29/03/2045 6:17 A.M
2 semanas antes del día negro.
El sol se hizo presente en la ciudad, sería un nuevo día de estrés y de frustración nuevamente, el problema de la comisaría estaría por comenzar y sería el verdadero infierno.
— ¿Están todos presentes? —preguntó la directora Marrie mientras tomaba su cabello largo color negro.
—Si —dijeron los presentes en aquella sala.
— Perfecto, como sabrán, estamos cortos de personal en la Seguridad Pública, nadie quiere venir a este peligroso trabajo, incluso he aumentado el sueldo, pero aún así, nadie quiere venir.
Una persona que se encontraba en la sala, inmediatamente levantó su mano y decidió preguntar.
—Diga.
—¿Que haremos si nos encontramos cortos de personal? —balbuceo aquella chica.
—No hay plan, seguiremos con nuestras labores, y nuestra misión principal, que espero no la olviden, atrapar al Asesino De La Marca.
El silencio irrumpió en la sala de reuniones, escuchar ese nombre es como hacer un ritual satánico. No podías pronunciar ese nombre con tanta facilidad como lo hizo Marrie.
—Hagan lo posible por no matarlo, una cosa sabemos, es un hombre, es la única cosa confirmada.
Todos hablaban entre si. En la sala se contemplaba el sonido de los murmuros de las personas nerviosas.
—¿Por qué están nerviosos?
—¡Ese psicópata ha matado a más de veinte personas! ¡En un maldito día! Por eso estamos cortos de personal, ¿No? —replicó el jefe de la división uno.
—No permito que me hable así, una respuesta más de ese tono y le retiro su cargo de jefe, ¿Me entendió?
No hubo respuesta de esa persona, tomo asiento y siguió escuchando lo que la directora seguía mencionando.
—Si alguien más tiene dudas o quejas sobre mi trabajo, los invito a retirar su cargo de lo que sea, la puerta es muy grande, en este lugar no hay espacio para los cobardes. Se acabó la junta, todos a sus puestos.
Todos se levantaron de sus asientos, asustados y angustiados por la declaración de la primera división, no era algo nuevo que muertes sucedieran, pero... Veinte asesinatos fue la gota que derramó el vaso para los inspectores.
—¡Ah! Se me olvidó mencionar, la división primera se queda en este lugar, los demás pueden retirarse, gracias.
Los integrantes se dirigieron con Marrie para escuchar lo que tenía que mencionar.
—¿Que pasa?
—En su división, se unirá una nueva persona, un nuevo detective, asumió la responsabilidad de estar en un lugar como este y se integrará a partir de mañana.
—¿Tiene las capacidades y habilidades de pertenecer a la división más alta? —cuestionó Leonore mientras se ajustaba el saco elegante y su cabello largo color castaño.
—Por supuesto, fue evaluado con la más alta puntuación registrada entre los detectives, le tengo mucho aprecio, hagan que se sienta bien, en un momento llegará a su oficina, los veo luego.
La directora Marrie salió de la sala de juntas con un maletín que siempre tenía en cada junta, era un enigma para todos saber que tenía dentro. Los inspectores y detectives se fueron a la sala de operaciones.
—¿Como creen que sea ese imbécil? —interrogó Leonore mientras se pintaba los labios de tono rojo.
—No lo se... Quizás, apuesto, no lo se. —comentó Chelsea de tono burlona.
—Deberías mejorar tu cabello linda, los hombres morirían por ti.
—No soy de esa clase de personas, no soy muy atractiva para el sexo opuesto.
—Bueno, ya hablaremos de eso después, Leonore. ¿En donde se encuentra la inspectora Dixie Crown?
—No lo se, espero que no se encuentre en ningún problema.
El reloj de Leonore y Chelsea empiezan a sonar, la inspectora les está llamando.
—Diga Jefa.
—En unos momentos iré a presentar el nuevo detective. Espero que se comporten —ordenó Dixie.
Leonore y Chelsea empezaron a reírse después de las palabras de Dixie.
—¿Piensa que estamos urgidas?
Se abrieron las puertas estrepitosamente, era la inspectora Dixie con el nuevo detective. Rápidamente saludo a sus compañeras de trabajo.
—Mi nombre es Adrián, tengo veinticuatro años y soy originario de está ciudad.
—Que frío eres —dijo Chelsea.
