El Asesino De Springholl

16°Eres un Hale

Giro la llave y la camioneta se apaga. 
Los últimos en bajar son Oliver y Octavia. La conversación con Octubre fue algo que no sabia que necesitaba, y pese a todo se que ella tiene razón.

- El que seas hijo de Jonathan Barnes no significa que seas como el - Dice Oliver antes de bajar - no eres un Asesino, y no eres un Psicópata... eres nuestro amigo.

- Dijiste que...

- Se lo que dije - me interrumpe - y también se que no eres como el...

No digo nada, solo asiento apretando los labios. Realmente no se cómo sentirme o como reaccionar ante sus palabras ya que me he comportado como un total imbecil con el y aunque me cueste aceptarlo y decirlo en voz alta.... significa mucho para mi que lo diga. Claro está que nunca se lo diré abiertamente, porque primero está mi orgullo de por medio.
El asiente comprendiendo mi silencio sin insistir y presionar, eso es lo bueno de Oliver, personas como el saben lo que piensas con un simple gesto y aunque mi carácter me prohíba decir esto; se que va a ser un gran detective algún día, estoy seguro de eso. Después de despedirnos el y su hermana entran a su casa. Enciendo la camioneta de nuevo y doy la vuelta para conducir hasta la casa. Giro la llave y nos detenemos justo enfrente, 1,2,3,4,5 minutos después y sigo sin moverme del asiento.

- ¿Te quedarás aquí para siempre? - Pregunta Erika al darse cuenta de que he permanecido inmóvil más tiempo de lo debido sujetando el volante con fuerza. Suspiro y fijo la mirada hacia el frente. - Va a ser difícil - continua y toca mi brazo - esas fueron tus palabras cuando decidiste involucrarme en todo esto, dijiste que no habría vuelta atrás una vez que accediera a ser parte del club del crimen...

- Soy el hijo de un Asesino - la corto 
volver a pronunciar aquellas palabras me provocan unas ganas inmensas de regresar el tiempo antes de llegar aquí... Antes de perder a Jess.. Antes de que mi vida se fuera a la mierda por tantas mentiras y secretos que hay a mi alrededor. La insistencia de todos hace que llegue al limite del que Octubre logró de volverme.

- Eres mi hermano - dice con voz firme, obligandome a mirarla a los ojos - Eres un Hale.

- ¿Acaso no te diste cuenta de todo lo que descubrimos hace un rato? - suelto con sarcasmo

- Lo hice - asegura - ¿Pero acaso ya olvidaste que las dos personas que están dentro de esa casa te acogieron como su hijo? ¿Ya olvidaste las noches que mamá pasaba a tu lado cuando enfermabas? ¿Olvidaste que papá te enseñó a manejar en los terrenos de la granja del señor Sommers? ¿Quiénes estaban en todos tus partidos de Lacrosse? - su voz se quiebra provocando que mi corazón se encoja haciéndome desviar la mirada - Nosotros. Tu familia - responde cuando no digo nada.

- Me mintieron - murmuro herido.

-¿Porque crees que lo hicieron? - pregunta cómo si todo el mundo lo supiera menos yo - ¿Tu dejarías que tu hijo adoptivo creciera sabiendo que su verdadero padre es un psicópata? - lo pienso por un momento y después sacudo la cabeza en señal de negación - Lo hicieron para protegerte - agrega

- Eso no justifica todas las mentiras, secretos y los engaños que forman parte de nuestras vidas - insisto - todo este maldito pueblo es un engaño.

- Y vamos a desenmascararlos - asegura - pero sólo si continuamos con esto y solo si fingimos que todo va normal aunque por dentro sepamos la verdad... ¿Podrás hacerlo? - me pregunta y asiento

- Haré lo posible - le soy sincero

- Vale, eso es suficiente por el momento - suspira - ¿Ahora podemos entrar a la casa? No se tu, pero yo muero de hambre

No quiero pero tampoco me la voy a pasar todo el día aquí sin entrar, así que miro a la casa y tomo una bocanada de aire como si eso me diera la fuerza de voluntad que necesito para entrar - De acuerdo

Ambos salimos de la camioneta y entramos a la casa, al minuto de pisar el interior un delicioso olor nos invade provocando que mi estómago me exija alimento.

- Al fin llegan - dice mi madre desde la cocina - Preparé las albóndigas que tanto les gustan, vengan aquí

Quise decir que no, mi orgullo y mal temperamento me incitaba a decir que no tenía hambre y así poder encerrarme en mi habitación para no tener que verles la cara, pero realmente me muero de hambre y las palabras de mi hermana siguen en mi mente recordandome que debo fingir que todo esta bien, cosa que no funcionará si me la paso evitandolos a todos a cada nada.
Así que como puedo me trago mi orgullo y sigo a mi hermana hasta la cocina en donde el resto de la familia ya están sentados alrededor del pequeño comedor en el que apenas y cambiamos todos

-¿Que tal está el Muchacho Clarke? - pregunta mi abuelo cuando tomó asiento en una de las sillas libres

- Superandolo - respondo con voz automática y Erika me da un golpe discretamente con el pie cuando se sienta a mi lado - Jesse estará bien, solo necesitaba hablar con sus amigos - repongo

- Me alegra que se lleven bien - dice la abuela con una sonrisa - Creí que les costaría hacer amigos aquí, pero por lo visto no fue así y me alegra mucho- Asiento fingiendo una sonrisa... O lo que creo que fue una.

- ¿Tienen hambre? - pregunta mi madre extrañamente entusiasmada, y ambos asentimos

- ¿A que debemos el honor de que mamá hiciera las famosas albóndigas de la receta mágica? - pregunta Erika después de dar el primer bocado a su platillo.

- Solo quería consentir a mi familia - sonríe y toma asiento en la mesa. - ¿acaso eso es un delito?

<<No pero encubrir asesinos si.>> pienso mientras doy otro bocado a la deliciosa comida.

- ¿Ustedes conocían a George? - pregunta mi hermana con curiosidad - al señor que fue asesinado - insiste y mis abuelos asienten con nostalgia

- Fue un buen hombre - dice mi abuelo

- Un poco loco según Jesse - suelto como si nada

- ¿Porque diría eso? - pregunta mi madre con expresión confundida. Y Erika me golpea de nuevo con el pie por debajo de la mesa haciendome una advertencia para que no fuera a decir alguna estupidez impulsiva como solía hacer normalmente, cosa que por el momento no es mi intención, pero si quiero ver sus reacciones al decirles lo que Jesse nos había contado, yabque cualquier mínima expresión o reacción que ellos dieran conformarían la sospecha que Jesse tuvo al oír a George en el Asilo.



#3656 en Thriller
#1984 en Misterio
#1407 en Suspenso

En el texto hay: asesinatos, misterio, romance

Editado: 21.04.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.