Capítulo 1

-Apúrale Cris, ya nos tenemos que ir, el vuelo sale en treinta minutos.

Mi hermana salió por las escaleras a toda prisa con una pequeña maleta colgándole de la espalda, por mi parte yo la esperaba en la puerta principal, para luego dirigirnos al coche que nos llevaría al aeropuerto.

-Listo, vámonos.-Comento mi hermana para luego montarnos al coche.

-Os prometo que les va a gustar la nueva casa.-Hablo mamá mirándose en su pequeño espejo sus labios, mientras por este pasaba un labial color carmesí.

-Siempre decís lo mismo.-Musite recostando mi cabeza en el respaldo de la silla acolchonada.

-Muy bien familia andando.-Mi padre se montó de copiloto mientras nuestro chofer arrancaba el auto, suerte que el aeropuerto queda cerca, o si no juraría que perderíamos nuestro vuelo.

-Anda Ana, la pasaremos genial.-Le di una leve sonrisa a mi hermana, ella siempre era positiva ante todo, encontraba la manera de acerté reír y que la pasaras bien, no le gustaba ver a las personas llorar, es de un corazón muy sensible así que no hay que tratarla mal, ni gritarle porque piensa que ya la odias, en su poco difícil con ella, pero la amo mucho.

(***)

-Wow es gigante.-Comento Cris saliendo del auto y viendo nuestra nueva casa en Manhattan, porque si, allí es donde nos quedaríamos por un año.

A decir verdad si era muy gigante, 3 plantas, jardín delantero y trasero, una verja lo bastante alta para que nadie se pueda meter a la casa, y miles de árboles que rodeaban la casa tal y como mamá quería.

-Vamos que esperas, entremos-Cristina me jalo de la mano y hecho y a correr hacia el interior de la vivienda.-Busquemos nuestras habitaciones.

-¡NIÑAS! Esperen-El grito de nuestra madre nos hizo detener y devolvernos hacia la entrada.-Sus habitaciones están en la tercera planta, ahí solo hay 2 habitaciones y serán las suyas, ya miraran como se quieren acomodar, si quieren dormir juntas y utilizar la otra habitación para jugar ustedes deciden-Tomo aire y siguió hablando.-Su padre y yo tendremos nuestras habitaciones en la segunda planta y los empleados en la primera, pero eso es lo de menos, en fin ya pueden subir.

Ambas asentimos y salimos corriendo escaleras arriba hasta hallar nuestras habitaciones. Habían tres puertas, supuse que una seria el baño, esta estaba al fondo, mientras que las otras dos puertas estaban seguidas, lo que más me extraño era que en el techo había como una especie de habitación, ya que había un cuadrado que resaltaba más, y en la pared había un interruptor supuse que era para bajar las escaleras del ático.

-No quiero dormir sola.-Soltó Cristina mirándome con sus profundos ojos azules.

-Está bien, compartiremos habitación la otra la podemos utilizar para jugar, como dijo mamá-La sonrisa que se posó en el rostro de mi hermanita fue inmensa, que me hizo contagiar

Escogimos la primera puerta como nuestra habitación, pedimos que nos pasaran la otra cama para poder dormir juntas y arreglaron la otra habitación para las juegos, donde pusieron todas las muñecas, un escritorio para hacer tareas, la mesita del té, que es la favorita de Cristina, en lo personal casi no me gusta jugar, pero a mi hermana si, así que juego con ella para verla feliz.

-¿Y que les pareció la casa?-Pregunto mi padre llevándose un trozo de carne a la boca

-Es increíble.-Respondió al instante Cristina estallada de emoción.

-¿Y a ti Ana?

-Sí…Quiero decir, si me gusta, es muy bonita y todo eso.-Mis padres asintieron y siguieron comiendo le dirigí una última mirada a mi gemela y seguí comiendo.

El reloj marcaba las menos nueve de la noche, hora de dormir, mañana tenemos clase de francés online, de hecho todas nuestras clases son así, mis padres no quieren que vayamos a escuelas normales, como los demás niños, porque piensan que no enseñan nada, así que estudiamos desde casa, muy de vez en cuando viene algún profesor a enseñarnos música. Así que como se darán cuenta no tenemos amigos solo nos tenemos la una a la otra.

-Buenas noches hermana

-Buenas noches.-Respondí, desde el otro lado de la habitación, la luz de la luna atravesaba la ventana junto con la cortina blanca, dando luz al centro de la habitación, y en cuestión de minutos me quede dormida.

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Hola demonios preciosos.

Espero que les haya gustado el capitulo de hoy.

Hasta el proximo capitulo.

Besos.

Pd: Que los demonios esten contigo.

Muy bien ahora si me voy. Byee