—Te vistes muy bien, esa gabardina color negro queda con el chaleco y corbata negra, tus pantalones con los zapatos quedan increíbles, me gusta tu vestimenta, solo tengo una pequeña duda, ¿Porque cubres tu nariz y boca con esa mascarilla?
¿Y por que usas guantes?
—No responderé a ninguna de esas.
—Vaya tipo, sin duda que tendré problemas contigo en alguna ocasión.
—¿En donde será mi lugar de trabajo?
—Esta sala, la llamamos sala de operaciones, aquí es donde se nos transmite los mensajes de ayuda de las personas, cuando alguien pide ayuda, sonará una alarma y pondrá de rojo el lugar, el reloj que tienes, te mostrará el mapa y dirección donde piden ayuda —indica Dixie.
—Perfecto. Esto se acomodará a lo que soy en realidad —comentó en el instante en qué acomodaba sus guantes color negro.
De un momento de tranquilidad, sonó la alarma y la sala se torno de rojo, así, rompiéndose la placidez de todos los oficiales.
—¡Es hora de irnos! Lleven sus armas —exigió Dixie mientras tomaba sus cosas.
Inspectores y detectives rápidamente tomaron rumbo a la dirección que marcaba el mapa.
—Bien, está cerca de aquí, son 5 personas las que atacan, ¡Vamos!
El carro arranco rápidamente y fueron al lugar indicado, avanzaba con rapidez.
—¡A dos dos metros a la derecha! —ordenó Adrián.
—Gracias, nos bajaremos en este momento, detective nuevo, irás conmigo, Leonore y Chelsea irán por la parte trasera, ¡Andando! —decretó Dixie.
Los oficiales corrieron a los lugares asignados para atrapar a las 5 personas correspondientes.
—¡No tengo arma! —replicó con furia Adrián.
—¡¿Porque no me dijiste antes!?
—Maldición.
Adrián siguió avanzando sin arma, Dixie lo defendía por si llegará a suceder. Los dos recibieron una llamada de Leonore, contestaron lo más rápido posible mientras corrían para llegar.
—¿Que pasa?
—Tengo a la vista a las 5 personas, pero... Hay una cosa que no cuadra.
Los dos se detuvieron en ese instante.
—¿Que cosa es lo que no cuadra?
—Tienen la misma máscara que el asesino, una "equis" en sus ojos y una sonrisa, estaban matando a un anciano.
—No los pierdas de vista, en un momento llegamos.
Colgaron la llamada y apresuraron el paso tanto como pudieron. Dixie sentía mucha frustración y Adrián no se le miraba un poco.
—Bien, ya llegamos.
Dixie y su compañero vieron a esas personas mirando el suelo sin hacer ningún movimiento, Parecía que si estuvieran haciendo un ritual o algo por el estilo.
—¿Que estarán haciendo? —preguntó Crown.
—Estan haciendo un rito por la persona que ofrendaron. Eso lo hacen cada cierto tiempo y es preciado para ellos.
—¿Como demonios sabes?
—No es de tu incumbencia.
Adrián solo saco granadas cegadoras y pensó en lanzar dos, así para someterlos y arrestarlos velozmente.
—No hagas eso, Chelsea tiene un francotirador y ahora mismo puede dispararle a los cinco.
—¡No! Tenemos que interrogarlos a todos.
Fijaron sus miradas y Dixie hablo por su reloj en su llamada con Chelsea.
—Dispara ahora.
—¡No lo hagas!
Adrián inmediatamente lanzo las bombas cegadoras. Después de que terminó, se lanzo rápidamente en contra de los 5 y utilizo una pistola eléctrica para hacer desmayar a las personas con caretas del asesino de la marca.
—Estan bajo arresto — aludió Adrián mientras colocaba las esposas en sus manos.
Después de asegurar a todos los criminales, se puso de pie y volteó su mirada en Dixie, que le sorprendió lo que vió.
—Adrián, por incumplir mis reglas, o las reglas de tu supervisor, quedarás bajo arresto unos días, mandaré una queja formal a la jefa. Ya veremos que procede, es tu primer día y ya estás desobedeciendo mis reglas.
—Ya veremos —susurró Adrián.
Comenten que les pareció el capítulo de hoy, si tienen teorías sería muy bueno que las colocarán:). 👇
Editado: 28.05.2020