Alemania, 31 De Agosto 1914
Cada día el ejercito Aleman tenía más victorias, el ejercito Ruso había perdido su general mediante el suicidio, por lo que Alemania había tenido mucho que celebrar. Sin embargo, los días anteriores habian dado noticias sobre su lucha contra Francia y Gran Bretaña y no habían salido victoriosos, habían logrado apuntarse una victoria contra Prusia, pero en esta ocasión Francia había podido ponerles un alto al avance que estos mostraban. Estaba claro que la Guerra causaba sus estragos, sobre todo en la relación entre las personas, esto se podia ver en Sybil pues estaba furiosa y preocupada; Su actitud amable, dulce y algo extravagante, estaba cambiando por una actitud fría y distante hacía su mejor amiga, lo cual era notorio para Beatriz, quien aunque no se notará también estaba preocupada por la Guerra, la cual se había extendido por el mundo, convirtiendose asi en la Primera Guerra Mundial conocida.
Por otro lado, mientras se quejaba, y se lamentaba por la situación en que vivian, Margot se encontraba ajena a la Guerra. Ambas madres mantenían a sus hijos lo más alejados del problema posible, sobre todo a Margot y Aiden pues eran los más jovenes, por lo que Margot no estaba muy enterada de que pasaba, ella sólo vivía el momento.
La joven Margot se asomo a la cocina y tomó una manzana. Al notar todo el movimiento que había se dió cuenta de que algo estaba un poco… diferente. -Disculpa Amelia- pregunto Margot -¿Haran algo el dia de hoy? Es que veo mucho ajetreo, y se nota que todos estan distraidos sobre todo la señora Sybil.- Había notado algo distinta y hasta grosera a Sybil en los últimos días. La jovencita dió una mordida a la manzana.
-Si señorita- Se dirigió a ella Amelia con respeto. Despues de todo seguía siendo una señorita, y seguia teniendo conexiones con la familia Awilda, por lo que Amelia la trataba con un poco mas de respeto que a los demas Brigitte; ademas, había algo en esta muchachita que la hacía retraerse un poco, du caracter impetuoso quiza. -Recibiremos al joven Adam con una fiesta.- Agregó con gran animo.
Margot dió otra mordida a la manzana y pensando se pregunto -Ah- contesto Margot, -¿Y porqué la señora Sybil se encuentra tan callada?- preguntó comiendo su manzana. Por lo que Amelia la reprendió un poco: -Es de mala educación comer con la boca abierta señorita, y bueno disculpe que no logre contestarle pero eso es un asunto de ella- contesto Amelia con seriedad.
Margot torció los labios -¿Cual era Adam? ¿El mayor o el dueño de la habitacion? ¿Acaso no es el que se encuentra aqui ya?- Se preguntaba mientras masticaba la manzana, e ignoraba lo que le decía Amelia.
Margot era pesima para recordar los nombres y rostros, tenia muy mala memoria y, a menos que algo le interesara mucho entonces las cosas cambiaban pero de otro modo, no recordaba ni lo que habia desayunado la mañana anterior. -¡Qué más da!- Se dijo asi misma y se dirigió a el cuarto -Iré a descansar Amelia y gracias por la manzana- Sonrió ella a Amelia, la cual sonrió de regreso.
-Un placer señorita Brigitte- Contesto ella y salió de la cocina, mientras la señora Awilda entro a ella, pasando por un lado de la joven Margot.
-Esta jovencita tiene un caracter- Susurró Sybil y luego agrego -¿Esta todo listo para la fiesta de mi hijo?-
-Estamos trabajando en ello señora- contesto Amelia cuando cayo en cuenta de que la joven Margot no habia ido a descansar a otro lado que al cuarto en el que se encontraba hospedada -¡Oh no!- Exclamó cuando se escucho un fuerte grito que provenia de las escaleras
-¡Ah!- Se escucho por toda la casa, haciendo que incluso Kristoff se acercara a el lugar.
Ahi frente a ella, se encontraba el joven rubio de ojos azules, y de gallarda apariencia, Se trataba nada mas y nada menos que de Adam Awilda, el cual se encontraba desvistiendose en el momento en que ella habia abierto la Puerta, haciendola dar un grito y dejando caer la manzana al suelo.
La joven tapo sus ojos y se volteó, no era como si hubiera mucho que ver, ya que el joven solo se había quitado su camisa, pero aun asi, Margot era una mujer y no queria perder la oportunidad de tener una familia e hijos. Si alguien supiera que algo como eso habia sucedido, lo mas probable es que ya nadie se casaria con ella.
El joven se quedo pasmado, sin saber que hacer, pero no necesito reaccionar mucho ya que Kristoff aparecio en escena.
-¡¿Que pasa?!- pregunto asustado y algo sorprendido.
-¡Hay un chico en el cuarto hermano!- Exclamó ella corriendo y tratando de bajar las escaleras.
Al ver que el joven no traia su camisa, Kristoff penso lo peor -¡Bastardo! ¡¿Qué le hiciste a mi hermana?!- Se dejó ir tras de él tomandolo del cuello a lo cual Adam se defendio alejandolo de golpe
-Yo no hice nada- se defendió el arreglabdo su camisa -Ella fue quien entro a mi cuarto, ¡Yo no tengo idea ni de quien es tu hermana!- Exclamó safandose de su agarre. Lo cual hizo que Kristoff se quedara quieto, pensando, para luego ir tras Margot, dejando a un pensativo e inquieto Adam.
Catherine se acerco a las escaleras, viendo a Margot bajar de ellas con el rostro rojo. -¿Qué pasa aquí? ¿Porqué tantos gritos?- Preguntó la niña observando a Margot con molestia.
-Hay un joven en mi habitacion- Se trato de alejar Margot de ella.