo que se dio cuenta de que el señor Brigitte habia sido asesinado en esa area del bosque.
-Tenemos pistas joven, aqui fue asesinado el señor Brigitte, ahora falta ver porque fue asesinado aqui y no de cercas, creo que lo mandaron matar por algo; segun el señor Walker, su yerno estaba siendo robado. Creo que esa fue la razon.-
-Es entendible señor, querian deshacerse de la evidencia-
-Asi es pero con lo que no cuentan es con que no hay criminal que cometa un crimen perfecto, deberiamos de ver que mas encontramos.-
-Si señor-
-Hemos visto la trayectora del casquillo y por donde se le disparo a la victima, por lo que debe de ser de aquel lado- Señalo a su derecha. -Vayamos para alla-
-Si señor- apuntaba Wilson en una libreta cosas.
¿Hayes lo observo y arqueo una ceja -Que hace Wilson?- Le pregunto mientras el sabueso seguia olfateando.
-Anoto lo que usted hace señor, quiero adquirir mas experiencia-
Hayes sonrio -Y la adquirira, pero hombre, no tiene que anotar cada detalle…- Aun no terminaba de hablar cuando el perro se detuvo olfateando algo y comenzo a ladrar.